Opinión

Las reinas del vacío

Lee la columna de Raúl Villavicencio

Published

on

Por Raúl Villavicencio

Esta semana se han suscitado casos en lo que uno se llega a cuestionar seriamente sobre la salud mental de las personas. Pasando por una adolescente que se burló del intento de suicidio de un joven dentro de una universidad privada, a una parlamentaria que prefirió irse de juerga a guardar luto por su compañero del Congreso. En ambos casos, lo sensato fue dejado de lado.

Respecto a la muchacha de 17 años, ya todos han hecho lo que han querido con ella en las redes sociales, remedando el terrible error que ella cometió con su desatinado comentario. Mensajes racistas ebullicionaron por parte de sus miles detractores; otros, con sed de venganza, hasta compartieron sus datos personales, como esperando que algún desquiciado vaya a atentar contra la integridad de la chica. Reprochable.

Los comentarios que ella realizó son inaceptables y fuera de cualquier justificación. Ya distintos psicólogos se han pronunciado, indicando que la aún menor de edad requiere de tratamiento, y que ello no se limitaría solo a ella sino a su entorno más cercano, pues son ellos finalmente quienes han hecho el intento de criarla correctamente.

El otro caso, de la congresista Amuruz, sí que es preocupante con mayúsculas, debido a que se trata de una representante de la patria, una mujer arriba de los treinta años, pero pareciera que aún sigue estancada en su adolescencia, prefiriendo las juergas con sus amigas que sus responsabilidades como política.

La curvilínea abogada, al igual que la adolescente que se burló de un suicidio, no llega a comprender la gravedad de las cosas y también pareciera estar alejada de la realidad, pretendiendo engañar torpemente a todos con unas pésimas excusas.

En las dos historias el desapego afectivo de la jovencita y la mujer madura saltan a la vista. Es tanto el desinterés por el bien hacia el prójimo que uno se pregunta si realmente venimos criando seres ajenos al entorno, egoístas, ególatras, que solo piensan en uno mismo y poco o nada les importa si la persona de al lado está agonizando o acaba de fallecer, carentes de empatía, de afecto, preocupados en adquirir el último celular de alta gama para realizar sus bailes en Tik Tok, a que verdaderamente sean atentos con un extraño sin pedir nada a cambio.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version