Opinión

La sonrisa perdurable de Monos y Monadas

El periodista Nicolás Yerovi abarrotó el auditorio César Vallejo en la FIL de Lima

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Nicolás Yerovi, su padre Leónidas y su abuelo —también Leónidas— ya son parte de la historia de la literatura peruana, del humor gráfico y de la vida política que aconteció desde hace 119 años, época del nacimiento de ‘Monos y Monadas’, una revista de fino humor político que ha contribuido no solo a la historia del Perú, si no al periodismo y a la cultura.

Esta vez, Nicolás nos presenta un nuevo libro en el cual se dio el menester de recopilar del modo más festivo las hilarantes aventuras de tres generaciones que vieron pasar al Perú desde la parsimonia de un tranvía hasta la velocidad de un tren eléctrico. ‘Monos y Monadas. La sonrisa perdurable’, acaba de ser publicado y tiene 263 páginas inolvidables que nos invitan a no perder la inspiración y ese aliento al que nunca debemos renunciar.

La presentación fue en el auditorio César Vallejo de la Feria del Libro de Lima, a lleno total y como ya nos tiene acostumbrados el irreverente Nicolás hizo que la noche del sábado se convierta en una feroz risotada de invierno. Y no es para menos, porque como él mismo mencionó, el espíritu de ‘Monos y Monadas’ sobrevivió más que la revista ‘Punch’ en Inglaterra, más que ‘Charlie Hebdo’ en Francia y más que ‘La Codorniz’ y ‘El jueves’ en España. “Es una manera de ver la historia, como también lo es este libro que reúne lo menudo de la vida cotidiana y lo evidente de la historia de un país. Parece un libro escrito entre Jorge Basadre y Magaly Medina”, expresó el autor.   

«Tanto mi abuelo como mi padre se dedican como un salvavidas a cultivar la gracia, la sátira, el ingenio y a reírse de las cosas. Cuando a mi padre por una venganza política le roban el automóvil, él por las ondas de la radio se dirigía al ladrón y le decía: estimado señor ratero, quizá usted no lo sepa, pero se ha llevado una joya. No es un automóvil del año, pero es una maquina noble, no deje usted de cuidarla con esmero señor ratero. La verdad, me daría mucha pena que usted maltrate un artículo que ha sido de tanta utilidad. Y así, ante el dolor se burlaba, se reía”.

(Columna publicada en Diario UNO)

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