Opinión

La ecopoesía de Edwin Camasca

Lee la columna de Julio Barco

Published

on

Las crisis que ya vivimos y las que se avecinan (sea calentamiento global, falta de agua, aires cada vez más tóxicos) no pueden omitirse en la escritura literaria. Si bien hay una literatura, en el entender de Borges —solo adherida al tráfico de influencias estéticas y a los grandes pensamientos— también existe otra, que tiene a Dostoievski como miembro, ligada al sentir del mundo. Y si la poesía bebe y respira el mundo, sus problemas no pueden separarse de nuestras estéticas. En el Perú, tenemos dos referentes de singular polaridad: Eguren, que adquirió un elevado pensamiento; y, claro, Vallejo, que aterrizó su poética en el sentir y padecer humano. Ambos son una misma moneda: el hombre y sus inquietudes, mundanas y metafísicas. En esos libros de compromiso con la vida y la realidad, surge Cenizas en la aurora (2023) de Edwin Camasca, cuyo contenido es una mezcla de diferentes géneros –poesía, ensayo, entrevistas, revistas falaces- para dar una bitácora de un mundo apocalíptico, que ahora mismo ya experimentamos en sus primeros estertores. Con dos epígrafes (Paz y Vallejo) el poemario es una suerte de libro de viajes, donde el autor, en clave de periodista, visita a diferentes personajes, como al emblemático Noam Chosmky o a los mexicanos Paz y Rulfo. Del primero, se lee: “Vivimos el dinerocentrismo. En el principio, era la Tierra, que parió al hombre y el hombre, al dinero.” (pág. 74) ¿Cómo curar el “cáncer terminal que carcome la Tierra? El uso de diversos estilos poéticos, como los ya conocidos caligramas o la hibridación de revistas, le da un grado de proyecto coral. Los intelectuales del Círculo de Viena sentenciaron como locura escribir poesía después de la barbarie de Auschwitz, lo que resulta natural tras observar la violencia humana, pero ahora, en pleno siglo XXI, es necesario regresar a la palabra. ¡Hay tanto que decir! Este bello y experimental poemario de Camasca no se ahoga en el mero reclamo clásico: busca, con rigor, nuevos recursos para dibujar la geografía de nuestro presente. Tal vez hemos perdido todo, menos la palabra y su poder. Leamos la nueva ecopoesía.

(Columna publicada en Diario UNO)

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version