Cultura

La “Madriguera”: sin lugar para los débiles

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El teatro es tragedia, pero aquí es además una película de acción. Si el cine pudiera oler, sería teatro. En Lima el teatro es tan tibio que no tiene olor. Hoy puedo decir que el teatro peruano ha resucitado como el ave fénix.  El buen teatro es cuerpo, los cuerpos huelen, y Madriguera apesta a ira, odio, hambre y esperanza.

Cuando hace poco viaje a la matria con una noticia: perdimos nuestra tierra. Solo pude sentir, mientras soportábamos lo insoportable, y me tragaba un nudo en la garganta, que dentro mío la cólera tiene forma de culebra en la barriga. Algo así son algunos de los registros emocionales que dejan ese buen sabor a dolor, como sangre en las encías después del puño en la cara, que te deja vivir Madriguera. Porque el teatro de verdad se siente o se siente.

MADRIGUERA es una experiencia cinematográfica, narrada con buena velocidad, sin apurar pero sin detenerse, sumerge al espectador en el mundo de la cárcel para mujeres. No solo son palabras, son cuerpos que hablan, que se sienten, hasta un gesto de la mano con la navaja o el vaso, dicen tanto como un buen monólogo. Las miradas también pueden ser navajas en el paladar o en la garganta. Usted decide que tan cerca desea sentarse del escenario.

En una cárcel, que podría ser cualquier cárcel de Latinoamérica, llamada Madriguera las que mandan no son la policía sino las presas, como podría ser cualquier cárcel de Latinoamérica. Liderado por dos sindicatos de reclusas: Estela y su gente y Las Mara salvatrucha. Estos grupos coexistirán en una paz tensa como una flecha en el arco, hasta que ingresa Lorena, la nueva. Y ahí comienza el primer tajo en la barriga.

“Madriguera” es una obra de acción que revela las entrañas de la violencia en el mundo carcelario de las mujeres, bajo la actuación de 9 personajes totalmente diferentes que acaban en mucho más que palabras bonitas. Porque para adornos están los jarrones.

La obra producida por  Abuelo Producciones esta escrita y dirigida por Renatto Argüelles, tiene un elenco integrado por la escritora, editora y actriz Kareen Spano, y las actrices Trilce Cavero, Lia Camilo, Alana La Madrid, Cristina Benavides, Masha Chavarri, Barbara Ley, Rosilu Osorio y Camila Mendoza que lo dan todo en esa cancha de la sangre que son las tablas de Dionisio.

Si la belleza auténtica es terrible, lo terrible también es bello. Belle la guerre, decían los caballeros franceses en la época de Rabelais. La belleza tiene un precio, es cara y duele. Sino duele no se siente. La casa de Bernarda Alba de García Lorca es una digna abuela de Madriguera, y Madriguera una nieta astuta. Una historia de solo mujeres hoy abundan, y sobran los discursos de género con sabor mentol, anís y sermón de los domingos. Para sermones los de Cipriani. A mí no me gusta la manzanilla ni el te con kion. Tengo gastritis y a mucha honra. MADRIGUERA es una digna historia de mujeres, no se desarrolla en un trabajo o en la casa, se desarrolla en la jungla de una cárcel. Selva de concreto donde florecen las navajas. La acción como el suspenso brillan en una sonrisa de dientes amarillos. Teatro suena a tablas, y aquí se sienten los cuerpos, el sonido es tacto a los oídos  que golpean. Un puño en la nariz, el sabor de la sangre en la boca ¡Vida! Las erinnias están sueltas, son nueve como las furias, como las musas. Pero una brilla , una resplandece amargura, belleza, dolor y verdad. El teatro en mayúsculas es para los más fuertes, lo demás lo puedo ver en la televisión y gratis. Aquí las palabras y el cuerpo vibran una culebra en la barriga. Si pudiera resumir Madriguera en una palabra sería, sino me lo corta mi editor, está: ¡CONCHASUMADRE!

Mientras tanto aún siento la navaja en el paladar, el sabor a paliza de solo recordar dos palabras: perdimos Chuyllullo. Pero también las palabras de San Josemari que por años creí mías: ¡Ánimo! Tú… puedes. Hoy llegó el día Rojo. Es día de Madriguera. Las nueve salen a escena. Se ven las venas en los puños. Si las ves, ¡Corre! Si te quedas puede ser que te quedes para siempre enclaustrado entre navajas, y que te guste. Quien nos entiende. Amo al Teatro porque no es su culpa (Kareen Spano lo escribió antes mucho mejor, pero como yo llego tarde lo escribo como puedo).

El Teatro de verdad se pinta en azul ultramar. Buena mierda. Aplaudid pues a las nueve de la sangre nueva.

Madriguera irá del 14 al 30 de octubre, los días viernes, sábado y domingo a las 08:30 pm en el Teatro Auditorio de Miraflores (Av. Larco 1150, sótano). No nos atenemos a las consecuencias de ir a verla.

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