Ir a realizar un servicio comunitario, no gozar de ningún beneficio excepto 50 soles, ser violada y que la institución a la que le brindaste el servicio intente pagarte para no denunciar el crimen debe ser algo espeluznante y nos ofrece una muestra terrible de lo nefasto de la actual administración, de lo atrasados que somos como país y del nulo respeto que se tiene hacia la mujer, circunstancias todas que deberemos cambiar bajo riesgo de que no valga la pena vivir en el Perú.
Sobre el tema podría escribirse mucho pero debemos ser puntuales:
1.
Entre los numerosos fallos del INEI que deberán ser cuestionados en estos días respecto de la realización del Censo 2017, se agrega trágicamente la violación de una empadronadora en Villa El Salvador.
¿Acaso no pudieron tomarse medidas de protección para los colaboradores del censo?
Siendo que la sociedad está tan avanzada en el plano tecnológico es reprochable que no se haya procurado algún tipo de alerta o alarma ni que no se haya dispuesto vigilancia policial en todos los sectores donde se realizaría el censo. Claro está que el problema de fondo es la cultura del abuso y la impunidad de la violencia contra la mujer pero el INEI en tanto ente rector de la actividad registral o estadística de ayer debería haber tomado precauciones a fin de evitar perjuicios tan graves como el que ahora nos indigna y nos hace requerir el ejercicio deliberado de la violencia contra todo abusivo.
Las leyes nunca han sido suficiente para asegurarle justicia a nadie y a veces entre la justicia y la venganza, esta parece ser mucho más cercana a una ideal reparación de los hechos. Déjese de lado tanto correctismo político y aceptese lo insufrible de eventos como el que señalamos.
Los pobres diablos que niegan la violencia de Lima, la violencia contra la mujer y, al mismo tiempo, menosprecian las luchas del feminismo deberían sentir algo de vergüenza el día de hoy y reformular sus oxidados «epistemes».
3.
Debo reiterar que la actitud inicial del INEI* ha sido la gran muestra de infamia de la fecha, tan o más grave que la misma violación. Pretender silenciar un crimen tan bárbaro como este a fin de no perjudicar a una institución cualquiera es uno de los episodios más despreciables que el Estado ha manifestado en los últimos años.
4.
Nadie se pudre en la cárcel por violación pero deberíamos asegurarnos de que sea así o de que la pasen de las peores formas durante su encierro. Ahora, ni siquiera se les aplica los debidos vejámenes a estos débiles monstruos porque en las cárceles como en todo el sistema cunde la corrupción y, en cierta medida, la impunidad. Basta que «chalequeen» al violador luego de un pago adecuado y nadie lo ajustará por nada.
5.
A la agraviada solo queda desearle una mejoría inmediata en la medida que este tipo de violencia pueda ser superada. Esperemos que no se doblegue por el abuso de un cobarde, que obtenga la justicia que corresponda y que intente manifestarse en favor de la lucha por los derechos de la mujer como deberíamos hacer todos a fin de cambiar este país de abusivos.
P.S.1.
Vi hace unos días Chicago PD. Es recomendable el capítulo 19 de la cuarta temporada «Last Minute Resistance» que trata el tema de la cultura de la violación. Casi al final, el jefe de policía le da un escarmiento al promotor principal de una forma bastante animal, como debe ser. Entiéndase que esta gente no entiende nada bajo el marco del derecho y la sociedad. El terror contra el que debemos luchar es este.
https://www.youtube.com/watch?v=mO5rrEXGay8
P.S.2.
De refilón quedan los miserables que administran páginas como Soltero Codiciado. La imagen adjunta basta para dar una idea cabal de su necesaria aniquilación.
https://scontent.flim5-3.fna.fbcdn.net/v/t1.0-9/22813953_10156316574050931_679715878201291037_n.jpg?oh=8da092b4fad5369cacb16d0b0b7ac79b&oe=5A6EA3DD
Cita P.S.
«El pueblo, la masa nacional, permanece en la más estólida indiferencia. Gobierne quien gobernare, nada le importa; sobrevenga lo que sobreviniere, poco se le da; todo lo sufre, todo lo acepta. El Perú, como infeliz mujer encadenada al poste de un camino real, puede sufrir los ultrajes de un bandolero, de un imbécil, de un loco y hasta de un orangután».
Nuestros Beduinos (Fragmento de horas de Lucha) de González Prada.
*Testimonio del hermano de la víctima:
«El señor la agarró a la fuerza, cerró la puerta, la metió a la cama y la violó. Ahora yo estoy en la comisaría y el INEI me ha dicho que no diga nada, que me calle y que la llevarán al hospital nada más. Yo quiero llegar hasta las últimas porque este delincuente se debe pudrir en la cárcel»