Por Edwin A. Vegas Gallo
En este próximo 4 de noviembre de 2023, la Provincia de Sullana, con sus 7 distritos: cumple 112 años de creación política (Ley 1441,4 de noviembre de 1911), sumida en crisis de emergencia por la inseguridad, con vecinos aterrados por el sicariato, criminalidad en aumento y extorsiones.
De las otroras calmas ciudades de Sullana, sultana y perla del valle del río Chira, casi nada queda, habiéndose perdido la identidad regional y muchas buenas costumbres ancestrales.
En este 24 de setiembre pasado, se cumplieron 50 años del deceso de la LOLA DE SULLANA: DOÑA LOLA CRUZ MERINO DE ACHA (1915-1973), también autodenominada LA CAPULLANA, tal como ella misma lo señala, en su poema “Mi corona”, del libro “Chaquiras de Huaco”: “yo soy la Capullana/princesa y soberana/de un rico valle que es Tallán”. “Yo soy, la Capullana que canto mis tristezas y me embriago bebiendo en calabazos la rica chicha de jora mezclada con lágrimas de amor”.
Tuve la oportunidad de conocer y tratar a doña LOLA, la princesa Capullana, allá por el lejano 1963, cuando acudíamos a su casa en la calle San Martín, para preparar las tareas de clase junto con Pedro, su hijo, nuestro compañero de aula en el Colegio Marista Santa Rosa. Su otro hijo es Enrique.
De ese año y visitas en el té del entretarde, recuerdo nos agradaba escuchar sus narraciones costumbristas, con su hablar cantarín del paisano campesino o del paisano pescador, con el característico “gua” o llamarnos “churres” (niños).
Su narración sobre “los angelitos y las velaciones”, le sirvió a ella para “unir el mundo de los muertos con el mundo de los vivos”, honrando la memoria de aquellos que partieron a la Casa Celestial.
Particularmente interesante, es la estampa muy piurana, que ella narra en su Álbum de Estampas, de regalar “angelitos” el 1 de noviembre Día de Todos los Santos, en que se obsequia a los “churres” (niños) por los “churres” que han muerto, mini porciones de dulces en forma de cocadas, suspiros, alfajores, rosquitas o dulces de camote y manjar blanco.
En su libro se lee “un angelito estilo suspiro, le es desmenuzado en los labios al recién nacido. Luego se le entrega el resto de dulces a la madre, ¡cómaselos, usté señora!, pa que le bajen en la leche al “churrito”, a nombre de mijito que se murió”.
La obra de la LOLA DE SULLANA, enmarcada y narrada a partir del folclore y costumbrismo piurano, debiera ser abordado en la carrera de Literatura en las Universidades piuranas y porque no crear la cátedra abierta, LOLA CRUZ MERINO DE ACHA, como ejemplo para las nuevas generaciones, de una mujer que con su inteligencia y pasión por el arte, supo con autodidactismo retratar las raíces de esta pequeña patria sullanera.
Gracias doña LOLA DE SULLANA, para con tu profusa narrativa, cantar y contar coloquialmente el lenguaje y costumbre de nuestros ancestros, de los cuales debemos tener los sullaneros y sullaneros legítimo orgullo, tal como señalas: “La sullanera y el sullanero van a bailarse un tondero (La perla del Chira) ¡malayita la buena moza que sabe bailar con prosa!. Aunque somos sullanenses, sullaneros nos llamamos. ¡Malayita la buena moza que sabe bailar con prosa!.
Hagamos votos para que Sullana y sus distritos con un buen ordenamiento territorial, con patrimonio material e inmaterial, transite a un desarrollo humano pleno con paz, derechos humanos, integridad y justicia generacional e intergeneracional.