El expresidente chotano actualmente se encuentra con una prisión preventiva de 18 meses dispuesto por el Poder Judicial. En su gobierno se rodeó de oscuros personajes que convirtieron su vida en un delirio exagerado.
El expresidente Pedro Castillo se hizo conocido en 2017 por las huelgas magisteriales que pusieron en jaque al gobierno del exmandatario PPK. Pero nunca se imaginó ser jefe de Estado y menos postular como cabeza de lista en una plancha electoral que no tuvo otra opción que incluirlo, debido a los impedimentos legales que tuvo el líder del partido ganador de gobierno, Vladimir Cerrón.
Fue entonces que, en 2021 el chotano salió elegido jefe de Estado y al principio tuvo cierta aceptación de los ciudadanos de todos los rincones del país; sin embargo, al poco tiempo su gobierno demostró incapacidad y los asuntos urgentes que requerían solución fueron quedando relegados, mientras su régimen se empecinó en copar los puestos del aparato estatal con personas incompetentes que no cumplían el perfil requerido y que tenían cuentas con la justicia.
De pronto, surgieron las primeras denuncias periodísticas como la de Lima Gris que denunció los reveladores chats entre Bruno Pacheco y el exjefe de la Sunat Luis Enrique Vera; y eso fue la punta del iceberg que desentrañó más indicios, hasta que la Fiscalía inició una investigación que sindicaba a Pedro Castillo como presunto líder de una organización criminal, y entonces surgieron “los sobrinos”, “los ministros”, los “asesores en la sombra” y “los financistas”.
Desde ese momento, los excesos y las componendas del entorno cercano del profesor chotano le fueron pasando factura.
Entre tanto, el 7 de diciembre, horas antes de que el Congreso decida la destitución de Castillo Terrones, él salió con un inesperado mensaje a la nación afirmando el cierre del Parlamento. Y en medio de la conmoción, el Poder Legislativo inmediatamente elaboró una nueva moción de vacancia exprés que alcanzó 101 votos y que sacó a Castillo de Palacio de Gobierno; y ante el abandono de las fuerzas del orden y sus ministros, él trató de huir hacia la embajada de México, pero su propio personal de seguridad recibió las ordenes de detenerlo y lo trasladaron hasta la Prefectura de Lima, e inmediatamente la Fiscal Benavides pidió su prisión preliminar por flagrancia por el presunto delito de rebelión y hoy se encuentra recluido en el fundo Barbadillo.
A pesar que Castillo Terrones probablemente purgue cárcel por los delitos que se le imputan, ¿cuál será la situación legal de la presidente transitoria Dina Boluarte que también está investigada por la Fiscalía? ¿Ella realmente junto con el Congreso adelantarán elecciones, o pretenderán quedarse hasta el 2026?
Finalmente, en la historia del Perú ¿Cuántos expresidentes terminarán en la cárcel en los próximos años?