¿La ministra Martens debe responder por su mala gestión al frente del MINEDU? SÍ.
Sobre todo, por la irreflexiva respuesta que el gobierno ha brindado a la crisis del magisterio y su huelga generalizada. Aunque ella no es la única responsable, en su calidad de ministra es la responsable política inmediata por la falta de resolución del conflicto que afecta a su sector.
¿La ministra Martens debe responder por la postulación de su hijo a la Beca Presidente de la República, en el año 2014 cuando ella se desempeñaba como asesora de Saavedra? NO.
El tipo fue declarado no apto como correspondía, habida cuenta del incumplimiento de varios de los requisitos exigidos por las bases del concurso de aquella ocasión.
Esto no niega la posibilidad de un supuesto beneficio indebido por parte de miembros del MINEDU y del Estado en general pero para señalar con rigor esta circunstancia, primero deberá investigarse exhaustivamente.
Era imposible que el hijo de Martens accediera a los beneficios del objeto de la beca dado que no clasificaba como un potencial beneficiario. Véase el inciso 8 del artículo 8 de las bases del concurso correspondiente a la postulación cuestionada para que se note la imposibilidad de lo que se requería.
http://www.pronabec.gob.pe/inicio/becas/descargas/bpresidente_bases2.pdf
Muchos, equivocadamente señalan como fundamento del rechazo de la responsabilidad de Martens, el inciso 8 del artículo 11 de las bases pero este no podría considerarse una restricción expresa porque se refiere exclusivamente a trabajadores de PRONABEC, no del MINEDU.
http://www.pronabec.gob.pe/inicio/becas/descargas/bpresidente_bases2.pdf
Inclusive, si la ministra, en aquel momento, asesora del despacho de Asesores del Ministerio de Educación hubiese estado enterada o hubiese consentido a su hijo, solo significaría una torpeza de su parte y, en el extremo más severo, sería una falta ética porque al ser parte de la alta dirección de la institución que brinda el beneficio educativo puede suponerse que podría interceder a favor de su familiar, pero como está expuesto en las bases del concurso Beca Presidente de la República 2014, el hijo de Martens no tenía las condiciones exigidas por el programa para acceder a la beca. Así que no hay ningún rizo que rizar en este extremo.
Haber intentado el favorecimiento de su hijo en la postulación haría de la ministra una estúpida y a Martens se le pueden hacer muchas críticas, pero no se puede suponer su estupidez así de gratis.
Políticamente, los fujimoristas como grandes hienas aprovechan estos exabruptos gubernamentales para lanzarse al cuello de Martens e indirectamente al de PPK. Lamentablemente, este último, se lo merece, plenamente. Por ejemplo, solo ciñéndonos a su último gabinete de ministros debe señalarse que las últimas tres mujeres que han asumido sendas carteras dejan mucho que desear. De allí que cuando afirmó en el mensaje de 28 de julio que la lucha de las mujeres también es suya, los entendidos lo tomaron como otra muestra de su humor “inglés”.
La izquierda en cambio, como no tiene ningún tipo de respuesta inteligente ni mucho menos orgánica, en general, parece haber cerrado filas en defensa de Marilú Martens cuando deberían preocuparse por esclarecer y apoyar la defensa de los derechos y pretensiones del magisterio. Claro está que para ello debería importarle más el país que sus mezquinos intereses “partidarios”.
El resto del espectro político nacional, respecto del caso en cuestión, no puede escapar de su natural intrascendencia y nulidad.
Finalmente, la brutalidad de los “críticos” de moda como Butters & CIA que confundieron el proyecto Beca 18 con la Beca Presidente de la República solo confirma el elevado índice de delirante estulticia que cunde en los medios de prensa en general y en las redes sociales en particular pero la presencia de Martín Valdivia Rodríguez como director del Diario Exitosa solo puede interpretarse como una extensión de las más malas sombras del fujimorismo noventero, lo que sumado al fujimorismo “moderno” que impera en nuestra realidad actual, nos deja como único panorama una tierra más baldía que la conjurada por T.S. Eliot.
Lamentablemente, el gobierno de PPK que fue electo como la última y más desesperada posibilidad, pese a su pasado lobbysta ampliamente conocido por todos, para impedir que un Fujimori asuma, nuevamente, el mando de la nación, no conlleva una diferencia sustancial respecto del más espurio engendro de la política peruana, el fujimorismo.