Actualidad

LA PRIMAVERA UNIVERSITARIA

Published

on

FOTO: CÉSAR FAJARDO.

Escribe Hans Herrera.

En Tumbes una universidad tiene dos rectores en este momento. En Garcilaso el rector Cervantes Liñán gana diez veces más que el rector de Harvard. Y en San Marcos el rector saliente Cotillo se aferra a su puesto desafiando la ley cual  vendedor ambulante de la Parada. Ese en resumen es el panorama al que despertamos en el 2016. Que recién nos hemos dado cuenta (¡y en que magnitud!) que la Universidad en el Perú tiene cáncer. Solo falta saber si es operable.

La toma de San Marcos y la Ruiz Gallo expresan perfectamente el hartazgo de los estudiantes frente a este horizonte negro. En San Marcos hay carteles colgados en las aulas y muros exteriores de la universidad, estudiantes  con máscaras de Anonymous (posibles veteranos de la gloriosa lucha Pulpín de hace un año) pasean  por las puertas. Por donde se vea hay cámaras de televisión, prensa escrita y el hasta entonces rector de la UNSM, Cotillo trataba de ingresar ayer a fuerza de matones contratados y un saldo de dos heridos que se saldó el enfrentamiento con los estudiantes.

Mucha carne para las cámaras y ni un solo agente de la Sunedu a la vista hasta apenas el día de hoy. Porque a esto hemos de sumar la incertidumbre del vacio de poder en San Marcos. Por un lado Cotillo ha sido defenestrado, la vicerrectora  de San Marcos es la nueva rectora iterina pero sin reconocimiento de  nadie todavía, empezando por la contemplativa SUNEDU. Tampoco hay un líder carismático en la federación de estudiantes de la San Marcos que lidere esta lucha de resistencia que han encabezado los propios estudiantes. Hay un vacío, y una indecisión de las autoridades por hacer cumplir la ley y devolver el orden en las universidades. Sin quererlo, la reforma universitaria ha convulsionado las universidades del país al destapar la caja de pandora. Y ahora vemos todo lo que hay dentro.

Y es que cuando no hay  fiscalización, órganos de control competentes el abuso aparece  en forma de corrupción. Está es la situación de falta de transparencia a la que se llegó y se fue acumulando por años. El problema es el afán de permanencia en el cargo de los rectores que cual pequeños fujimoris  buscan aferrarse al feudo de sus corruptelas. La rebelion contra a ley es catedra de rectores. Y ese es el ejemplo que viene de arriba.

Porque las cosas hay que verlas como son, y la educación superior  para los rectores solo es un negocio. Porque como bien señalo Iván DeGregori, desde niños nos han vendido, incluido  a nuestros padres  el consabido mito de la educación, de que con un título  a nombre de la nación se sale adelante, cuando en realidad  solo es una forma de sacar dinero a las esperanzas de los jóvenes. Si  la educación, entendida como títulos con doble grado, con postgrados y maestrías bastara para salir adelante no tendríamos taxistas egresados de prestigiosas universidades ni menos a un candidato presidencial que ni sabe leer,  ni hablar, y que ha hecho de la educación universitaria un negocio redondo con que financia su campaña (seguramente la campaña presidencial más cara). El problema es este. Que te sacan la plata y no te enseñan nada.

Acá no se está jugando un mero cargo rectoral, se juegan  la auditoria de los libros, de los grados, de los títulos a nombre de la nación conferidos de manera nada transparente. Se juega en el caso de San Marcos un presupuesto que según  el congresista Daniel Mora bordearía los 1000 millones de dólares (la mitad  proveniente del presupuesto fiscal).

El problema no es solo de universidades públicas, expone a todos. La Garcilaso tiene 14 sedes y no paga ni un sol por concepto predial. A ese punto hemos llegado en favorecer a las universidades. Que no pagan nada al fisco y les cobran todo el sueldo a los estudiantes.

La Universidad Alas Peruanas tiene cerca de  mil profesores y solo 15 están a tiempo completo con contrato fijo. Ahora la ley les exige que sean 250.  Esto refleja claramente un régimen de estafa a los estudiantes y explotación al docente.

En este momento San Marcos está tomado,  hay más estudiantes con la cara descubierta que encapuchados. En un muro queda la marca de un balazo de ayer. El campus esta acordonado por los estudiantes, comienzan las mesas redondas con la Sunedu. Nadie ingresa al campus, y sin embargo no sé cómo abundan dentro las gaseosas y  los helados.

El sacrosanto concepto de autonomía universitaria ha sido utilizado  para hacer dinero sin control alguno, sin auditoria de parte de la contraloría. Dinero, ese es el alma del problema. La obsesión por hacer más dinero.  Manejos de recursos sin  dar cuenta a nadie. Es que ni siquiera podemos hacernos una  idea de cuánto dinero se está desfalcando de las universidades. Hay mucha mugre bajo la alfombra que se ha estado por años barriendo y que comienza a asomarse. Solo calculemos los ingresos por examen de admisión, al concurso de docentes,  a la academia pre universitaria,  a los grados y títulos. ¿Cuantas tesis son plagiadas?  Solo falta decir una cosa más, que destapada la caja de Pandora nos damos cuenta que  acá hay  plata como cancha.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version