LA GALERÍA DEL INFIERNO: Cristina Planas vs. Los fanáticos religiosos

LA GALERÍA DEL INFIERNO

Escribe Rufus T. Firefly

La censura continúa. Un grupo de religiosos se enteró que en la galería miraflorina Luís Miró Quesada Gárland se estaba presentando la muestra de la artista Cristina Planas “Así sea” para ellos una ofensa total, se golpearon el pecho, se desmayaron, lloraron, gritaron, pidieron la cabeza de Cristina, y casi prenden fuego para quemar a la “hereje”.

Sus reclamos fueron sumando adictos a la ostia, al agua bendita y a las campanadas milagrosas. Entre velas y rezos se juntaron mil firmas, con el único motivo de terminar con esta muestra que para ellos representa una ofensa. El reclamo llegó al alcalde de Miraflores Jorge Muñoz, hubo tanta presión que lamentablemente al alcalde le tembló la mano, y no tuvo mejor idea que despedir a Luis Lamas del cargo de director de la galería.

“No he renunciado. Han dado la cabeza del diablo en una bandeja para tranquilidad del vecindario”. Comenta Lamas con sarcasmo. Hay que decir que la galería tenía una regular agenda de muestras, algunas nada interesantes, otras regulares, pero  esta última muestra de Cristina Planas estaba realmente genial. Pero por lo ocurrido el distrito miraflorino no está preparado para este tipo de muestras, sus vecinos siguen atrapados en el tiempo, creen que el arte es solo aquello con lo decoran sus paredes, o lo que compran en desenfranquiciados.

Señores el arte y el artista tiene toda la libertad para expresarse, toda la libertad para crear, es una interpretación personal. Esto no significa que intente ofender, lo que en realidad ofende es el fanatismo religioso. Aquellos que se golpean el pecho deberían  darse cuenta que el apocalipsis ha sido representado.

Una lástima todo lo ocurrido,  pero nos damos cuenta que a los miraflorinos religiosos les gusta las cosas más soft. Satanás gritaron en octubre, un mes donde Lima se viste de morado, donde Cristina Planas ha sido desterrada a los infiernos y Luis Lamas decapitado para el placer de los vecinos. Como en los viejos tiempos, aquellas épocas donde la santísima inquisición quemaba vivas a las mujeres. Amén.