El otro día, mediante las redes, lancé la pregunta: ¿quién es el poeta más sabio del Perú? Esto, claro, generó todo tipo de respuestas. Hay, al menos, una gran claridad de ciertos polos: Belli como un autor clásico, o Marco Martos, e incluso Mario Montalbetti. Sin embargo, es obvio que, bajo tanta relatividad, es buena idea dejar un esbozo teórico de lo que sería tener sabiduría poética. Desde el siglo XX, se viene debatiendo si los autores más importantes son los de la academia o los letrados a la intemperie.
Hay un libro sobre las notas universitarias de Valdelomar que detonan su falta de ánimos para la vida universitaria; esta distancia, lleva al autor (L.A.S.) a separar a poetas y escritores peruanos en universitarios y no-académicos: Vallejo, Valdelomar, Palma, a un lado; del otro, autores como Alberto Escobar, Alberto Ureta.
Llevo esto al siglo XXI, y observo la misma distancia: la sabiduría se comparte entre ambos bandos. A un lado tenemos a los escritores académicos, como Marco Martos, Montalbetti, Mazzotti; y, del otro, los que no usan las vías universitarias (aunque, en algunos casos, ostenten títulos y demás) como Bueno, Wong, Ildefonso, o Yzquierdo Duclós o Plasencki. Sin embargo, ¿qué entendemos en sí por sabiduría? Yo diría que, más que títulos y grados, que son los que corroboran el oficio, es también la sensibilidad e impacto en la cultura social. Sensibilidad, hondura, constancia, dedicación e impacto. No olvidemos que, finalmente, es la academia la que corrobora una carrera dándole méritos desde tesis y estudios posteriores. Son los universitarios los que acreditan la calidad de un autor sobre otra.
¿Qué tanto impacto tiene Belli en la poesía peruana contemporánea? ¿Quién lee la poesía de Mazzotti? Marco Martos, sin duda, es uno de los más asiduos jurados del medio. Y, digamos, Montalbetti tiene una sabiduría no poética: es la sabiduría de un lingüista; en consecuencia, su poesía, no es apasionada ni transmite fuego. Pienso en un autor que nadie mencionó: Óscar Málaga, autor de una obra compacta y perfecta. Su último poemario “La salvaje melodía del viento” es un libro sabio en su versar; documento de una época que perdió las utopías y camina, como el Rey Mono, ansiosa de un nuevo sentimiento de absoluto.
Añado nuevamente la pregunta, ¿Quién es el poeta más sabio del Perú?
(Columna publicada en Diario UNO)
