Ayer en Palacio de Gobierno juramentó Fabricio Valencia Gibaja, como nuevo titular del MINCUL. Su llegada a la cartera de Cultura genera optimismo en el sector. Dentro de su hoja de vida se menciona que es abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, especialista jurídico en patrimonio cultural y, además, cuenta con estudios de Maestría en Museología y Gestión Cultural por la Universidad Ricardo Palma y con un Posgrado Internacional en Patrimonio y Turismo Sostenible en la Universidad Nacional Tres de Febrero, Buenos Aires – Argentina. También es Miembro Experto del Comité Científico Internacional de Asuntos Legales, Administrativos y Financieros de ICOMOS.
Valencia Gibaja es reconocido como un profesional que permanentemente ha defendido nuestro patrimonio cultural y durante los últimos años ha cuestionado la mala gestión de diversos ministros, incluyendo a la saliente Leslie Urteaga Peña.
En una entrevista pasada en el portal Lima Gris, el actual ministro se refirió a la fortaleza Kuélap, señalando: “En Kuélap no se ha hecho ninguna intervención sería, y se está abriendo por un tema de presión, y eso está mal. Tratemos seriamente el patrimonio cultural, por favor. No nos burlemos de la memoria de nuestros ancestros. No podemos tratar esto como cualquier cosa. A mí honestamente me fastidia que en vez de tomar las acciones de conservación pro patrimonio se abre Kuélap para satisfacer algunos intereses de por medio, y seguramente los muros van a seguir colapsando y van a seguir cayéndose”.
También en otra entrevista, el actual ministro habló sobre el caso de la construcción del Hotel Sheraton en Cusco y la presunta corrupción: “Escuchado que hay toda una red de corrupción, y que existe una mano negra. A mí lo que me queda claro, es que es lamentable que haya caducado todo este procedimiento, ya que el ministerio sabe perfectamente los plazos de caducidad, no es que no los conozca. Todas las personas involucradas tendrán que ser investigadas, y si se les encuentra responsabilidad se les va tener que sancionar por la vía administrativa, civil o penal, según corresponda”.
Con la llegada de Valencia Gibaja se espera cambios profundos en todo el MINCUL, ya que durante los últimos años el Ministerio de Cultura solo ha servido como caja chica para un grupo de personas vinculadas al sector caviar. Esperemos que el ministerio ya no parezca un holograma en la avenida Javier Prado y que pronto se inaugure el MUNA, tarea que jamás pudo cumplir Leslie Urteaga.