La SUNEDU y la impunidad frente a la UCV y la tesis plagiada de Pedro Castillo
Uno de los mayores escándalos político-académicos fue el título de Magister en Educación obtenido con una tesis plagiada por el entonces presidente de la República en complicidad con la Universidad César Vallejo. Han pasado nueve meses y la SUNEDU permite la impunidad. Un informe sobre el rostro real de una entidad que no es lo que dice ser.
El 2 de mayo de 2022, una grave noticia escandalizó al país. El programa dominical Panorama, reveló que el entonces presidente Pedro Castillo y la primera dama Lilia Paredes, habían cometido plagio en las tesis que les permitieron obtener el grado de Magister en la Universidad César Vallejo (UCV).
Las 121 páginas de la tesis del expresidente “La equidad de género y los aprendizajes significativos del área de personal social en los estudiantes del IV ciclo de la institución educativa N° 10465 Puña-Tacabamba-Chota”, fueron sometidas al software Turnitin y la prueba arrojó que el 54% de lo escrito en las tesis de Castillo Terrones era un burdo plagio del trabajo de otros autores. Otro tanto ocurrió con el texto de su esposa.
Cuando este escándalo se hizo público, aparecieron nuevas denuncias de plagio en trabajos presentados en la misma Universidad César Vallejo. Uno de ellos fue el que denunció el investigador y catedrático estadounidense Gavin Jones, en setiembre de 2022. Jones, científico de la Estación de Investigación de las Montañas Rocosas del Servicio Forestal de los EEUU, denunció que Rosalinda Altamirano y Yude Walter Baca Podesta, dos tesistas de licenciatura de la Escuela Profesional de Ingeniería Ambiental de la Universidad César Vallejo, plagiaron un artículo académico de su autoría escrito en inglés. El único trabajo que se tomaron fue traducirlo al español.
Estos episodios pusieron al descubierto que la universidad César Vallejo tiene un cuestionable e inusual récord al haber registrado, desde su fundación en 1991 a la fecha, 83,963 tesis, superando a la universidad más antigua del país, la Nacional Mayor de San Marcos fundada en el año 1551, y a todas las universidades peruanas en cantidad de tesis recibidas y aprobadas.
¿Qué hizo la SUNEDU frente a esta gravísima situación que destruye una de las condiciones básicas de calidad que tanto pregona cuidar esta entidad?
El cuestionable rol de la SUNEDU
Días después del escándalo de plagios en la Universidad César Vallejo, la entidad que debe vigilar el accionar de las universidades, guardó silencio y recién¡cuatro meses después¡ el 4 de setiembre de 2022, emitió un tímido anuncio señalando que iniciaría “un proceso preliminar”.
Mientras tanto, la Universidad César Vallejo asumió una actitud de impunidad a punto tal que, en una conferencia de prensa, en la que estuvo presente el fundador de la universidad, César Acuña, informaron que para la investigación realizada tenía esta conclusión: “La comisión ha concluido que las tesis de Pedro Castillo y Lilia Paredes mantienen su aporte de originalidad”.
¿Qué hizo la SUNEDU? ¿Tomó medidas contra la Universidad César Vallejo? ¿Decidió frenar la actividad de plagios masivos que puede ser causal de pérdida de licenciamiento para operar? ¿Hizo algo la SUNEDU? Nada. No tomó ninguna medida.
Luego, ocurrió algo peor que un plagio. Se descubrió que las tesis presentadas por Pedro Castillo y su esposa Lilia Paredes, no las habían escrito ellos sino que habían sido encargadas y pagadas a un escribidor que operaba en un local de fotocopias frente a la universidad San Marcos. El costo fue de 15 mil soles, según la versión de una Colaboradora Eficaz, quien, además reveló que las gestiones y pagos estuvieron a cargo del secretario de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco —delincuente convertido en Colaborador Eficaz—, quien, además, intentó incluirse en el paquete de tesis entregadas a la Universidad César Vallejo para la extensión de los títulos de Magister a Castillo y su esposa.
¿Qué hizo la SUNEDU? ¿Investigó y sancionó a la Universidad César Vallejo? ¿Exigió que los títulos de Magister de Castillo y esposa sean anulados? Nada. No tomó ninguna medida.
Es necesario tener en cuenta que la SUNEDU tiene funcionarios muy bien remunerados que integran la Dirección de Fiscalización encargada de iniciar los procesos sancionadores correspondientes y, más importante y grave, la sanción final está a cargo del Consejo Directivo. Sin embargo, el superintendente, Oswaldo Zegarra Rojas que pregona en todos los medios que la SUNEDU es una entidad perfecta, no dijo nada ni ordenó ninguna medida.
El plagio es uno de los atentados mayores a la validez de un título universitario o a cualquier evaluación. El plagio es la acción más reñida con la actividad académica. Peor aún si ese acto de salvajismo académico es perpetrado desde la Presidencia de la República con el aval del dueño de una universidad.
¿Quién tiene la obligación de controlar y sancionar que esa barbarie académica? Obviamente, la SUNEDU porque entre sus funciones está la obligación de controlar el cumplimiento de las normas educativas. La ley le ordena “Supervisar las condiciones básicas de calidad del servicio educativo conducente al otorgamiento de grados y títulos equivalentes a los otorgados por las universidades”. Es decir, tiene que verificar que los grados y títulos estén otorgados cumpliendo con los criterios educativos de una universidad licenciada.
El escándalo de las tesis plagiadas y mandadas a cofeccionar por el ex presidente Castillo y su esposa, ocurrió hace nueve meses y la SUNEDU no ha tomado ninguna acción concreta y la Universidad César Vallejo sigue operando con total impunidad.
El jefe de la SUNEDU, Oswaldo Zegarra, suele declarar que su entidad tiene la misión de preservar la condiciones básicas de calidad y que cualquier crítica o modificación de la SUNEDU traería abajo esa tarea. En los hechos, no es así. La SUNEDU no es la entidad eficiente, ética y vigilante que dice ser. La impunidad en el caso del plagio presidencial y la Universidad César Vallejo, es una enorme muestra del verdadero rostro de la SUNEDU y su Consejo Directivo.