Greenpeace esta semana se convirtió en el malo de la película, luego de haber dañado las Líneas de Nasca. Su intención fue llamar la atención mediante un mensaje, y sí que llamaron la intención a todo el mundo, con la torpe idea de ingresar a las Líneas de Nasca sin permiso, y dejar su mensaje para que sea leído por los mandatarios que llegaron al Perú para la COP 20.
Luego de la indignación nacional e internacional que despertó el penoso evento de Greenpeace, ahora saltan a la luz, cosas peores, como la destrucción total de algunos símbolos de las Líneas de Nasca por el propio gobierno peruano.
Gracias a Pedro Noguchi podemos conocer la destrucción que ha sufrido El Lagarto de las Líneas de Nasca. El dato curioso es que esta carretera fue construida en 1937, pese a que Paul Kosok había utilizado las fotografías aéreas del ejército de los Estados Unidos y del Servicio Aerofotográfico Nacional captadas en los años anteriores.
Noguchi además señala “Con la misma indignación por la intromisión de GreenPeace en el Colibrí, debemos dirigirnos a quienes aprobaron esta carretera. ¿Creyeron nuestras autoridades que al Lagarto le volverá a crecer la cola?”.
En 1937 el Perú tenía como presidente a Óscar R. Benavides. Qué habrá pasado por la cabeza del gobierno peruano aquella lejana fecha. Ahora luego de conocer esto, hay que ordenar la casa y comenzar a proteger y corregir primero desde adentro, para luego poder dar el ejemplo y sancionar como corresponde, es decir sin hipocresías.