Laureano Debat: “Para mí viajar y escribir es inseparable”

Laureano Debat (Lobería, Argentina, 1981) es periodista y escritor. Publicó en el 2017 el libro de crónicas Barcelona Inconclusa (Editorial Candaya) y forma parte de la antología Pasaje de ida (Alfaguara, 2018) que agrupa crónicas, ensayos y cuentos de los escritores argentinos más destacados que viven actualmente fuera de su país.

Hace un par de meses atrás se embarcó en un road trip por varios países de Sudamérica, cobrando una deuda pendiente consigo mismo. Con su proyecto de viaje, Debat nos hace recordar la curiosidad innata de los escritores y su naturaleza errante; la figura del escritor con un alcance global

Aprovechamos su paso por Lima para hacerle una pequeña entrevista y conversar acerca de la relación entre la escritura y el desplazamiento, sus expectativas y motivaciones para realizar este viaje.

¿Qué te motivó a hacer un road trip por Sudamérica?

Una deuda pendiente que tenía con el continente. Generalmente, la gente de mi generación lo hace cuando está en sus veintes y yo elegí el camino inverso. Elegí hacer este viaje iniciático primero por Europa porque se me había dado la posibilidad de hacer un máster en Barcelona y se dieron así las circunstancias. Lo estoy disfrutando mucho porque era una deuda pendiente como viajero, siento que de alguna manera estoy en casa. Después de estar diez años viviendo en Barcelona necesitaba un oxígeno. Es una ciudad que quiero mucho y de la que he escrito en mi primer libro, pero tanto la he recorrido, tanto la he conocido, que me ha llegado un poco a asfixiar, en el buen sentido. Necesitaba nuevos aires, irme para volver a quererla, a mirarla con nuevos ojos. Por otro lado, me motivó la idea de estar en movimiento, que es una constante en mi vida. Siempre necesito estar con el viento en el rostro.

¿Cuáles eran tus expectativas? ¿Hay algo que esperas encontrar?

No sé si me planteé expectativas. Sí esperaba algo de los típicos lugares como Machu Picchu o la ciudad de La Paz, en Bolivia. Todavía me falta Ecuador; en Colombia estuve hace unos meses y ahora voy a ir a lugares que no llegué a conocer. En el caso peruano esperaba encontrar la mejor comida de Sudamérica y lo he comprobado, es la mejor. La gastronomía es estupenda a donde vayas. Es tan buena que no tienes que preocuparte en buscar tal o cual restaurante que te recomendaron. Esperaba que lo lugares más icónicos de este viaje tuvieran ciertos montajes, como parques tematizados para el turismo, y efectivamente se cumplió. Eso me interesa mucho trabajarlo en nivel de escritura. Pienso escribir un libro sobre este viaje, trabajando no solo el descubrimiento sino también la experiencia mística de conocer ciertos lugares rituales para las culturas precolombinas; también como la industria turística monta esa experiencia para el turismo y este diálogo que se establece entre ese espacio ficticio, sobreactuado, y la ruina arqueológica, lo que puedes encontrar del pasado genuino. Eso me interesa mucho trabajarlo.

Justo la siguiente pregunta es si debemos esperar un libro como resultado de este trayecto. Tomando en cuenta que tu libro de crónicas, Barcelona inconclusa, fue acerca de una ciudad específica, ahora ampliarías el alcance.

Esa es la idea, vamos a ver. Antes de viajar vine con una idea primigenia y que se ha ido moldeando con el transcurso de las semanas de viaje. Tengo una idea de cómo quiero llamarlo pero todavía no lo sé; tampoco de cómo lo voy a encarar. Estoy llevando una bitácora de viaje pensando en el libro. Trabajo como periodista freelance, vendo reportajes a diferentes medios y la idea era no parar de hacerlo durante el viaje, pero decidí dejarlo y solo preocuparme en el libro. Aunque si me apremia la necesidad económica tal vez continúe. Está bien viajar pensando en un libro. Me interesa como el imaginario de cada lugar se va conformando con la mirada del local que no vive del turismo, el del local que sí vive del turismo, los tipos de turistas que van, todo ese mosaico que se arma en las ciudades es muy interesante. Me va a costar ordenarlo y acotarlo porque estoy anotando mucho.

¿Hay una relación entre viajar y escribir? ¿Son necesidades complementarias?

Totalmente. De hecho en Barcelona soy docente de un curso de escritura en el Ateneu que se llama “Viajar para escribir, leer para viajar”. Cuando empecé a viajar sacaba un montón de fotos y sentía que mi manera de vivir el viaje a nivel productivo era llevándome capturas de los lugares a nivel fotográfico. Ahora pienso que aprovecho mejor el viaje escribiendo. Así viví Barcelona, las veinticuatro horas buscando historias. Esta actitud la trato de reproducir en todos los viajes que hago. No me resulta un estrés sino todo lo contrario, aunque a veces si me da ganas de echarme unos días en la playa porque el cerebro necesita oxigenarse. Aprovecho el tiempo lo más que puedo escribiendo mentalmente o en la libreta que llevo a la mano. Para mí viajar y escribir es inseparable, me da mucho placer hacerlo.

¿Cuál es el mejor libro que has leído en el último año?

Creo que Los diario de Emilio Renzi, de Ricardo Piglia. Los dos primeros tomos son impresionantes. Es una clase de cómo escribir un diario. De hecho, el primer tomo me lo traje para releerlo durante el viaje. También he vuelto a releer Las ciudades invisibles, de Ítalo Calvino. Es un libro alucinante que recomiendo a todo aquel que escriba sobre viajes, es un libro imprescindible. Como escribe sobre ciudades paradigmáticas, ciudades inventadas, tienen unas características que las hacen especiales, que pueden ser aplicadas a cualquier ciudad a la que uno viaje.

¿Qué estás leyendo ahora?

Voy a hacer un “chivo” personal. Participé en una antología de Alfaguara, llamada Pasaje de ida, sobre escritores argentinos viviendo en el exterior y estoy leyendo a quienes comparten conmigo esta antología. Salió justo antes de iniciar el viaje.