En estos tiempos de cuarentena muchos hemos tenido la impresión de estar asistiendo a una película apocalíptica o en una historia que sucede en un mundo paralelo, como si la situación que estamos viviendo (el acecho de un virus, la imposición de la mascarilla, el miedo a ser coronado) estuviera ocurriendo en otro plano, far far away. En este contexto, llegó a mis manos La increíble historia del capitán Ostra (Moby Dick, 2020), de mi buen amigo Gabriel Rimachi Sialer. Creo que es un libro perfecto para estos tiempos: habla también de un mundo paralelo donde los personajes lidian con muchas incertidumbres, con miedos y pruebas difíciles de sortear.
No me sorprende la maestría narrativa de Rimachi, es un autor al que he leído con gusto y del que hace buen tiempo esperaba una publicación. Tampoco me sorprende que esta nueva entrega sea un libro infantil, desde aquel cuento del pájaro azul (“Esperándome volver”) sabíamos que a Rimachi la ternura se le escapaba a borbotones. Por otro lado, sé bien de su conocimiento de la literatura infantil, un terreno que ignoraría por completo si hace varios años él no me hubiera llevado a comprarDonde viven los monstruos (de Maurice Sendak).
“Si Albur y Jack son descritos como niños curiosos, pues la curiosidad científica natural que tiene todo niño será estimulada a través de esta lectura“.
La increíble historia del capitán Ostra es la narración de un viaje a un universo paralelo y, a la vez, nos cuenta los descubrimientos personales de Jack, el joven protagonista, que va a aprender que todos tenemos una misión en la vida y, por tanto, va a empeñarse en encontrar la suya. Con el sabor de una epopeya, el viaje que emprende Jack, nuestro “héroe”, no es un viaje de placer. Es por el contrario uno que lo saca de su zona de confort y lo obliga a enfrentarse con él mismo, y a echar mano de su fuerza personal y sus conocimientos para poder regresar a su casa al lado de su hermana y su abuela.
Durante este viaje, Jack va a conocer a Albur, el único personaje del libro que narra su historia en primera persona, y van a emprender el camino, juntos. Es a través de la voz de Albur que vamos a conocer datos increíbles sobre su biografía; por ejemplo, que ha vivido 800 años en una especie de realidad paralela y ha dado la vuelta al mundo varias veces. Albur y su conocimiento milenario van a ser de gran ayuda durante este viaje.
El personaje de Albur da pie para que el autor pueda introducir datos geográficos, históricos y mitológicos, que van a atraer la atención del lector. Si Albur y Jack son descritos como niños curiosos, pues la curiosidad científica natural que tiene todo niño será estimulada a través de esta lectura. Cabe destacar que Rimachi no ha introducido estos datos con un afán didáctico, tampoco lo ha hecho para hacer gala de sus conocimientos. La información discurre de manera natural en los diálogos de ambos amigos.
Como amante del lenguaje, no puedo dejar de resaltar el buen manejo de la prosa que evidencia el libro. He leído en voz alta buena parte del relato (como suelo hacer cuando leo poesía) y disfrutar el ritmo de la prosa ha sido un plus en esta lectura. Por otro lado, un lector poco habituado a los libros infantiles (como yo) podría pensar (prejuiciosamente) que el lenguaje empleado en estas historias es simple, didáctico y concreto. Sin embargo, este texto demuestra que es posible emplear un lenguaje coloquial, sin subestimar a los jóvenes lectores.
En conclusión, la consigna de La increíble historia del capitán Ostra parece ser que todos tenemos la capacidad de escribir el libro de nuestro propio viaje, y que en el tránsito de esta escritura nuestra vida va tomando sentido (descubrimos nuestra misión). Recomiendo esta lectura, que yo he disfrutado mucho, para chicos, grandes y todos aquellos que quieran burlar el encierro y viajar con Jack y Albur.
Alessandra Tenorio Carranza. Poeta y gestora cultural. Autora de los poemarios Porta/retrato (2005) y Casa de zurdos (2008). Se ha desempeñado como gestora de eventos culturales y editora de diversas publicaciones en instituciones públicas y privadas. Ha trabajo en prensa cultural en diarios y revistas, y dictado talleres de escritura creativa para editoriales, museos y universidades. Actualmente trabaja como catedrática universitaria.