Opinión

La Selección Peruana es un mamarracho

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

Published

on

De doce puntos posibles, Perú solo consiguió uno. Y hasta ahora no pudo meter ni siquiera un gol (o aunque sea un autogol que hasta para eso se necesita talento). Lo que ubica al “país inca” en el sótano de la tabla de clasificación. Con un equipo sin norte, perdido, sin ideas, desconcertado, jugando a la sinrazón. A la deriva. Pateando por patear. Corriendo para todos lados y no acertando una. Un completo mamarracho. Hasta parecía que el estadio solo tenía un arco: el nuestro. Y ese anencefálico de Juan Reynoso que no debiera llamarse “Director Técnico” sino un completo inútil, un acondroplásico mental, ahora se tendrá que ir por la puerta trasera entre gallos y medianoche, haciéndose el loco y arrastrando sus maletas y sus S/291 mil soles mensuales de sueldo. Nadie lo va a extrañar ni siquiera sus hijastros futboleros o sus socios chiflados.

No hay que echarle la culpa al árbitro o al VAR (Video Assistant Referee) o esa hinchada ilusa e ignorante que cree que los chanchos vuelan y que el plomo flota. El equipo peruano es un mamarracho porque es reflejo de sus políticos ladrones, de su tercenmundismo domeñado, de su sub-subdesarrollo avinagrado, de la minería ilegal y la gran minería extractivista, de su gastronomía grasienta dizque “la mejor del mundo”, de sus últimos puestos en niveles de lectura y tenemos que agradecer que exista Bolivia (y tener cero puntos en la tabla de posiciones) porque sino estaríamos viviendo en el subsuelo. Al menos podemos sacar pecho y decir gracias Bolivia por existir; o, mejor dicho, gracias al Congo y todo África subsahariana.

Venezuela, un país sin tradición futbolistica, el equipito de vino tinto por el que nadie daba un céntimo, tiene siete puntos, le ganó a Paraguay, le goleó a Chile 3-0 y empató con Brasil. Eso es siquiera tener un colgajo entre las piernas. Y Perú está en nada. Falta mística. Falta alma, espíritu. Eso de creerse el rollo de que ser peruano es algo. Acaso no se decía antaño que “el Perú vale oro”. Se extraña al Cholo Sotil interpretando a todo pulmón Perú Campeón, acompañado de Don Félix Figueroa, autor del tema, al día siguiente de nuestro triunfo ante Colombia por 1-0, que nos coronó como Campeones de la Copa América de 1975. El Veco (y no “Veneco”) sacando pecho por el Perú siendo uruguayo. O siquiera la voz del poeta Marco Martos leyendo su poema El Perú. O la voz de Rodolfo Hinostroza que promocionaba a una marca de cementos y alentaba al Perú. O más antes, el pecoso Ramírez gritando como un energúmeno y con las venas salidas del cuello, en un estadio repleto de hinchas de hormigón fundido y no de cristal. Y todo eso es pasado, ahora solo tenemos a un israelita payasesco y descarriado que puede viajar a Rusia con su bandera bicolor pero que, oh maravillas, no puede regresar porque no tiene como y está misio.

Y es que estamos en el suelo y eso es sintomático. Restituyamos la democracia, restituyamos nuestro país, dejémonos de estupideces. Hay cien mil delincuentes “extranjeros” robando y matando por doquier, somos el primer exportador de cocaína en el mundo, 400 toneladas métricas de “harina Blanca Flor” salen por aire, tierra y mar. El avión presidencial de Fujimori padre es una prueba de ello y los cien kilitos que tenía Kenji en uno de sus almacenes solo son el remanente de un narcoestado que se cae a pedazos. Ya nadie habla de los militares barones de la droga. Y los congresistas solo quieren tener sueldos estratosféricos para vivir como ricos y viajar por el mundo con todo pagado porque aquí ser político es como ganarse la Tinka y haber nacido peruano es como haber nacido hemipléjico, sin brazos y sin piernas y la selección de fútbol es la prueba natural de ello. Y con este equipo de mrd solo podríamos jugar el Mundialito del Porvenir en La Victoria con chancabuques y pelota de trapo y aun así perderíamos.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version