La presidente o la presidenta: ¿Victoria feminista o adecuación a los usos?

Seguramente usted, estimado lector, se habrá preguntado si con el pasar de los años el lenguaje ha tenido que ir amoldándose al requerimiento de un cierto grupo minoritario, resaltando ejemplos absurdos como ‘el sofé’ ‘les amigues’ o ‘la monda’.

Ya habrá escuchado o leído previamente en algún texto la oración “la presidenta de la República…”, refiriéndose a una alta funcionaria de un país, intuyendo que tal vez eso se trate del resultado de una victoria lingüística por parte del feminismo. Lamentamos informarle que no está en lo correcto.

La polémica se agudizó cuando la ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, empezó a adquirir el hábito de usar presidenta cada vez que ella tenía que exponer, solicitando a los presentes que utilicen esa palabra cuando se quieran referir a ella.

“La señora @CFKArgentina reclama que le digan ‘presidenta’ y está obsesionada con hacer terminar en ‘A’ palabras que terminan con otras letras, aquí les dejo un ejemplo de lo que hace, espero puedan decir algo al respecto porque es muy terca, gracias, saludos”. Acompañó su posteo con un video en el que Fernández de Kirchner se refiere a “soldados y soldadas.”, escribía hace un par de años la cuenta de Twitter @GataMacrista2.

A lo que la Real Academia Española (RAE) contestó en la misma red social: “En referencia a una mujer, la opción más adecuada hoy es usar la forma ‘presidenta’, femenino documentado en español desde el s. XV y presente en el diccionario académico desde 1803.”

¿Presidenta o presidente?

La misma RAE agregó sobre el uso del género masculino o femenino, resolviendo de una vez por todas esa inquietud.

“Aunque no sería gramaticalmente incorrecto decir «la presidente», hoy lo normal y recomendable es usar la forma «presidenta» cuando nos referimos a una mujer que tiene ese cargo”.

Entonces, de acuerdo a la RAE, resulta indiferente escribir el presidente o la presidenta; aunque los más puristas del lenguaje sostienen, con mucha razón plausible, que los sustantivos que terminan con la letra “e” son neutros, como el caso de “presidente”, en donde la palabra posee un género indeterminado, pero jamás se puede aludir que posee sexo.

Finalmente la RAE se sustenta en documentación de hace más de 500 años para la aprobación de esa palabra, descartándose de manera directa que se haya sometido al condicionamiento de un pequeño grupo.