Cultura

La navidad en el corazón del mundo

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En esta época del tiempo y del año, los Andes y los pueblos que crecen sobre su altura, se decoran de musgo y lluvia. Florecillas frescas perlan las laderas de cerros y quebradas poniendo un encanto singular en su paisaje. Los ríos cobran anchura, a veces hasta el desborde debido a la pertinaz lluvia que enloda caminos o hace entrar en zozobra a la gente de la región andina.

Es en este ciclo, donde se hace realidad el recuerdo de un Niño que  vino a trastocar el orden de las cosas y a decirle al hombre que no era solo el rey del universo, si no su servidor y su guardián. Que las manos que le puso no fueron para abrirse en mil combates, matar y destruir. Que fueron hechas para abrazar distancias y ofrecerlas al otro en un cáliz de amor, de hacerse carne de su carne y como Él, darse íntegro hasta incluso dando la vida.

Y aunque el hombre no siempre recuerde esta enseñanza, ha guardado un espacio en su corazón para hacer la evocación de aquél Nacimiento que se repite en todos los confines del planeta.

En América, aparece en diferentes escenarios, pero en todos se realiza el milagro del Misterio, lo mismo que en el Perú, tierra pródiga de creaciones populares. Costa, sierra y selva, hacen su propia representación acorde con sus motivaciones y en todos esos nacimientos, podemos admirar el talento de la creatividad colectiva.

CUSCO, o Qosqo, denominado el ombligo del mundo, el corazón de esta América milenaria, ha recogido las tradiciones más expresivas a lo largo de los siglos.

Se dice, que la primera Navidad peruana, la hizo el conquistador Francisco Pizarro y de allí los criollos le pusieron su propio sello hasta convertir esta fecha en una fiesta que era celebrada en la capital del virreinato con música, fuegos artificiales, pelea de gallos, auto sacramentales, la Misa de Gallo, esperada durante el año por la fastuosidad de su rito, la bendición de aquellos Niños que competían en belleza, además de la construcción de los Nacimientos que por su originalidad y arte sobresalieron entre todos, así los de Doña Juana Oyarzábal en su quinta de Barbones y Josefa Méndez y Valdivia en Chorrilos, esto ya entrada la República.

EL SANTORANTICUY CUSQUEÑO

Desde la época colonial, Cusco se distinguió por la confección de Niños, denominados Niños Manuelitos, que  fueron creados por algún anónimo artesano en el siglo XVI. Pero es en el siglo XX donde el genio de Antonio Olave Palomino, le dio fama internacional. Confeccionado de maguey, madera o yeso, ha sido vestido por la artesana Florentina Espinoza de Monge, durante las últimas décadas. Manuelito, es un Niño mestizo y aparece con chullo y poncho, al estilo del campesino cusqueño.

Manuelito, era el rey de aquella feria denominada Santoranticuy, realizada el 24 y 25 de diciembre que estuvo presente por décadas en la Plaza de Armas; allí se podía encontrar una excelente variedad de artesanías, panes, las famosas alacitas bolivianas, pesebres y todos los elementos que alegraron la Navidad hasta el año pasado.

Este diciembre, ya no será lo mismo, pero el Santoranticuy continuará, aunque en un escenario diferente, como nos comentó el ingeniero y artesano Julio Gutiérrez Samanez, uno de los participantes. Las razón? La pandemia que no permite aglomeraciones.

Los artesanos, con la misma fe y mostrando sus creaciones se organizaron para estar presentes en el Jardín de la Cervecería en el distrito de Wánchaq, durante cuatro días (del 24 al 27 de diciembre). Porque esta tradición tan nuestra, no puede morir.

Como nos comentó Julio Gutierréz, entre otros artífices estarán Juana Mendívil, Jesús Cuba, Larry Orellana, que obtuvo el Primer Premio en el concurso “Navidad es Jesús” organizado por la PUCP. Su obra se tituló Manuelito Waqhakhuyay (Manuelito Misericordioso). También encontramos a Enrique Gutiérrez, Abigail Aller y otros más.

Para saber algo más sobre esta fiesta y otras tradiciones como el Año Nuevo y la Bajada de Reyes, LIMA GRIS conversó con el economista, investigador y editor del órgano cultural on line Pututu, José Carlos Olazábal Castillo.

 José Carlos, nos acercó a las costumbres de su tierra natal, Ollantaytambo, después de referirse al  Santoranticuy cusqueño.

Hablemos del Santuranticuy en Cusco. ¿Cuándo se inicia, quiénes son sus propiciadores?

El Santurantikuy, literalmente compra-venta de Santos, es una costumbre muy antigua en el Cusco. Es una feria que se realiza el día 24 de diciembre en la plaza de armas, donde los diversos artistas populares ofrecen en venta las imágenes del niño Manuelito, san José, la Virgen María, los pastores y todas las imágenes que se requieren para “armar” (como se dice en el Cusco), el nacimiento en los hogares.

Al parecer se inicia en la época colonial, con la venta de imágenes. Una referencia es la que nos da el Cura José María Blanco, que visitó el Cusco en el año 1835 y nos informa que el Santurantikuy se realiza en las gradas de la Catedral, donde, desde las seis de la mañana, se venden imágenes y las ramas de diversas planta así como el ichu para adornar los nacimientos.

Los nacimientos de las familias cusqueñas son muy mentadas, muchas ocupan toda una habitación y las familias reciben a sus amigos y familiares con ponches de diversos productos ( guinda, habas), con chocolate y con diversos bocadillos.

Anualmente la Municipalidad organiza un concurso de nacimientos, donde se premia al que este mas elaborado, el que tiene mas figuras y una disposición artística.

¿Cuál fue la mejor época del Santuranticuy? ¿Cuándo y por qué fue decayendo?

A principios del siglo 20 ya el Santurantikuy abarcaba varios sectores de la Plaza de Armas cusqueña, incluyendo algunos de los Portales, como el de Belén. Con el paso de los años, esta feria ocupó totalmente la plaza. La venta no solo era de santos, también se incluyó diversos juguetes de fabricación casera, como los camiones de madera, las figuras de cerámica que traen los artesanos de Puno, entre otros artefactos propios de la temporada navideña.

¿Quiénes son los artesanos que estuvieron presentes en esta feria navideña?

Los artesanos más importantes que acogía esta feria fueron los que luego fueron reconocidos mundialmente, tales como Hilario Mendivil, Antonio Olave, Edilberto Mérida y Santiago Rojas, quienes impusieron un estilo especial de sus imágenes, las que pueden ser reconocidas fácilmente. Ellos tienen muchos seguidores, quienes año a año muestran su arte en esta feria.

¿Cómo se celebra en la actualidad?

Como toda manifestación cultural, esta feria cambia en forma permanente. Además de las imágenes tradicionales de un nacimiento navideño, se ofrecen pequeñas esculturas de las diversas danzas cusqueñas, personajes que representan diversos oficios o profesiones, como los herreros, dentistas, etc, Se ha adicionado otros productos elaborados artesanalmente como es el caso de prendas de vestir, pinturas, tallados en madera, trabajos en hojalata, en cera y en cuero.

Además, por la fama de la feria, llegan artesanos de otras localidades como Ayacucho y Puno, estos últimos con sus alasitas.

Además hay un numeroso grupo de comerciantes de souvenirs turísticos, los cuales aprovechan para ofrecer productos destinados a los visitantes.

La Municipalidad provincial conjuntamente con el Instituto Americano de Arte, da una serie de lineamientos a fin de mantener esta feria como una tradicional y no un lugar de expendio de productos industriales como los juguetes de plástico.

En el presente año, debido a la situación sanitaria, el Santurantikuy se realizara en el denominado “ Jardin de la Cerveza”, un local donde se celebran conciertos musicales.

Pasamos a Ollantaytambo. Creo que en esta provincia también, existe-en realidad en casi todas las provincias de Cusco- pero cada uno con diferentes características.

¿Es esencialmente cusqueño o se repite en otras regiones?

La Navidad en Ollantaytambo, como en otros pueblos cusqueños, es mas austera. La actividad más importante es la misa de gallo, donde asisten los pobladores con toda su familia.

La cosmogonía andina tiene una manera de explicar el paso del año viejo al nuevo. ¿Qué aspectos se contemplan en este mito?

En toda cultura el paso de un año a otro es una fecha de celebración. En la cultura andina el año nuevo, está en la época de cambio de estación, cuando las lluvias ya están haciéndose más intensas con lo que el campo reverdece y se anuncia la pronta cosecha de los choclos. El agua, en este caso como lluvia, era un elemento muy apreciado y por lo tanto tenía un sentido muy especial.

El año nuevo en Ollantaytambo se celebra con el juego del Sinkuy, que es un juego de bolos, en los que participan las autoridades ( varayocs) de las comunidades ancestrales, quienes en esta fecha toman el mando.

Me hablaste de una costumbre que se practica en Ollantaytambo por el Día de Reyes. ¿Cuál es y qué característica tiene?

La festividad de los Reyes, es una de las más importantes en el calendario festivo de Ollantaytambo. Se venera al Niño Melchor de Marcacocha, una localidad ubicada a unos 10 kilómetros del pueblo, donde según la leyenda apareció un niño que jugaba con los pastorcitos y les entregaba hilados y tejidos finos. Un día los sorprendidos padres, al querer saber quién era el niño del que hablaban sus hijos, a escondidas lo vieron y quisieron atraparlo con sus mantas y grande fue su sorpresa cuando vieron que el niño se convirtió en una estatua, la cual se venera en la capilla de dicho poblado y que en la fiesta de Reyes “baja” al Ollantaytambo, donde se le celebra con misas, procesiones, danzas y corridas de toros. Esta es la fiesta ollantina mas antigua, porque sus orígenes se remontan a la época inca cuando estos tenían una huaca en Marcacocha, lugar donde hay una pequeña laguna. Esta festividad justamente tiene que ver con la festividad del agua.

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