El Ministerio de Cultura se creó en julio del año 2010 siendo su primer ministro el antropólogo Juan Ossio Acuña. Este ministerio cuenta con dos viceministerios: el de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales y el de Interculturalidad. En estos diez años de existencia ha sido el ministerio que más ministros ha tenido y menos resultados ha dado. Hagamos un repaso.
La siguiente lista de nombres son los que ocuparon el cargo de ministro de Cultura en los diferentes gobiernos desde su creación.
EN EL GOBIERNO DE ALAN GARCÍA PÉREZ:
Del julio 2010 a 28 de julio de 2011: Juan Ossio Acuña (antropólogo PUCP).
EN EL GOBIERNO DE OLLANTA HUMALA TASSO:
Del 28 de julio 2011 a 11 de diciembre de 2011: Susana Baca de la Colina (artista).
Del 11 de diciembre de 2011 a 24 de julio de 2013: Luis Peirano Falconí (sociólogo PUCP).
Del 28 de julio de 2013 a 28 de julio de 2016: Diana Álvarez Calderón (abogada PUCP).
EN EL GOBIERNO DE PEDRO PABLO KUCZYNSKI:
Del 28 de julio de 2016 al 5 de diciembre de 2016: Jorge Nieto Montesinos (sociólogo PUCP)
Del 5 de diciembre de 2016 al 27 de diciembre de 2017: Salvador del Solar Labarthe (abogado PUCP).
Del 9 de enero de 2018 al 24 de marzo de 2018: Alejandro Neyra Sánchez (abogado PUCP).
EN EL GOBIERNO DE MARTÍN VIZCARRA CORNEJO:
De 3 de abril de 2018 al 30 de noviembre de 2018: Patricia Balbuena Palacios (abogada PUCP).
Del 18 de diciembre de 2018 al 18 de marzo de 2019: Rogers Valencia Espinoza (turismo UNSAAC- Cusco).
Del 19 de marzo de 2019 al 8 de julio de 2019: Ulla Holmquist Pachas (arqueóloga PUCP).
Del 9 de julio de 2019 al 30 de setiembre de 2019: Luis Jaime Castillo Butters (arqueólogo PUCP).
Del 3 de octubre de 2019 al 4 de diciembre de 2019: Francisco Petrozzi Franco (tenor).
Del 7 de diciembre de 2019 a la actualidad: Sonia Guillén Oneglio (arqueóloga UNMSM).
En los 118 meses de existencia del Ministerio de Cultura ha tenido 13 ministros, es decir, en promedio cada ministro ha dirigido la cultura del país durante un poquito más de 9 meses exacto. Esta realidad nos hace ver cómo es considerada la cultura para nuestros gobiernos, siempre como la última rueda del coche. Estos trece ministros tienen algunas cosas en común, como el hecho que 10 de ellos se han graduado en la Pontificia Universidad Católica del Perú, aunque la actual ministra Guillén ha sido docente en la PUCP, como la mayoría de los exministros. Susana Baca y Francisco Petrozzi por ser músico y tenor han realizado estudios en instituciones internacionales.
Si analizamos el caso de los dos viceministerios, el de patrimonio cultural e industrias culturales ha sido el más inestable:
VICEMINISTROS DE PATRIMONIO CULTURAL E INDUSTRIAS CULTURALES:
De 15 de agosto de 2013 a 28 de abril de 2015: Luis Jaime Castillo Butters (arqueólogo PUCP).
Del 28 de abril de 2015 a 24 de agosto de 2016: Juan Pablo Miguel Marcelo de la Puente Brunke (historiador PUCP).
Del 5 de setiembre de 2016 de 2016 al 31 de enero de 2017: Ana Magdelyn Castillo Aranzaens (abogada PUCP).
Del 31 de enero de 2017 al 15 de mayo de 2018: Jorge Ernesto Arrunátegui Gadea (economista PUCP).
Del 15 de mayo de 2018 al 24 de noviembre de 2018: Luis Felipe Villacorta Ostolaza (arqueólogo PUCP).
Del 8 de enero de 2019 a 26 de julio de 2019: Guillermo Cortez Carcelén (historiador PUCP).
Del 26 de julio de 2019 a 13 de mayo de 2020: María Elena Córdova Burga (abogada UNT de Trujillo).
VICEMINISTROS DE INTERCULTURALIDAD:
De noviembre de 2013 al 10 de agosto de 2016: Patricia Jacquelyn Balbuena Palacios (abogada PUCP).
Del 10 de agosto de 2016 al 7 de abril de 2018: Alfredo Luna Briceño (ingeniero civil PUCP).
Del 7 de abril de 2018 al 23 de julio de 2019: Elena Antonia Burga Cabrera (educadora).
Del 26 de julio de 2019 a la actualidad: Angela Acevedo Huertas (abogada PUCP).
Si analizamos la trayectoria de algunos de estos viceministros o ministros, nos daremos cuenta que tienen varios años laborando en diversas direcciones del Ministerio de Cultura o del antiguo Instituto Nacional de Cultura. Este es el caso de la recién renunciante viceministra María Elena Córdova Burga, quien ingresó al antiguo INC por ser “allegada” de Luis Guillermo Lumbreras Salcedo, desempeñándose como funcionaria de la sede central en Lima durante el directorio de Lumbreras durante el gobierno de Toledo (2001-2006); luego se “recicló” con un cargo legal en la DDC Cusco y finalmente asumió como directora de la DDC La Libertad. Es este último tuvo muchos cuestionamientos como el informe de contraloría que la implicaba en malos manejos económicos en la Unidad Ejecutora 006 del Ministerio de Cultura, así como otra denuncia en el Ministerio Público por omisión de funciones en las obras de remodelación de la Plaza de Armas de Trujillo.
A pesar de esto, el 23 de julio de 2019 la abogada Córdova es premiada por el ministro de cultura Luis Jaime Castillo Butters, nombrándola Viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales. La reciente salida de este cargo de la señora Córdova obedece a la pésima gestión realizada, lo que se ve reflejado en el abandono del patrimonio cultural en todas las regiones del Perú y la mala información dada a la ciudadanía. ¿Cómo una persona con casi 20 años de experiencia en el sector cultura puede cometer errores en su gestión de viceministra?, ¿Por qué el ministro Luis Jaime Castillo Butters premió a esta señora con un viceministerio cuando tenía serios cuestionamientos en la DDC La Libertad, incluso una denuncia penal? Tal parece que sus “amistades” influyeron decididamente para ello.
Y justamente, ya que estamos hablando del exministro de Cultura Luis Jaime Castillo Butters, asumió el cargo de Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales en agosto de 2013 hasta el 28 de abril de 2015. En este periodo ingresaron al Ministerio de Cultura muchas personas sin experiencia a realizar labores especializadas, como asesores de diferentes direcciones y con sueldos exorbitantes. Castillo fue defensor acérrimo de la construcción del nuevo Museo Nacional (MUNA) que se construiría en la zona arqueológica de Pachacamac. Castillo designó como Directora General de Museos a la señora Sonia Guillén Oneglio, hoy ministra de cultura. Las relaciones existentes de Castillo con el Museo Larco indican su cercana relación con la ex ministra Ulla Holmquist Pachas, quien se desempeñó en el cargo de ministra solo tres meses y medio, renunciando para dejar el camino libre para el ascenso de Luis Jaime Castillo Butters como ministro de estado.
Volviendo al tema del MUNA, el Grupo Patronato Pueblo Libre (PACCPUL) y el grupo Defensores Pachacamac, han denunciado en sus redes sociales, documentos en los que se muestra que la actual ministra Sonia Guillén Oneglio formó parte de un grupo de trabajo sobre el MUNA junto a Luis Jaime Castillo Butters en el 2014, el cual a pesar del informe técnico elaborado por el arqueólogo Fujita Alarcón (contratado por el Ministerio de Cultura), que recomendaba que no se construya en ese lugar por cuestiones técnicas. De la revisión del informe técnico de Fernando Fujita resaltamos la página 20 que señala: que cualquier acción puede ser leitmotiv para que ciertos grupos de gentes puedan utilizar el proyecto del Museo Nacional del Perú para obtener réditos políticos o publicitarios frente a la destinación propuesta.
¿A qué se refería Fernando Fujita, quien podría obtener réditos políticos o publicitarios por construir el MUNA en este lugar? Podemos pensar en muchas cosas. Muchos entendidos en el tema, recomendaron que el MUNA no se construya en este lugar del santuario de Pachacamac, pues no presentaba las condiciones técnicas para su construcción, como: suelo inestable, abundante salinidad en el medio ambiente (lo que podía deteriorar los materiales arqueológicos), lejanía desde la ciudad de Lima, entre otros; recomendaciones que nunca fueron tomadas en cuenta por el viceministro Luis Jaime Castillo Butters, quien aceleradamente obtuvo la documentación aprobatoria para su construcción. Pero cuando se inició la construcción se dieron con la sorpresa que existía debajo un extenso cementerio prehispánico, el que fue destruido (rescatado) para continuar con la obra de Castillo; luego se dieron cuenta que las aguas subterráneas estaban superficialmente y tuvieron que bombear el agua; y así: cada vez encontraban nuevos problemas, los que no eran impedimento para que la obra caprichosa de Castillo sea realidad, quien ya desde mediados del 2015 ya no era viceministro, pero seguía teniendo influencias en el Ministerio de Cultura, empujando este proyecto que tiene denuncias por corrupción y una larga lista de irregularidades señaladas por Contraloría.
Finalmente se culminó la construcción del MUNA y se cerró el histórico Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, para que sus materiales culturales sean trasladados al nuevo MUNA (Museo Nacional). El 3 de mayo de 2019, siendo ministra de cultura Ulla Holmquist Pachas, ex directora del del Museo del Banco Central de Reserva del Perú y del Museo Larco y master en museología en Nueva York, el Ministerio de Cultura dispone el cierre temporal del Museo de Pueblo Libre aduciendo que se había producido el desprendimiento de una parte del techo de una sala. Hoy a un año después, aún no se remodela esa sala y el museo continúa cerrado. A buen entendedor, pocas palabras: Todo indica que el Museo de Pueblo Libre está destinado a desaparecer.
Pero el MUNA tampoco está en funcionamiento, es un elefante blanco que se construyó solo por el capricho de Luis Jaime Castillo Butters, quien cuando fue Ministro de Cultura tampoco logró culminarlo e inaugurarlo. ¿No sería posible que, ante la falta de instalaciones sanitarias, este local del MUNA pueda ser habilitado como un hospital especializado del COVID para liberar la carga de la Villa Panamericanos de Villa El Salvador que se encuentra casi colapsada?
Pasamos a Sonia Guillén Oneglio, fue designada en el Ministerio de Cultura en 2013 como Directora General de Museos en la gestión de la exministra de cultura Diana Álvarez Calderón y del Viceministro Luis Jaime Castillo Butters, quien era su jefe. En el 2018 fue designada como directora del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú hasta el 7 de diciembre de 2019 en que fue nombrada ministra de cultura. Es durante su gestión como directora de este museo que es cerrado, siendo mantenida en su cargo por su antiguo jefe Luis Jaime Castillo Butters. El año 1997 recibió duras críticas por grandes investigadores como Federico Kauffman Doig por haber retirado en tres días, materiales arqueológicos como momias completas de cientos de tumbas incas y chachapoyas de la Laguna de las Momias en la localidad de Leymebamba (Amazonas), con métodos parecidos al utilizado por “huaqueros”; tiempo después en el gobierno de Alejandro Toledo, fue denunciada por los comuneros de Leymebamba por trasladar sin su consentimiento y conocimiento y en horas no adecuadas, varias de estas momias hacia Lima, de las cuales no volvieron a saber nada. Esta denuncia hasta hoy no ha sido investigada.
El escándalo de corrupción más sonado en los últimos años en el Ministerio de Cultura fue el protagonizado por el exviceministro Luis Villacorta Ostolaza y la exministra Patricia Balbuena Palacios. La empresa en la cual el viceministro había sido accionista y que en ese momento estaba a cargo de su primo, ganó una licitación en el Ministerio de Cultura en el año 2018 de un contrato para la evaluación de 44 monumentos arqueológicos cerca de los cuales podría haber pasado el Rally Dakar del año siguiente (proceso de Adjudicación Simplificada N° 034-2018/MC, cuya buena pro fue otorgada a la empresa Arqueo Andes S.A.C.), hecho que salió a la luz, por lo que renunciaron los implicados: el viceministro Villacorta y otros directores del Ministerio de Cultura, algunos de los cuales han retornado después a laborar en esta institución.
La ministra Patricia Balbuena no investigó ni sancionó en su momento a los implicados, a pesar de tener conocimiento todo, por lo que tuvo que renunciar el 30 de noviembre de 2018; pasando inmediatamente a ser premiada como asesora de la Presidencia del Consejo de Ministros donde se encontraba el premier Salvador del Solar (quien ya era premier cuando Balbuena fue ministra de cultura) y después en octubre de 2019 fue nombrada como Viceministra de Prestaciones Sociales del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Patricia Balbuena ingresó a trabajar al Ministerio de Cultura como Directora General de Ciudadanía Intercultural, cargo que ocupó hasta noviembre de 2013 en que fue nombrada como Viceministra de Interculturalidad por la ministra Diana Álvarez Calderón, momento en el que ya era Viceministro de Patrimonio Cultural Luis Jaime Castillo Butters. Balbuena fue Viceministra de Interculturalidad hasta agosto de 2016. ¿Por qué Patricia Balbuena fue premiada como asesora de la PCM y con un viceministerio en el MIDIS después de su abrupta salida del Ministerio de Cultura por avalar aparentes actos de corrupción? Con el exviceministro Villacorta se desconoce los procedimientos penales y administrativos que haya seguido el Ministerio de Cultura, pero sí se sabe que algunos de los implicados volvieron a laborar en este ministerio el año pasado con elevados sueldos. ¿Habrán blindado a este viceministro de las investigaciones?
Si esta es la situación en los altos cargos ministeriales y viceministeriales (muchos regresan como asesores al culminar sus periodos y tienen mucha injerencia en las decisiones ministeriales), en las direcciones generales y direcciones de línea la situación es peor y más compleja.
Este análisis nos lleva a preguntarnos sobre la designación el día de ayer como Viceministra de Cultura de la abogada Leslie Urteaga Peña, a quien la ministra de cultura Sonia Guillén ha premiado, a pesar del error cometido en TV Perú noticias el pasado domingo, al hablar sobre las acciones que la Dirección General de Defensa había tomado para defender el patrimonio cultural. Leslie Urteaga ingresó a laborar en el Ministerio de Cultura en el 2014 como asesora II del despacho del Viceministro Luis Jaime Castillo Butters, siendo luego designada por el ministro Salvador del Solar como Directora General de Defensa del Patrimonio Cultural y siendo de mucha confianza de la ministra Patricia Balbuena Palacios.
Lo cierto es que la señora Sonia Guillén ha venido demostrando en este estado de Emergencia la incapacidad total para dirigir una institución tan grande como es el Ministerio de Cultura. Describir nuevamente todos sus desaciertos sería largo, resaltando el abandono a las comunidades nativas de la Amazonía, siendo citada virtualmente por la comisión de Pueblos Indígenas del Congreso de la República en cuatro oportunidades, a las que faltó tres veces y en la única que asistió señaló que tenía problemas técnicos y no podía participar. Por esto el Congreso está pensando interpelarla o pedir su renuncia. La mayor confederación de organizaciones indígenas de la Amazonía Peruana denunció al Estado peruano ante las Naciones Unidas por el “peligro de etnocidio” al que están expuestos los pueblos nativos de la Amazonía por la pandemia del Covid-19. Esto involucra la muy mala gestión de la Viceministra de Interculturalidad Angela Acevedo Huertas, quien debe renunciar a su cargo.
Ayer el premier Vicente Zevallos declaró ante RPP Noticias que los proyectos presentados por el Ministerio de Cultura para ser considerados en el proceso de recuperación post emergencia no pasaron el control técnico interno, no hay plan ni estrategia para el sector cultura. Esto demuestra una vez más que el Ministerio de Cultura no camina por la pésima gestión de Sonia Guillén y por las argollas internas que existen. Si el premier ha señalado esto por un medio de comunicación abierto, es evidente que ya se dieron cuenta en el ejecutivo del pésimo papel de la ministra y estarían próximos a reemplazarla. Esperemos que no sea reemplazada por otro miembro de esta “gentita”, que continúe llevando al sector cultura de nuestro país más al fondo del abismo en el que ya se encuentra, por primar intereses personales. Estaremos atentos a ver en que parte del Ministerio de Cultura se “reciclará” la exviceministra María Elena Córdova.
Como se puede observar en toda esta nota, los cargos en el Ministerio de Cultura son asumidos por las mismas personas de siempre, son los mismos allegados, en épocas en que el padrinazgo no debe ser utilizado en una entidad del Estado, en pleno siglo XXI.