La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados, pero, como siempre, Latinoamérica ha sido relegada al papel de consumidora y no de creadora. Los modelos de lenguaje más avanzados han sido diseñados con un enfoque anglosajón, dejando fuera de la ecuación nuestra riqueza lingüística, modismos y contexto cultural. Ahora aparece Latam-GPT, una IA que busca cambiar esto y darle a la región una voz propia en la revolución tecnológica.
Latam-GPT no es solo otro modelo de IA, es una inteligencia artificial diseñada desde su origen para comprender la diversidad del español latinoamericano. No más respuestas forzadas ni traducciones mal hechas. Esta IA entiende lo que significa “chamba” en Perú, “fierro” en Argentina o “chido” en México.
Es una iniciativa impulsada por un grupo de investigadores y expertos en inteligencia artificial de América Latina, con alianzas en países como Argentina, México, Colombia y Perú. Utiliza una infraestructura avanzada para procesar grandes volúmenes de datos y planea alcanzar los 50 mil millones de parámetros en 2025, asegurando mayor precisión en sus respuestas. Además, cuenta con herramientas como ChatArena Latino, donde los usuarios pueden interactuar con el modelo y evaluar su precisión, ayudando a mejorar su desarrollo.
El objetivo es claro: crear un modelo que realmente represente a la región y que pueda ser utilizado en áreas clave como la educación, la atención al cliente, el periodismo y, sobre todo, los servicios públicos. Y ahí es donde el Perú debe prestar atención.
Si hay algo en lo que el Perú necesita ayuda, es en la eficiencia del sector público. No se trata de reemplazar a los trabajadores del Estado, sino de agilizar procesos y evitar el clásico “vuelva mañana”. Países más desarrollados ya están incorporando IA en sus instituciones, ¿por qué el Perú tiene que seguir funcionando como si estuviéramos en los años 90?
Claro, el gran problema siempre es el mismo: las trabas burocráticas y la falta de visión de nuestras autoridades. Implementar la Inteligencia Artificial en el sector público requiere inversión, pero también decisión política. Si seguimos esperando, otros países tomarán la delantera y nosotros seguiremos haciendo trámites en ventanillas.