Escribe Carlos Vargas
Algunos de los principios del anarquismo moderno pueden encontrarse en las obras de pensadores como el inglés William Godwin (1756-1836) o el alemán Max Stirner (1806-1856). Sin embargo, fue el francés Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) quien fundó un movimiento político propiamente anarquista.
Aunque las ideas de Proudhon tenían la apariencia de ser revolucionarias, carecían por completo de base científica y por el contrario se edificaban sobre los prejuicios económicos, políticos y morales de los artesanos franceses quebrados por el avance de la gran industria. Como bien advirtió Carlos Marx en su libro de juventud Miseria de la Filosofía: “M. Proudhon tiene la maldición de ser singularmente mal conocido en Europa. En Francia, él tiene el derecho de ser mal economista, porque pasa por ser un buen filósofo alemán. En Alemania, tiene el derecho de ser mal filósofo, porque pasa por ser un economista francés de los más fuertes. Nosotros, en nuestra calidad de alemanes y de economistas a la vez, vamos a protestar contra este doble error” (Marx, 1847).
Muchos jóvenes anarquistas ignoran quizás que el padre fundador de su doctrina tenía desprecio por minorías como los judíos o los negros, e incluso se oponía abiertamente a las luchas del movimiento obrero. Y también combinaría la verborrea más radical con el oportunismo más vulgar que lo llevaría apoyar incluso al mismo zar de Rusia Alejandro II. Proudhon representaba abiertamente, no los intereses del proletariado, sino de la clase media de la Francia imperialista. Su “mutualismo” consistía en la idealización de la pequeña producción mercantil, un sistema utópico donde los pequeños patronos tuvieran toda la libertad individual de explotar al proletariado y a sus propias mujeres como esclavas domésticas: “Prostituta de lujo o ama de casa (ama de casa, digo, y no sirvienta), yo no veo algo intermedio: ¿Qué tiene esta alternativa de humillante?…El hogar, aquí está para toda mujer, en el orden económico, el más deseable de los bienes…Amor y matrimonio, trabajo y hogar, propiedad y domesticidad…todos estos términos son equivalentes…ellos revelan al filósofo todo un sistema. Sobre todo esto el género humano es unánime, menos sin embargo el socialismo, que aislado, en la vaguedad de sus ideas, protesta contra la unanimidad del género humano” (Proudhon, 1846: 254-255). Desde el principio el anarquismo prefirió su unanimidad con el “género humano” burgués que con el proletariado socialista.
Proudhon mantendrá estas ideas hasta el final de su vida como ha quedado demostrado en su obra póstuma La Pornocratie ou Les Femmes dans les temps modernes: “Y como si eso no fuera suficiente aún para la paz doméstica, el orden de las sociedades y el destino final del género humano, la masa total del cerebro es más pequeña en la mujer, en la proporción media de 3 libras 4 onzas contra 3 libras 8 onzas” (Proudhon, 1875: 29).
La defensa anarquista del patriarcado no debe verse como el “error individual” de Proudhon, sino como la expresión intelectual de una clase social. La familia patriarcal tiene su base material en la propiedad privada, el proletariado por el contrario ve su familia desintegrarse por la inclusión de sus mujeres y niños en las fábricas y su constante desplazamiento en busca de trabajo. El mismo Proudhon explica esto a su manera: “Con la propiedad, comienza el rol de la mujer…el hogar es el reino de la mujer… [Lamentablemente] las clases obreras caen poco a poco, por la inestabilidad del domicilio, la futilidad del hogar y la falta de propiedad, ¡en el concubinato y la crápula!” (Proudhon, 1846: 253-254). Incluso hasta el día de hoy la pequeña-burguesía anarquista manifiesta en su confusionismo sexual y concepción idealista de la mujer, la influencia moral de la burguesía.
Por la presión de las luchas obreras, los discípulos de Proudhon rechazarían sus ideas más reaccionarias pero no su método: la elaboración de doctrinas en base a los prejuicios y el sentido común de la pequeña-burguesía.
*Extracto del libro inédito “La lucha de Trotsky contra el sectarismo”.
BIBLIOGRAFÍA
Las traducciones del francés son propias. Las ediciones de los libros de Proudhon son príncipes, disponibles en el repositorio virtual de la Biblioteca Nacional de Francia.
Proudhon, Pierre-Joseph
(1846). Systéme des contradictions économiques, ou philosophie de la misère.
http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k1040732n/f1.image.r=Syst%C3%A8me+des+contradictions+%C3%A9conomiques+ou+Philosophie+de+la+mis%C3%A8re.langFR
(1875). La Pornocratie ou Les Femmes dans les temps modernes.
http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k111425h/f1.image.r=phr%C3%A9nologie%20.langFR
Marx, Karl (1847). Misère de la philosophie. Réponse la Philosophie de la misère de Proudhon.
https://www.marxists.org/francais/marx/works/1847/06/km18470615c.htm
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