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LA NUEVA “UTOPÍA” DE VIZCARRA

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Es difícil olvidar lo que sucedió con el incendio en “Utopía” donde 29 jóvenes de clase pudiente murieron asfixiados en una discoteca y donde sus padres, con los mejores abogados del medio, no pudieron lograr ninguna justicia. 18 años después, este absurdo y crimen de lesa humanidad se vuelve a replicar con la discoteca “Thomás Restobar” de Los Olivos porque la historia se repite dos veces, primero como tragedia y luego como comedia (frase de Marx siguiendo a Hegel sobre Napoleón Bonaparte). Y en Perú con mucha más razón, sobre todo en un país cuyos gobernantes acostumbran a ponerle todo el peso del gobierno a los militares y policías. No olvidemos que nuestro actual gabinete tiene a tres militares gracias a un gobierno débil y torpe que nadie eligió y cuyo mayor respaldo viene de las estadísticas y del dinero que el estado abona en los canales de televisión, radios, revistas y periódicos.

Así, un gobierno que ha invertido millones de soles en salvar a los empresarios de la Confiep (al 1% de las empresas les dieron el 56% de la “reactivación”; de 500 mil empresas, solo cinco mil recibieron lo suyo), es claro que la presión y la represión debería caer sobre los pobres. Mientras los ricos pueden cuarentenear a sus anchas con la refrigeradora llena, los pobres están obligados a salir y contra todo pronóstico hacer su “inmunidad de rebaño”. En esta situación, nada se podría detener para los ambulantes, los tricicleros, los carretilleros, los estibadores, los “día a día” que son, al fin y al cabo, la última rueda del coche.

Quizás si se tratara de los hijos de los ricos la cosa hubiera sido diferente y la policía hubiera avisado a los dueños o a los que regentaban “Thomás Restobar”. Pero no, estos son los hijos de las polladas, los herederos de los trabajos forzados, los hijos de los que lo perdieron todo y, por lo tanto, había que caerles con la pierna en alto: balas al aire, golpizas y bombas lacrimógenas que el Ministerio del Interior ya salió a negar sin investigar nada en lo absoluto. Igual la ministra de la Mujer quien solo quiere blindar a Vizcarra y cuidar su puesto de trabajo. Pero ni siquiera ella puede responder cómo así mueren 12 mujeres en manos de la policía y nadie resulta culpable. Y cómo así, este feminicidio solo termina culpando al dueño de una discoteca que al parecer ni siquiera estaba en el lugar de los hechos.

Y es que a pesar de que la PNP ha negado el uso de bombas lacrimógenas y de la violencia, testigos aseveran que no fue así y que incluso se lanzó tiros al aire. La periodista Diana Victoria Pozo de Latina.pe, canal 2, tuiteó un vídeo desde el lugar de los hechos con el siguiente mensaje:


“13 personas mueren asfixiadas en una discoteca que funcionaba en pleno toque de queda en Los Olivos. En el lugar más de 100 asistentes trataban de escapar de la policía que llegó a intervenirlos. El pánico se habría generado por la activación de una granada de gas lacrimógeno.”

Y un nuevo vídeo propalado por Digital TV en las redes sociales muestra a un joven gritando: “Levántante, hermano. Va ser culpa de todos los ‘tombos’ (policías). Ya están muertos”:

Hechos que contradicen la versión oficial u oficiosa.

Y así como Toledo, refiriéndose a “Utopía”, dijo que las autoridades sancionarán con mano dura y firme y con todo el peso de la ley a los irresponsables que manejan esos establecimientos incumpliendo la ley y bla bla bla. Vizcarra también pidió lo mismo: “Pedimos una rigurosa investigación al Ministerio Público y una sanción ejemplar para los propietarios y los que han organizado este tipo de eventos y que, lamentablemente, no es el único. Hay muchos eventos de este tipo que se realizan en Lima y a nivel nacional”.

Y así como el alcalde del distrito de Surco, Carlos Dargent, dijo que “Utopía” era un desastre anunciado, y responsabilizó del siniestro a los dueños de la discoteca que carecía de licencias municipales, de construcción y de funcionamiento, y a los concesionarios del Centro Comercial Jockey Plaza, etc. El alcalde de Los Olivos, Felipe Castillo, sacó cuerpo y manifestó: “Comprenderán que las acciones que se realizan en todo el distrito son múltiples y también es bueno que sepan que, así como en la Policía Nacional, nuestro serenazgo y nuestro equipo de Fiscalización está muy diezmada por efecto del COVID-19, así que -en ese contexto- siempre la fiscalización de todos los centros, de todos los lugares, puede ser insuficiente”, afirmó en Canal N.

Por lo que deducimos que este asesinato a jóvenes pobres de nuestro país solo será un hecho anecdótico más en nuestra historia. Un crimen que se pudo evitar pero que, por razones que tienen que ver con el poder y cómo se (mal) conduce, solo llenaran la carátula de los diarios y servirá como cortina de humo al gobierno para seguir criminalizando al pueblo y desviando la atención de la total ineptitud de Vizcarra y compañía.

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