En Lambayeque no solo sus políticos andan hasta el perno. Sino también quienes suelen llamarse críticos o especialistas en literatura regional. Este viernes, acabo de enterarme a través de las redes, se realizará un coloquio y presentación “oficial” de los ocho nuevos integrantes de la lista de autores regionales incorporados en el prospecto 2016 de la UNPRG. Una lista que en considerable proporción resulta terrible, obscena, arbitraria y dañina para la memoria de las buenas letras producidas en esta parte del país.
Digo esto pues entre la mayoría de quienes fueron elegidos, bien pudieron esperar un rato. Hay otros nombres y hombres que sin duda han merecido ser incorporados y difundidos con anterioridad. No lo vemos a José Eufemio Lora y Lora, Juan José Lora, Juan Ramírez Ruiz, Carlos Ramírez Soto, Moisés Espinoza o Elio Otiniano. Solo por mencionar a autores mayores. Ni qué decir de los más recientes.
Y es que supuestamente, según la propuesta del estudioso literario Nicolás Hidrogo, deberían aparecer miembros de las generaciones del 50, 60, 70 80, 90 y 2000 pero, oh, qué sabiduría, no solo le bastó autoincluirse sino que además ha seleccionado a cuatro autores de su misma camada. En este caso, más allá que Ernesto Zumarán sea mi amigo, obviarlo ha sido un tremendo despropósito. La calidad literaria trasciende la argolla que tanto ataca, perifonea el propio Hidrogo.
¿Dentro de los ochos nombrados, algún autor o autora del 50, 70 o 2000? Never.
Lo cierto es que el sapiente Nicolás Hidrogo propuso su Mapa de la literatura lambayecana y su socio, el docente universitario Beder Bocanegra sustentó semejante sandez y los académicos de la UNPRG, que bien podrían ser parte del público de algún reality show, decidieron aprobarlo. Así anda la investigación en la Pedro.
Ahora, eso de presentarlo “oficialmente” me parece grotesco. ¿Acaso no es la UNPRG quien debería hacerlo?
Por otro lado, seguro se dirán que escribo esto porque no se me incluyó. De pura piconería. No pues, no se puede estar callado en medio de este acto repulsivo. Con ver en la nómina a los autores que mencioné líneas arriba me hubiese dado por satisfecho. De mí pueden olvidarse.
No cabe duda que a este ritmo, los señores Hidrogo y Bocanegra, terminen seleccionando a sus vecinos más allegados y no me sorprendería que también hagan lo mismo con Chete, nuestro loco más famoso de la región. Asunto que aplaudiría.