Es fácil disfrutar de un festival; a saber, si tienes dinero. Los ideales iniciales de películas gratuitas para la mayor cantidad posible de personas quedó, en la mayoría de los festivales de por aquí, por desgracia, a un lado. Con el cierre del Cineclub Cafae (desde aquí un reconocimiento para la gran labor del crítico Jaime Luna Victoria) la cosa empeora en el horizonte -ya muy gris de por sí- de la exhibición de ‘cartelera cultural’ en el Perú. Lo digo también porque Lima Independiente tuvo como una de sus madres (está mal que yo lo diga, pero si nadie lo dice…) a otro cineclub, el de la Universidad Cayetano Heredia, donde nos atrevimos a darle a los espectadores mejores alimentos que los usuales. Era, sin duda, una rebelión contra la mediocridad-ambiente. Allí fue, en el 2011, donde empezó el festival.
Sé (y no me alegra) que a la mayoría de personas que va a un festival de cine no le interese particularmente la legitimidad de quienes, como en este caso, se han apoderado del festival: es un asunto secundario, nosotros venimos para ver películas… el resto no cuenta… Cuenta la excitación de la novedad, obras en verdad valiosas, otras no tanto, directores de cine en carne y hueso, el ‘prestigio cultural’ que seas snob o no, puedes oler, sentirse ‘in’, y así.
Me dirijo entonces a un segmento -estamos en el Perú, el país donde si no es por unos cuantos miles de votos casi elijen a una pandilla de mafiosos-, decía, me dirijo a un segmento restringido de personas, a quienes sí puede interesar un ejemplito más de cómo se manejan las cosas por aquí.
Porque este caso tampoco interesa al Ministerio de Cultura, concretamente a Dafo, donde la respuesta de la autoridad fue más o menos ésta: si nos presentan el informe económico, eso basta para nosotros. Me permitiré una pequeña humorada, una leve exageración (o tal vez no): si alguien quiere blanquear dinero de una forma ‘culta’, les recomiendo que hagan o que auspicien un festival de cine.
Tampoco podría decir que interesa o produce algún efecto significativo en la -uno supone- exquisita sensibilidad de varios antiguos y no tan antiguos amigos (decía Silvio Pellico: no deshonres el santo nombre de amigo dándolo a un hombre de poca o ninguna virtud) quienes muy conscientes de que uno de los socios fundadores de una asociación que fue la que fundó y organizó el festival durante 4 años consecutivos, tomó la espléndida decisión -espléndida para sus intereses-, de registrar el logo y el nombre del festival a nombre de otra asociación, desplazando a los demás socios fundadores.
Un saludo desde aquí para Alonso Izaguirre y Adriana Milla, ‘apoderados’ del festival y creadores de la nueva asociación.
Estimados lectores no familiarizados con el pequeño mundito del cine (independiente y no independiente en el Perú): ¿Qué creen que pasó? ¿Creen que hubo una oleada apoteósica de indignación moral?
Comprendo la situación a veces incluso desesperada de algunos cineastas independientes peruanos que no tienen ni dónde proyectar sus películas, y que aspiran a vivir de su trabajo como cineastas ‘algún día’. En el resto de casos, mi comprensión no es tan amplia. Aprendí mucho de la vida observando el arco iris de las reacciones…
Lima Independiente marca así unos de los capítulos más oscuros de nuestra así llamada movida independiente; nosotros, que como colectivo queríamos cambiar el cine en el Perú, hacer de él algo más puro y auténtico, más inteligente, formado e informado, y sí, más ético, miren en qué andamos ahora. Uso el plural casi con nostalgia, pues opté por no cerrar la boca.
Sí. Algunos buenos amigos me recomiendan silencio; yo siento vergüenza ajena, sé que antiguos amigos, por una porción de poder (no hay otra forma de decirlo), hablan cosas poco simpáticas de mí y de otros socios fundadores; sé que se han acomodado, sé que han hecho de la obediencia, la sumisión y la conveniencia, sus banderas implícitas o manifiestas. No pueden decir que carecían de la información necesaria, y casi solo por fórmula hago un llamado a sus conciencias pues son ustedes quienes en buena medida están sosteniendo esta situación: no pueden decir que no sabían, ni pueden minimizar los hechos, que son graves. En los links de abajo desde hace tiempo que la pueden revisar. Los pongo para que gente mejor que ustedes los pueda revisar, y los pongo para que, en caso de que hayan sufrido alguna perturbación en la memoria, rectifiquen.