¿Qué puede significar la religión católica en el imaginario de un joven estudiante contemporáneo? Nada, absolutamente, nada. Además, dudo mucho que lo aproxime a forma alguna de la libertad, la grandeza o la trascendencia, salvo que, en el curso en cuestión, se enseñe la doctrina de Tomás de Aquino o la de otros grandes pensadores medievales.
En este sentido, es una lástima que se obligue a los colegios públicos a dictar un curso de religión que es esencial y horriblemente católico, pero es peor que se haga debido a un acuerdo suscrito con el Vaticano. ¿acaso, se firmarán acuerdos con el Dalai Lama, con los líderes de las iglesias presbiteriana, metodista, bautista, con los patriarcas de las iglesias ortodoxas, con los líderes del judaísmo y con los jerarcas de todas las otras religiones que existen? ¿acaso, el Estado laico es un mero gesto retórico?
Recuerdo que, en primaria, aunque no recuerdo en que año, me enseñaron el catecismo y recuerdo que me aburría infernalmente. Por ello, nunca copié ni una palabra en el cuaderno correspondiente. Al final de un bimestre, cuando me exigieron la presentación del cuaderno, yo lo presenté en blanco y en casa me castigaron. Fue uno de los hechos más absurdos e injustificables que pasé en la vida.
La religión debería haberse abolido hace décadas del currículo escolar. Es absolutamente indeseable que a estas alturas se siga teniendo en cuenta al Vaticano, a los obispos y a otros agentes de la Iglesia Católica en términos de la educación pública. De hecho, con una Iglesia Católica tan o más corrompida que cualquier partido político, a lo que se añade una cobertura de impunidad abominable como la urdida en torno al Sodalicio, lo que urge dictar en los colegios no es un curso de religión sino un curso de Ética.
Imagen de fondo: Francisco de Goya, “La Santa Inquisición”, 1794.
No debería recurrirse a una solicitud de exoneración del curso de religión -única medida posible para evitar que los estudiantes accedan a este curso- porque este, simplemente, no debería dictarse ya que corresponde a un sustrato demasiado privado como para que interfieran terceros que sean distintos al individuo.
Siendo que el Perú es un Estado laico el catolicismo debería ser execrado del imaginario educativo o, en todo caso, debería ser comparado con otras religiones, incluyendo al ateísmo, a fin de que cada estudiante evalué la que mejor satisfaga sus ansias espirituales si es que las tienen.
Es un hecho, por lo menos, curioso, que las declaraciones de la ministra Martens respecto del curso de religión, el acuerdo con el Vaticano y el currículo escolar se den hoy, 6 de febrero de 2017, ya que, justamente, se conmemora el 536 Aniversario del Primer Auto de Fe de la Inquisición española que fue realizado el 6 de febrero de 1481 en la ciudad de Sevilla. A propósito, debo señalar para dar fin a este texto que: Si el infierno se ha manifestado a los seres humanos en los más estremecedores episodios de la Historia, desde Sodoma hasta el Holocausto, sin duda, el período que rigió la Inquisición fue uno de los más atroces e intensos y el Santo Oficio, uno de sus agentes predilectos, etc.