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La gran crisis de la Feria Internacional del Libro de Trujillo 2016

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I

La problemática relación habida entre al arte y el poder manifiesta su habitual tensión en la realización de la Feria “Internacional” del Libro de Trujillo 2016 y debe llamar la atención de toda la ciudadanía que no haya pronunciamientos al respecto. De hecho, la politización de la Feria Del Libro de Trujillo es tan evidente que en todas las muestras publicitarias donde aparece el logo de la Municipalidad, también aparece el nombre del actual alcalde. Además del mal gusto absoluto, el personalismo de este detalle evita ahondar en mayores comentarios y es, en efecto, un mal gesto que debemos condenar.

II

Hay un presupuesto exhibicionista que parece ser consustancial a eventos del tipo de una Feria del Libro, a tal punto que el evento se reduce a un momento imposible en el que a los sobrios y generalmente aburridos escritores se les tiende una alfombra roja imaginaria y todos salen contentos en fotos y videos, pero se pierde de vista que si se es escritor, también, se es intelectual y se es problemático -en el sentido de cuestionador y no en el de andar a las patadas con todo el mundo- , pero a nadie se le ocurre siquiera gozar del ejercicio de la inteligencia en actividades como las que propone la FILT 2016, más dignas de realizarse en hospitales mentales para convalecientes trágicos antes de ser expuestas frente a una ciudadanía atenta y una intelligentsia aguda.
III

La Feria del Libro, en general, es un espacio que no me interesa ya sea que la organice la Cámara Peruana del Libro o la Municipalidad Provincial de Trujillo, porque su resultado no excede al alcance de un desfile insoportable de mediocres y si se entiende lo que es la literatura no pueden consentirse escenarios tan desprovistos de atractivo. Me pregunto cómo quieren que el evento sea objeto de atracción de los ciudadanos si ni siquiera es objeto de atracción de los escritores, con el agravante que casi todo el mundo involucrado en temas artísticos cree que debe apoyar este tipo de eventos, así como así, cuando lo que se requiere es un espacio verdaderamente alternativo y dirigido por personas con credenciales y capacidades evidentes.
IV

Por otro lado, ¿qué se puede esperar de una ciudad – provincia- en la que el fujimorismo durante la última elección presidencial ganó en cada distrito? ¿Qué se puede esperar de una ciudad en la que un “movimiento político” como el fujimorista arrasa desde hace más de una década?

¿Qué se puede esperar de una ciudad y una región históricamente unida al aprismo, dónde siempre ha proliferado la media voz y no la voz en alto, dónde un individuo sin condiciones ni atributos como Acuña lidera un movimiento político, es millonario y pretende que APP le sobreviva, dónde a la gente se le ocurre elegir a un tipo como Elidio Espinoza pese a todo lo que se “sabía” de su persona o, peor aún, precisamente por ello, etc., etc., etc.?

Trujillo, en este momento, no puede tener mejores representantes políticos que los actuales, los mismos que son un verdadero atropello para toda noción de nobleza e inteligencia dentro de esta devaluada muestra de poder.

Guardar silencio ante esta realidad es una maldición para el silente.
V

Hay quienes consideran plausible la invitación de Leoncio Bueno. Yo no lo creo así, aunque en el listado de actividades se muestra un “homenaje” al poeta de Rebuzno Propio. De hecho, esto no fue claro desde el inicio y hasta hace tres días en el fanpage aparecía como único homenajeado el poeta Arturo Corcuera, siendo este un acto que se puede y se debe cuestionar habida cuenta que Leoncio es el mayor poeta peruano vivo en este momento. No bastando con ello, en la web de la FILT, Corcuera aparece entre los autores nacionales y Leoncio entre los locales. Considero imposible que se manifieste mayor ignorancia por parte de los organizadores.
VI

Es el colmo que proliferen autores incipientes antes que escritores locales consolidados como Tataje, premiados como Merino o controversiales como Quiroz, quienes no participan ni por asomo en las actividades programadas. ¿Alguien dijo amiguismo? Sí, toda la población que se detiene en este detalle.

VII

El problema de las ferias del libro es nacional y es grave dado que estas son el único espacio “privilegiado” en el que los sufridos escritores peruanos acceden por un momento a un espejismo de realización “profesional”. Lo malo es que se deja en manos de instituciones en todo distantes de un ejercicio cabal e inteligente y ya para rematar, pongamos que honesto. Me refiero tanto a la Cámara Peruana del Libro como a las distintas municipalidades que asumen la conducción de este tipo de eventos, como es el caso de la FILT 2016. Este problema es de larga data y, lamentablemente, no se han dado algunas medidas alternativas a este discurso “oficialoide” y, sin duda, nefasto, puesto que, además, del sesgo típico de los típicos “amigotes”, lo que se ve es un descrédito absoluto de la función social del escritor.

 

VIII

Este problema, reitero, es nacional y no va a resolverse hasta que los mismos escritores asumamos la conducción de todo tipo de eventos que involucren a la literatura. El problema para las personas interesadas en este punto es asegurar que los elegidos sean los más descollantes y capaces, no cualquier advenedizo ni cualquiera que tenga serios cuestionamientos en el ejercicio de sus funciones ni cualquiera que no tenga ni idea de lo que está tratando.
IX

La jactancia de titular como “internacional” a una actividad donde llegan autores internacionales de “media caña”, no sólo es injustificable e insoportable per se, sino que lo es, también, porque ni siquiera se invita a un país por año, como corresponde, con al menos tres escritores para guardar, siquiera, las apariencias de que está llegando una delegación verdaderamente internacional. No se pide que traigan a escritores europeos, asiáticos o africanos, quizás, los gastos pudiesen ser exagerados en estos supuestos, pero podrían empezar con los vecinos que circundan al país.

Comprensiblemente, ni eso se les ocurre y puesto que el medio trujillano es un escenario donde no se cuestiona absolutamente nada, hasta este tipo de detalles pasa como si pasarán las moscas.
X

Toda pretensión cuestionadora y en franca confrontación del establishment y la decadencia en la que está sepultada la literatura peruana actual es atendible y valiosa, pero es ciertamente imposible de manifestar en un evento organizado por una entidad gubernamental, peor aún, por una entidad gubernamental tan cuestionada como la Municipalidad Provincial de Trujillo, o dicho más precisamente, tan cuestionada como la actual gestión de la misma.

 

XI

La tradición literaria trujillana casi en su totalidad ha sido muy mediocre, pero hubo pasajes históricos de un ostensible adelanto y negarlo sería ser mezquino. Vallejo, mismo pese a ser santiaguino, puede considerarse la cumbre de la literatura trujillana, aunque en su momento no haya sido debidamente acogido por la imperturbable y elitista sociedad turgaliumense. En la actualidad, no se ve ningún adelanto y a los pocos que, en verdad, son adelantados se les deja en las esquinas como es la circunstancia del casi desconocido narrador – y a la vez, múltiples veces premiado- Santiago Merino. El silencio de la mayoría de escritores e intelectuales trujillanos -nacidos o residentes, sin distinción- se ha tornado mucho más entreguista que en los tiempos del Cholo inmortal.
XII

La atribución de grandeza es, precisamente, uno de los grandes defectos de nuestro medio literario que a casi todo denomina de esa forma. Sin embargo, la humildad de la reciente Feria es insoportable. Sin duda, tienen que pasar por “humildes” toda vez que el objetivo de la misma es lavarle el rostro a la alicaída gestión del actual alcalde trujillano que hasta la fecha sólo ha ejecutado el 49 % del presupuesto anual asignado a la MPT en el extremo que corresponde a la ejecución de proyectos. Esta cifra indica una alarmante señal inequívoca del pésimo manejo de la gestión pública correspondiente a esta municipalidad.
XIII

Una feria, al ser precisamente eso, es de por sí un factor que desde el inicio reduce el panorama en términos de calidad literaria ya que es un espacio de mero intercambio comercial y bueno. . . los beocios no tienen posibilidad alguna de deleitarse en Atenas. Por ello, lo que debería intentarse es superar las posibilidades de una feria instituyendo eventos entretenidos y controvertidos donde se halle espacio para la discusión y la problematización de la literatura y de todo lo que acaezca a ella, es decir, la realidad entera.
XIV

Las Ferias del Libro vistas como un espacio de comercialización e interacción entre los autores, los libreros y los lectores es una posibilidad, pero sólo en lugares donde exista una tradición lectora masiva o, por lo menos, no tan limitada como en el caso peruano. Como sabemos, en nuestro país no existe esa condición y deberíamos buscar algunas alternativas concretas como respuesta a estas “ferias” que sólo hacen honor a la acepción más pedestre del término.
XV

Me es difícil entender la complacencia, la falta de indignación y/o el silencio público de los ciudadanos trujillanos que son auténticos conocedores de la literatura cuando ven la publicidad, exposición y promoción de una supuesta Feria “Internacional” del Libro a la que no asisten escritores internacionales tan siquiera interesantes. Esto que en sí es malo se torna mucho peor si se trae a escritores internacionales de un orden ínfimo o a gente que está de paso como el caso de Ahmed ben Tahar Galai, miembro del Cuarteto por el Diálogo Nacional de Túnez, institución que mereció el Nobel de la Paz de 2015. Ni siquiera hay la certeza de si han traído a Tahar Galai, específicamente, y según todos los reportes parece que este individuo está de paso hacia el Hay Festival de Arequipa.
XVI

¿En qué cabeza cabe dejar que Luciana León dicte una conferencia en una Feria de Libros, conferencia de la que no se supo nunca ni el titulo ni los contenidos ni nada? Este punto alcanza a rayar hasta la última posibilidad del absurdo y debe constituir un hito de lo aborrecible que es el programa de actividades de la Feria en cuestión.
XVII

Como he comentado, en otras ocasiones, en ninguna feria peruana se ha llegado a establecer un supuesto ideal y necesario en toda muestra literaria colectiva que pueda considerarse valiosa. Me refiero al hecho de forjar una problemática relevante para nuestras letras incidiendo en temas de interés nacional o, al menos, regional. De este detalle se exceptuó el Hay Festival de Arequipa del año pasado. Lamentablemente, los delegados trujillanos que fueron a esa actividad hasta la fecha no han reportado ni una muestra de problematización que exceda las tibias columnas del buen Luis Eduardo García.
XVIII

En Trujillo no existe, ni siquiera platónicamente, un espacio de discusión y teorización. Que la Feria no haya previsto, al menos, un alcance en esta ocasión, significa que se desperdicia una actividad que goza de un presupuesto muy interesante, y, todo ello, es prácticamente una bofetada a las posibilidades de desarrollo que tiene la ciudad en el ámbito cultural.
XIX

En la Feria del año pasado se trajo a autores internacionales de media alzada y se realizaron duelos poéticos en los que participaron los más bajos representes de la región y con el único poeta internacional pasable, el dominicano Baéz, pusieron a un poeta no trujillano, Vargas Prado, demostrando la limitación de los organizadores, no la de los escritores con cierta solvencia expositiva que vivían en Trujillo en ese momento. Es, por lo menos curioso que este cusqueño haya sido citado, hace pocos meses, por Lima Gris y por otros escritores del Cusco en temas harto comprometedores que nunca recibieron la atención debida respecto de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco y la Feria del Libro de esa ciudad.
XX

No se ha traído a ningún crítico de polendas ni a escritores con suficiencia para la polémica y del listado de actividades cabe indicar que hay muy pocas que sean, al menos, interesantes.
XXI

Si un viajero interesado en la literatura llegara a la ciudad en este momento y fuera a la Feria del Libro pensaría que no existe ninguna muestra literaria local en la actualidad.

Hay un par de eventos a los que iré a ver hasta que extremos se puede problematizar la literatura en la ciudad de Trujillo. Al finalizar la FILT 2016, haremos el balance respectivo.

Pd Santiago Merino acaba de ganar el Premio Copé de Cuento 2016. Esperemos que le den un reconocimiento en la Feria antes de su culminación y esperemos que a nivel nacional se le brinde tanta atención como al anterior ganador del mismo premio.

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