ESCRIBE JORGE ARMANDO FERNÁNDEZ
Yonhy Lescano, congresista de Acción Popular ha presentado ante el congreso el Proyecto de Ley que prohíbe la difusión de pornografía en Internet, así tal cual es el nombre de tan absurda y mal sustentada iniciativa. Aunque ya se veía venir que algún moralista en el poder querría privar al pueblo de tan sagrado placer audiovisual para las noches de soledad y necesidades básicas, queríamos creer que nadie se atrevería a plantearlo habiendo asuntos que merecen mayor atención.
¿Por qué es absurdo este proyecto de ley?
La ley busca prohibir la difusión de la pornografía en Internet (mucho ojo, ya que todavía podrías comprar tu Chuculún y Matadero en tu quiosco de periódicos favorito) porque esta representa una afectación a la salud mental y educación sexual de las personas (mucho de lo que sabemos del sexo no nos lo contaron nuestros padres, sino el porno y amigos) y representa un factor que incentiva los delitos sexuales contra niños y mujeres.
¿El porno puede afectar la salud mental de las personas? Pues diversos estudios dicen que sí. Pero ¿afectan la educación sexual? Sí, cuando no tienes una buena educación sexual, y este sí debería ser un tema de importancia para discutir en el congreso, así lograríamos evitar embarazos adolescentes, violaciones a niños y mujeres, etc.
¿Y realmente está mal sustentado?
El proyecto de ley intenta sustentarse con dos variables que no tienen relación alguna ni científica ni empíricamente demostrada: pornografía y delitos sexuales; Lescano afirma, aplicando el clásico causa-efecto, que la una lleva a la otra, sin importarle confirmar la veracidad de sus argumentos.
De esta forma Lescano quiere decirnos que cualquier persona que vea pornografía es un potencial violador, pero hay que decirle al Sr. Lescano que los delitos sexuales existen desde tiempos inmemoriales, cuando no existía el porno ni la imprenta; y que los violadores no necesitan del porno para hacer lo que hacen.
¿Y de qué modo se piensa ejecutar esta prohibición?
Coaccionando a la empresas que dan internet para que bloqueen las páginas con contenido o información pornográfica (un término muy general ya que se podría impedir el acceso a sitios web de información científica), a cambio de mantener sus contratos y permitirles seguir operando en nuestro país.
Y como sabemos que el Perú es el país de todas las posibilidades, este proyecto podría tomar rumbo y aprobarse sin nuestro consentimiento, más aún, en contra de nuestros deseos, privando a millones de usuarios de un placer habitual.
¿Qué pasaría si en el Perú se prohíbe el porno a través de la Internet?
Estuve pensando buen rato en las posibilidades que se abrirían paso, porque sabemos que una prohibición en el Perú no implica obediencia ni acatamiento, solo una búsqueda de nuevas formas de obtener lo negado y quitado: negocios clandestinos y más piratería.
Así que las consecuencias de una ley antiporno en el Perú podrían ser:
- Un resurgimiento de audiencia en los cines porno, no es que haya poca audiencia en ellos pero podría aumentar el tipo de usuario que vaya a estos cines.
- Aumento de casas de vídeo para adultos.
- Venta clandestina de pornografía en DVD, que las hay sin duda pero habría una proliferación; por ejemplo en Polvos Azules podrían resurgir antiguos puestos donde las vendían, ya que la última vez que fui, solo había uno o dos puestos.
- Aumento de material impreso: habrían más revistas y diarios del tipo Chuculún y Matadero.
- Nuestros amigos informáticos podrían crear sistemas que burlen los bloqueos que las operadoras implementaran.
- Creación de páginas camufladas con links para descargar material pornográfico en servidores como Dropbox, Mega, etc; también a través de torrents.
Quizás haya muchas más posibilidades, el peruano es muy creativo para hacer negocios turbios, pero por el momento solo tengo en mente esas.
Hay que entender que esta ley antiporno, planteada de forma tan vaga, va a buscar que todos los sitios web donde haya información y/o contenido pornográfico sean bloqueados, y eso me lleva a preguntarme si las redes sociales como Twitter, Tumblr, Facebook, sitios web donde anuncian scorts, donde también hay material audiovisual explícito, se incluye en dicho bloqueo; porque seguramente el Sr. Lescano piensa que el porno solo habita en páginas que empiezan con el triple ve doble.
Una ley antiporno no es importante ni necesaria, y tampoco va a impedir el acceso a ella, muchos menos reducir el índice de violencia sexual en el país, pero sabiendo que el congreso está plagado de gente tozuda y necia, es posible que tengamos que ponernos a buen recaudo y empezar a descargar todo el porno que podamos, TODO, por el bien de nuestra comodidad y salud sexual: ah, perdón, ese es uno de los argumentos para aprobar esta ley.
