Política

La mala eduación

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El ministro Benavides ha sido ratificado en el cargo, quiere decir eso que es el único paladín de la educación en el Perú. Para sus defensores es Bolognesi enfrentándose al enemigo. Benavides es un prócer. Las acusaciones en su contra no interesan porque es un héroe y los héroes son inmaculados.

Nadie moraliza al moralizador. La educación no se negocia, aunque su paladín sea de papel. Y del otro lado ¿Los podemistas son cabales defensores de la democracia? ¿Su único interés es el tantas veces manoseado pueblo peruano? Tampoco.

Lo de Benavides contra sus adversarios, en el congreso, es la lucha de Satán versus Belcebú. Con el decorado de la pandemia. Pero la denegación de confianza a Cateriano no se reduce, en lo absoluto a eso, sino a su modo de concebir la política.

Porque Cateriano ha dado a entender que las otras bancadas que no le dieron el voto de confianza no conocen el manejo de la cosa pública; por lógica eso implica que el sí conoce. Y es verdad, sí conoce. No solamente el manejo de la cosa pública y el modo de hacer política sino también la Historia del Perú. Y eso es lo peligroso, porque su conocimiento no sirve para instruir o para buscar el bien general sino para manipular.

Que Cateriano diga que el Perú es un país minero desde el período prehispánico y que, en ese sentido, el Coricancha no fue un templo dedicado al sol sino un lugar cubierto de planchas de oro, es manipular la historia y tiene que ver con la educación. Pero no con un desconocimiento de ella, sino con un uso y abuso del conocimiento.  Cateriano conoce, no es un neófito, pero usa sus conocimientos para tergiversar y acomodar las situaciones para sus intereses.

¿Qué es peor? ¿Un ignorante o un hombre versado, que usa sus conocimientos para engañar? ¿Es eso democracia? Mientras la educación siga siendo un privilegio de unos pocos, esos pocos utilizarán su conocimiento de manera táctica para acomodar y falsear los acontecimientos según sus intereses. Eso no es democracia. ¿De qué vale un político versado cuando su conocimiento no aporta al progreso de la mayoría? Le vale para ningunear: los otros son los ignorantes.

El rechazo al gabinete Cateriano ha sido por un cúmulo de factores: el ninguneo a la pandemia, el privilegio a una minería irracional donde la redistribución no tiene anclaje en los sectores más urgentes y la tantas veces manoseada educación que es solamente un recurso político de ambos bandos.

La educación es un asunto primordial y necesario; pero no necesita de próceres, de héroes ni de adversarios. Necesita un uso limpio, adecuado, que llegue a sus legítimos destinatarios para que ningún político entendido y culto venga luego a falsear la historia y menos aún a ningunear.

Veremos qué pasa mañana en el Congreso.

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