Política
La elástica moral del Dr. Azabache
El mismo día en que su esposa actuaba como escudera de la Fiscal de la Nación, el penalista negaba en público sus vínculos con el Ministerio Público.
El 16 de junio, el mismo día en que su esposa, Cecilia Cebreros actuó como escudera de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, el abogado penalista César Azabache se presentó en el programa Cuentas Claras de canal N, para defender a la Dra. Espinoza y, cuando fue preguntado por el conflicto de intereses que significa que su esposa trabaje con la fiscal de la Nación siendo él un penalista con varios casos en el Ministerio Público, Azabache respondió con un argumento propio de un leguleyo de la calle Azángaro: “No soy ministro ni congresista, por lo tanto, no tengo ningún vínculo con el Ministerio Público”. Con ese argumento, buscó justificar que sus familiares pueden trabajar donde gusten y que él no tiene nada que ver.
El pomposo Dr. Azabache olvida que él tiene casos en curso en el Ministerio Público y su esposa, Cecilia Cebreros, al trabajar al lado de la Fiscal de la Nación, tiene acceso a información privilegiada y tiene la opción de pedir “favores” a los fiscales que atienden los casos del Dr. Azabache, lo cual redunda en beneficio de Azabache a quien contratan estudios de abogados que él calificaría de “capitalistas”.
En todo caso, si el leguleyo jurisconsulto sostiene que él no tiene conflicto de intereses, entonces, debería darse cuenta de que su esposa sí los tiene. Las imágenes difundidas por la televisión muestran que la relación de Cecilia Cebreros con la Fiscal de la Nación es muy cercana, tanto así que ejerce de escudera impidiendo el acceso a la oficina de su jefa.
Las huellas que asoman
Hay un asunto de fondo que lleva a la presunción de que César Azabache estaría prestando, tras bambalinas, apoyo legal a la Fiscal de la Nación, aunque él diga en televisión: “No tengo ningún vínculo con el Ministerio Público”.
Lima Gris preguntó al Dr. Víctor Cubas, vocero del Ministerio Público, sobre la situación de Cecilia Cebreros y, luego de consultar con la Gerencia de Imagen, respondió que la esposa de César Azabache “No es ni ha sido Asesora de la Fiscal de la Nación”. Sin embargo, hay dos pruebas que demuestran lo contrario.
Las irrefutables imágenes de Cecilia Cebreros transitando por el piso 9 que tiene acceso restringido porque allí se encuentra la oficina de la Dra. Delia Espinoza, fiscal de la Nación. La evidencia irrefutable la muestra en actitud de proteger a su jefa en el conflicto que tiene con la fiscal Patricia Benavides, quien, dicho sea de paso, ingresó de manera impropia acompañada por guardaespaldas.
Cecilia Cebreros segundos antes de cerrarle la puerta a la fiscal Patricia Benavides.
La otra prueba es este recibo obtenido por Lima Gris en el cual consta que no es verdad lo que afirman desde el Ministerio Público: que Cecilia Cebreros “No es ni ha sido Asesora de la Fiscal de la Nación”.
Se añade que Cecilia Cebreros tiene, por lo menos, tres ordenes de servicio pagadas por el Ministerio Público. En efecto, el 28 de noviembre de 2024 cobró S/ 11,000; el 27 de noviembre 2025, S/ 33,000; y el 10 de abril 2025, nuevamente S/ 33,000. Por el momento, un total de S/ 77,000.
Fuente: Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OECE)
Entonces, ¿por qué la esposa del Dr. Azabache está siendo protegida por las más altas instancias del Ministerio Público? ¿Por qué dicen que no trabaja con la Fiscal de la Nación cuando sí lo hace? ¿Por qué se disfraza su trabajo y su asistencia a su centro de labores con recibos?
Cecilia Cebreros carece de calificaciones profesionales para estar al lado de la Fiscal de la Nación, por eso llama la atención tanta protección hacia ella lo que conduce a preguntarse si es verdad o no, la versión que circula en el sentido de que el Dr. Azabache, en realidad, sería el real asesor de la Dra. Espinoza, camuflado como Cecilia Cebreros.
Cuando César Azabache afirma “No tengo ningún vínculo con el Ministerio Público” olvida que, no hace mucho, él fue, públicamente, abogado de Delia Espinoza. Es decir, tiene, por lo menos, un vínculo personal con la actual Fiscal de la Nación. ¿Por qué ahora prefiere el anonimato en esa relación? ¿Será porque hay abogados que, a veces, son caviares y, otras veces, capitalistas dependiendo del cliente y para eso es mejor actuar en la sombra?