Uno de los países con una gran diversidad cultural es Azerbaiyán, ubicado en el Cáucaso, al borde del mar Caspio. Limita al norte con Rusia, al oeste con Georgia y Armenia y al sur con Irán. Su variada cultura es herencia de una rica historia. La variedad gastronómica, su artesanía tradicional, su belleza natural y sus maravillas arquitectónicas, hasta su música y sus artes, la convierten en un epicentro cultural.
La cultura de Azerbaiyán seduce a los viajeros con su historia milenaria, ahora expresada a través de flagrantes colores y un apasionado despliegue de sentimientos. A medida que las tradiciones nómades de las tribus guerreras túrquicas se fundían con el estilo de vida sedentario de los persas y la ideología árabe-islámica, nacían tradiciones únicas en el cruce de caminos de Eurasia, ahora conocido como Azerbaiyán. Aunque siempre ha mantenido su identidad musulmana en el Cáucaso, una región dominada por la religión ortodoxa, aquellos viajeros atentos reconocerán en el país la influencia rusa y europea.
La cultura de Azerbaiyán se palpa en las animadas danzas simbólicas, las delicadas pinturas en miniatura, las exquisitas alfombras tejidas a mano y las avanzadas producciones teatrales y cinematográficas. Historia y leyenda se mezclan en coloridas historias épicas, mientras que los visibles recordatorios del pasado pueden ser vistos en los palacios medievales azerbaiyanos y las resistentes estructuras soviéticas, mezcladas con modernos rascacielos que establecen récords.
Historia y tradición
Los asentamientos humanos más antiguos de Azerbaiyán son prácticamente anteriores al tiempo mismo. Se estima que los restos de una comunidad pre-achelense excavados en la cueva Azykh, tienen al menos 700.000 años de antigüedad, mientras que las piezas de una mandíbula de 300.000 años, hallados en el mismo sitio, son los restos humanos más antiguos descubiertos en la Unión Soviética.
La cultura azerbaiyana antigua no se limita al campo de la arqueología, y la colección de petroglifos de Gobustán deben ser vistos por todos aquellos que visiten el país. Estos fantásticos tallados en la roca describen escenas de caza, pesca, labor manual y actuaciones de danza y son tan antiguos como el Periodo Mesolítico.
Petroglifos de Gobustán.
Para observar en el pasado de Azerbaiyán centrado en el fuego, no debe faltar una excursión al Templo Zoroastriano de Ateshgah. Por otro lado, la Reserva Estatal Histórica-Etnográfica Gala lo consentirá con su rica colección de pinturas rupestres, cerámica, elementos del hogar, joyas, armas y monedas. Estos hallazgos reflejan el impacto cultural de los griegos, romanos, persas, mogoles y turcos, a la vez que prueban que Azerbaiyán ha reclamado por mucho tiempo una identidad propia.
Templo Zoroastriano de Ateshgah.
Folclore Azerbaiyano
El folclore azerbaiyano es una expresión creativa de los valores locales de coraje, sabiduría, amabilidad, respeto por la naturaleza y orgullo nacional. Algunas de las leyendas más antiguas de Azerbaiyán han sobrevivido solo a través de rituales, mientras que otra parte del folclore ha llegado a nosotros en forma de poemas y epopeyas. Las epopeyas han permanecido como un género central en el folclore tradicional azerbaiyano, y son vistas a través de trabajos como Oguzname, Epopeya de Koroghlu y el Libro de Dede Korkut. Los trovadores locales llamados ashugs jugaron un rol central en la preservación de las epopeyas, lo cual ayudó a solidificar las creencias azerbaiyanas. El folclore tradicional encontró una mayor expresión en bayati, cortos pero apasionados poemas que constan de cuatro líneas con siete sílabas cada una. Bayati a menudo tomaba la forma de sabiduría popular y eran tradicionalmente presentados por poetas femeninos.
Música y Danza Azerbaiyana
La música y danza azerbaiyana son algunas de las formas de arte local más expresivas, habiendo sido perfeccionadas durante 4000 años. La característica más definitiva de la música azerbaiyana es mugham, una improvisación musical expresada alternando partes vocales e instrumentales, y se encuentra inscrita en el listado de la UNESCO de Herencia cultural intangible, siendo celebrada anualmente en el Festival Mundial de Mugham. En Azerbaiyán, hermosas coreografías y emotivas danzas van de la mano con la música e incluso están ilustradas entre los petroglifos de Gobustán. Las danzas femeninas tales como la danza de boda asma kasma, son lentas y notables por sus movimientos fluidos y el exagerado uso de la cabeza y las manos. En contraste, las actuaciones de los hombres, tal como gangi, se basan en las artes marciales y dependen de la velocidad, los saltos y los movimientos rápidos y regulares de las piernas.
Literatura Azerbaiyana
La literatura azerbaiyana ha sido preservada a través de la tradición escrita y oral. El folclore oral se desarrolló bajo la influencia de la mentalidad túrquica, mientras que la literatura escrita se formó en la Edad Media bajo las distintivas influencias persas y árabes. Durante la era soviética, muchos autores azerbaiyanos se vieron forzados a convertirse en portavoces de la propaganda soviética, sin embargo, tras la muerte de Stalin los escritores comenzaron nuevamente a escribir con libertad y se ramificaron en nuevas direcciones. En la actualidad, una de las piezas de la literatura azerbaiyana más reconocida es Ali y Nino: Una Historia de Amor, la cual fue publicada la primera vez en 1937 bajo el seudónimo de Kurban Said y ha sido traducida en alrededor de 30 lenguas. A pesar de esto, el escritor azerbaiyano más aclamado continúa siendo el brillante poeta del siglo XII Nizami Ganjavi, cuyo legado es ampliamente celebrado en el país.
El porta Nizami Ganjavi.
Bellas Artes y Arquitectura Azerbaiyana
Las bellas artes azerbaiyanas pueden ser vistas en los antiguos petroglifos conocidos como Arte Rupestre de Gobustán, en los objetos de cerámica expuestos en el Museo Nacional de Arte y las columnas decorativas desenterradas en Nakhchivan y Gabala. El comercio en la Ruta de la Seda y la invasión árabe del siglo VII aceleraron el desarrollo de las formas locales de arte y el establecimiento de una nueva religión en Azerbaiyán; sin embargo, fueron los persas quienes introdujeron a esta tierra las ahora famosas pinturas en miniatura. Motivos de plantas y pinturas realísticas pavimentaron el camino para el arte ilustrativo de los años 1920, el cual fue seguido por un “severo realismo”, necesario para el duro estilo de vida que muchos debieron soportar a mediados del siglo XX. Con el colapso de la Unión Soviética, los artistas locales ganaron acceso a la escena del arte internacional y en la actualidad, los artistas azerbaiyanos exhiben sus trabajos tanto de manera nacional como internacional, mientras que Bakú y otras grandes ciudades albergan regularmente festivales de cine.
De acuerdo con algunos investigadores, los remanentes de la cultura pre-acheulean encontrados en la Cueva Azykh, cuentan con más de 700.000 años de antigüedad, mientras que las ruinas de Nakhchivan, Gabala, y el Templo de Fuego Ateshgah sirven como lúcido recordatorio de las antiguas raíces de la tierra. Sin embargo, las joyas reales de la arquitectura azerbaiyana se encuentran ocultas en enclaves tales como Icheri Sheher en Bakú (casco antiguo), en el cual dentro de sus paredes los viajeros pueden descubrir tesoros tales como el Palacio de Shirvanshahs. La encantadora estética de Icheri Sheher se levanta en simbólico contraste con la ultramoderna Torre de Llamas, la cual ahora monta guarda sobre sus paredes. El gobierno soviético en Azerbaiyán marcó el inicio de una era de crecimiento rápido para la ciudad, y junto con esto llegaron los complejos de viviendas en expansión y un brutalismo severo, desplegado a través de engorrosas estructuras de cemento que invadieron las calles de una ciudad, una vez alineada con formas elegantes y sutiles. Afortunadamente, Azerbaiyán aún cuenta con muchas piezas maestras del Mundo Antiguo y medieval, las cuales continúan atrayendo a visitantes de todo el mundo.
Teatro Azerbaiyano
El teatro azerbaiyano encontró una de expresiones más tempranas en un clásico acto de comedia de Navruz, el cual constaba de dos personajes Kos-Kosa y Kechel, mientras que el teatro moderno comenzó a tomar forma en el siglo XIX. Las primeras actuaciones profesionales en idioma azerí fueron presentadas en Bakú en la primavera de 1873 y su éxito impulsó a muchos aspirantes a dramaturgos a seguir su ejemplo. En poco tiempo, el teatro local se convirtió en la plataforma para hablar en contra del fanatismo religioso y la injusticia. A pesar de que los soviéticos colocaron a los teatros locales bajo estricta censura, en sus años de post independencia el teatro azerbaiyano dio la bienvenida tanto a actuaciones tradicionales, como alternativas, tal como lo demuestra el Teatro YUĞ de Vagif Ibrahimoglu. En la actualidad, hay docenas de teatros estatales y privados en Azerbaiyán, incluyendo el Teatro de Marionetas y el Teatro de Pantomima y Marionetas.
Cine Azerbaiyano
El cine azerbaiyano es históricamente significativo, ya que el país fue uno de los primeros en sumergirse en la industria cinematográfica con su producción muda de 1898, de 30 segundos de duración acerca de los incendios de petróleo. El clip fue sucedido en las décadas siguientes por una larga línea de exitosas películas mudas producidas en Azerbaiyán. Cuando el cine local fue nacionalizado por los soviéticos en 1920, el foco de las producciones cambió hacia los esfuerzos de la guerra y el trabajo duro de la clase trabajadora. Tras ganar la independencia, Azerbaiyán estableció su lugar en el mundo de la cinematografía albergando el Festival Internacional de Cine de Bakú y en 1995, el director azerbaiyano Rustam Ibrahimbeyov ganó un Premio de la Academia por su producción “Quemado por el sol”, evento visto como uno de los momentos de mayor orgullo de la historia de la cinematografía de Azerbaiyán.
Museos Azerbaiyanos
Azerbaiyán cuenta con más de 50 museos, cada uno de los cuales alberga diversos recordatorios de la cultura e historia azerbaiyana. La mayoría de estos museos se encuentran en la capital de Bakú y mientras son muchos para enumerar, los más destacados son:
Museo de Alfombras de Azerbaiyán
Museo Estatal de Música Cultural Azerbaiyán
Museo de la Independencia de Azerbaiyán
Museo Nacional de Historia de Azerbaiyán
Museo Nacional de Arte de Azerbaiyán
Museo Nizami de Literatura de Azerbaiyán
Para aquellos viajeros en busca de algo más extravagante, Azerbaiyán también cuenta con un amplio rango de pequeños y exóticos museos dedicados a un tema específico o a una persona incluyendo:
Museo de Libros Miniatura de Bakú
Casa Museo de los Hermanos Noble en Villa Petrolea
Museo Histórico-Etnográfico del Pueblo de Khinalig
Paisaje Cultural de Arte en la Roca de Gobustán
Museo Crónicas de Piedra
Museo de las Muletas en Naftalán
Sin duda, Azerbaiyán es un destino primordial para los amantes de la cultura.