Por Tino Santander Joo
La alianza entre el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) órgano de fachada del Partido Comunista del Perú y la Asociación de bancos del Perú (Asbanc), con el gobierno de Pedro Castillo es evidente. Mientras el Movadef, busca copar todos los espacios en el estado para blanquearse y realizar trabajo político; el Asbanc, busca consolidar su poder oligopólico en la economía nacional. Los métodos de ambas organizaciones son: el terror a través de la violencia sanguinaria en el caso de Sendero; los bancos te aterrorizan con juicios coactivos, quitarte tu casa y estos hechos a llevado al suicidio a varios peruanos.
El primer gobierno de la izquierda esta al servicio de la muerte y del terror. Nadie puede negar que el Movadef, gobierna el Ministerio del Interior como lo denuncian la prensa independiente y que los bancos y sus jinetes del apocalipsis controlan la SBS, el parlamento, el BCR y el MEF. Miles de demandas de ejecución de garantías hipotecarias son tramitadas por el poder judicial que ha convertido la propiedad, la vida y, la dignidad en una mercancía que subasta al mejor postor. El poder judicial es una de las instituciones mas corruptas como lo señalan todas las encuestas en los medios oficiales del sistema.
El Movadef y el Asbanc, tienen el control territorial y financiero del VRAEN, contrabando de Juliaca, de la minería ilegal, del lavado de activos y todo ello sucede con la complicidad del estado en todas sus instancias. La Sunat, persigue a los pequeños y medianos empresarios, pero, son complacientes con las grandes empresas que deben millones de soles al estado y sus juicios duran décadas no es el caso de los ciudadanos con quienes el poder judicial se ensaña.
El Estado se ha convertido en un instrumento de opresión de los grupos de poder económico. El MOVADEF, abandono el maoísmo delirante de Abimael Guzmán, para convertirse en una organización lucrativa que busca crear sindicatos paralelos y organizaciones de fachada que tienen como objetivo la extorsión con el cuento de la defensa del medio ambiente y la defensa de la agricultura; algunos despistados que no conocen el Perú, les hacen el juego en mesas de dialogo improductivas. Lo real es que el Movadef, jamás se ha pronunciado contra el oligopolio financiero y los bancos jamás han condenado el terrorismo en el VRAEM donde captan ingentes cantidades de dólares; son organizaciones que armonizan intereses en contra del Perú.
Frente a la alianza del Movadef y el Asbanc, y el burocratismo de las centrales sindicales ahogadas en diálogos improductivos con un gobierno que no tiene norte ni idea de lo que sucede en el Perú. Reitero – una vez más-, como una vieja letanía, los colectivos de deudores, estudiantes, trabajadores independientes, dirigentes sindicales, cooperativistas, las mujeres campesinas, los agricultores, el pueblo en general tiene el deber de rebelarse, insurgir democráticamente. Deben irse todos. Necesitamos una revolución social. Sin miedo ni medias tintas.
En 1980 nadie tomaba en serio el resentimiento, odio, la marginación que tenían los peruanos contra el sistema, las mismas condiciones percibo en millones de deudores de los bancos, en los fonavistas estafados por Francke y Pedro Castillo, la misma impotencia en los campesinos y agricultores que pagan doscientos setenta soles la urea, la desesperanza de millones de amas de casa que no les alcanza para pagar el gas, la luz, los teléfonos, pronto se va a reventar el cántaro y los medios oficiales con el Movadef, el Asbanc, llenaran sus páginas de sangre.
Marx, decía que la historia se repite, “la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”; en el Perú, será sangrienta por el encono acumulado.
