El que antaño fue el primer festival musical ambulante del mundo, Lollapalooza, ha cumplido una década en el parque Grant de Chicago, con una edición que ha albergado nada menos que 100 actuaciones en ocho escenarios: desde Chance the Rapper, quien introducía a R. Kelly, pasando por Eminem haciendo pareja con Rihanna, hasta Skrillex, quien cerró la noche del domingo con su nave nodriza, el festival ha sido un éxito a todos los niveles.
CHICAGO (Estados Unidos) – Los nombres arriba escritos solo han sido la punta del iceberg de la gran cantidad de momentos inolvidables que ha vivido el festival en 2014. El cartel de artistas ha sido tan diverso como extenso, y las actuaciones de todos ellos con la ciudad ventosa como telón de fondo han llegado a todo tipo de seguidores de la música.
Los tres días del festival han sido retransmitidos a través de internet en tres canales de Red Bull TV, agrupados en la dirección lollapalooza.redbull.tv. El presentador y anfitrión de la emisión, Sal Masekela, tuvo como colaborador a Stryker, uno de los DJ de cabecera de la prestigiosa e influyente radio de Los Ángeles KROQ, quien se encargó de dar una completa cobertura de todo el evento. Durante los próximos 60 días, habrá docenas de actuaciones disponibles bajo demanda en la dirección antes citada.
Outkast, quienes están inmersos en su gira de reunión, y Eminem fueron las dos puntas de lanza del hip hop en el festival, elenco que completaban el legendario Nas, cuyo álbum de debut, ‘Illmatic’ cumple 20 años en 2014; la australiana Iggy Azalea, quien llenó el escenario de Perry con bailarines y llenó el recinto hasta que llegar a la autopista; y los raperos locales Vic Mensa y Chance the Rapper.
Desde que actuase en el Lolla de 2013, Chance se ha convertido en toda una estrella. En 2014, el rapero demostró toda su fuerza y reconocimiento cuando, en pleno concierto –en un escenario en el que había una banda completa, coristas y un importante elemento visual- sacó a R. Kelly, también nativo de Chicago, con el que completo un impresionante medley, en el que se incluyó un remix del tema ‘Ignition’.
Otro de los grupos locales, Gemini Club, fueron muy bien recibidos por su público. Combo que estuvo en el ciclo de conciertos Red Bull Sound Select de la ciudad, y que teloneó a Interpol en la fiesta previa al inicio del festival y a The 1975 en una fiesta posterior a la jornada del sábado, sus miembros llenaron el escenario Grove con un público entusiasta que desafió a la intensa lluvia que cayó el domingo por la tarde.
Fitz and the Tantrums ofrecieron un set de alto voltaje, con el que fueron uno de los principales grupos de pop congregados en el parque Grant –y entre los que también estaban Foster the People, Grouplove o Young the Giant– y que dieron guerra en cualquiera de sus bolos. Y no hay que olvidar a Lorde, quien desplegó un repertorio cargado de ritmo, que fue bailado por todos los asistentes, y que incluyó muchos de los futuros clásicos de su disco de debut, ‘Pure Heroine’.
Lollapalooza fue uno de los primeros festivales en abrazar sin concesiones la música electrónica de baile, algo que, por descontado, ha seguido siendo evidente en 2014. El escenario de Perry siempre ha sido la plataforma donde muchos artistas del género han tenido su alternativa. Y este año ha quedado en evidencia el gran futuro que tiene por delante. Desde jóvenes artistas como Martin Garrix o Flosstradamus hasta gente como Duke Dumont, en el escenario de Perry se vieron algunos de los conciertos más dinámicos de todo el fin de semana.
Dos de los mayores artistas de la música electrónica actuaron, no obstante, en dos de los escenarios de mayor envergadura. Y lo cierto es que necesitaron todo el espacio disponible y un poco más. Calvin Harris clausuró la jornada del sábado con un imparable y explosivo repertorio, que solo fue igualado por Skrillex el domingo.
Pese a que Lollapalooza ha crecido hasta convertirse en un grandísimo espectáculo que solo puede llevarse a cabo gracias a la colaboración de mucha gente, sus orígenes siguen estando en el rock. Cabe recordar que el fundador del evento, Perry Farrell, es el líder del reconocido grupo Jane’s Addiction, una de las bandas de mayor reconocimiento y más influyentes de los 90. De ahí que, en 2014, también hubiese espacio para la electricidad del rock con Arctic Monkeys, el viernes por la noche, o de Kings of Leon, quienes completaron un concierto que ya es considerado como uno de los mejores en la historia del Lolla.