El día de ayer se hizo público el documento primigenio de la ley nro 28518 de “modalidades formativas laborales” firmado el 19 de junio de 2017 y en el que aparece claramente la firma del congresista Mario Canzio, vocero y miembro de la bancada NUEVO PERÚ que conforma Marisa Glave, Indira Huilca y Manuel Dammert, entre otros. La denuncia la hizo la hizo el excandidato presidencial Miguel Hilario quien también acusó al congresista del FRENTE AMPLIO Edilberto Curro por prestarse a esta traición a la patria contra los jóvenes de nuestro país.
“En la Comisión de educación el dictamen pasó con votos a favor por parte de la bancada de izquierda a la que Ud en ese momento pertenecía. ¿No se dio cuenta en ese momento? No quiero pensar que es estrategia política indignación reciente”, increpó a Huilca el líder del Partido Pluralista del Perú.
“Su congresista Canzio (ni) se inmutó en el debate en la Comisión de educación donde PL encontró dictamen favorable por unanimidad. Teniendo representación en dicha comisión no dijeron nada desde mediados del año pasado. No Digan ahora con la gente cuando sus acciones los delatan”, dijo en otro momento.
Cabe recordar que Verónika Mendoza, cuando fue congresista, también fue acusada muchas veces de manejar un doble discurso en cuestiones estratégicas para nuestro país como es el caso del petróleo donde firmó para que Petroperú entrara en el lote 192 de Loreto, y luego ocurriera un grave derrame (avisado por los grupos ecológicos y por técnicos) con el consecuente desastre ecológico en febrero de 2016: https://www.limagris.com/veronika-mendoza-firmar-para-que-se-derrame-el-petroleo-y-luego-tomarse-una-foto/
Finalmente, la violenta represión contra los jóvenes estudiantes el día de ayer, en la marcha de protesta iniciada en la plaza San Martín, dejó en claro que los congresistas en conjunto y el poder ejecutivo mantienen una siniestra alianza con la Confiep, cuyo presidente, Roque Benavides, dejó un mensaje proesclavista que, a sumas cuentas, quiere que los posibles trabajadores le paguen a la patronal por sus prácticas o “clases en fábrica”, haciéndonos retroceder más de un siglo antes de Ramón Castilla: «Capacitar a un practicante tiene altos costos y no genera ganancias. Será mejor que los nuevos trabajadores aporten y paguen a la empresa que los inserta al mercado y así logren experiencia laboral; nada es gratis en está vida. Se tiene que reconocer que la educación peruana es un fracaso y los egresados muchas veces no saben ni hablar.»