Entrevista con César Galindo, el productor y director de cine nos da un alcance de la nueva producción cinematográfica “Killaq Wawan”, protagonizada por Magaly Solier.
Durante el siglo XVII, se ejecutó en lo que fuera el virreinato del Perú, una de las campañas más violentas y aniquiladoras de nuestra historia, pues en aquella etapa que comprende desde 1609 hasta 1626 fueron destruidas infinidad de huacas, apachetas, mallquis y todo signo que representara la fe de los hombres del Tahuantinsuyo para sustituirlos con las creencias católicas. Francisco de Ávila, Gonzalo de Ocampo y el arzobispo Pedro de Villagómez, fueron los doctrineros encargados de lo que se conoció como “extirpación de idolatrías”.
La estrategia destructiva, surgió como respuesta a uno de los movimientos más significativos e intensos aparecidos para preservar la cultura ancestral. “La enfermedad del canto” o TAKI UNQUY (en quechua ayacuchano) o Taqui Onqoy, tal como llegó hasta nosotros desde que surgió hacia 1564 en la sierra central (Ayacucho y Apurímac). Vinculado a antiguas raíces andinas propiciaba el abandono de todo tipo de creencias y costumbres traídas por los hispanos. Paralelamente apareció el mito de Inkarrí, después de la ejecución de Felipe Túpac Amaru, el 24 de septiembre de1572 que anunciaba el retorno del Inka cuando se uniesen sus partes repartidas por los cuatro suyus.
Habla el cineasta
César Galindo, es un cineasta comprometido con la cultura autóctona y de ahí que en sus producciones, recoja siempre elementos nativos. Esta vocación le viene por sus orígenes pues de niño vivió en el caserío de Molle Pucro (Puquio, Ayacucho) y en su alma continúan retratadas las costumbres tradicionales de su pueblo como el techado de las casas, los carnavales, la marcación del ganado, los bailes de los danzantes de tijeras.
Ese rico bagaje, se trasuntó en documentales como “Nuqa”,”Yaku”,”Cinco minutos por los muertos de América” y el largo metraje” Willaq Pirqa”. Pero será siempre una de sus grandes inquietudes, descifrar lo que llama “el quipu emocional” ese ente incógnito que hirió su infancia y trata de descifrarlo a través del violín del maestro Andrés” Chimango” Lares, siguiendo la ruta del escritor José María Arguedas y quizá también con el cine.
Killapa Wawan
Dicen que en la danza se expresan emociones y sentimientos que relucen a través de los movimientos. Pero también, que estos evocan creencias y mitos que solo es posible sacarlos a luz, tal como ocurre con un baile que más pareciera un rito: la danza de tijeras.
Al respecto César Galindo, nacido en Lima, pero criado en Puquio, nos dice que esta nueva producción “persigue buscar la expresión de voces de una de las regiones del Perú”. El cineasta elude utilizar el castellano y la cruz en sus películas.
El argumento de “Killapa Wawan” (Hija de la Luna) rescata una versión del mito, que se expresa en la danza de tijeras y ha sido adaptada por la creatividad del cineasta. Killari (Luz de Luna) es una adolescente de 15 años y ha sido criada por su madre Agucha, quién no llegó a decirle a Pacha phuyu que iba a ser padre y siente pena por eso. El abuelo Remigio, el otro miembro de la familia, llora la muerte de su hijo Pacha quien fue vencido por Lucifer en una contienda a través de la danza de tijeras.
La trama transcurre en las afueras de Ayacucho, en el caserío de Razuhuillca cercana a los 4,000 mts de altura y muestra cómo la bella Killari, es escogida por los Apus para enfrentarse al Enemigo, cuando iba a recoger leña en Pusapaqcha (cataratas). Una designación muy singular pues los danzantes desde antiguo solamente fueron varones. Con este cambio, nuestro cineasta nos habla sobre la equidad de géneros que se dio en el mundo andino.
Creemos que esta nueva producción se suma a los grandes largo metrajes de esta índole como “Extirpador de Idolatrías”,”Retablo”,”Wiñaypacha”,”Laulico” y la iniciadora de este valioso género, “Kukuli”.
La Ficha Técnica de Killapa Wawan ( con diálogos en quechua ) reúne los nombres de César Galindo como productor, director y guionista. Productor Ejecutivo, Paulo Puerta, Director de fotografía, Juan Durán, ingeniero de sonido, Juan Acevedo.Entre los actores principales están: Carolina Luján, Magali Solier, Chimango Lares. Idioma: Quechua.
Lima Gris, conversó con este excelente productor y director de cine para que nos de un alcance de la nueva producción cinematográfica “Killaq Wawan”.
Esta nueva producción se fue realizando en varias etapas, pues ya antes de la epidemia me hablaste de la película. ¿Fue difícil retomarla y sobre todo volver a convocar a los actores?
Efectivamente debió de filmarse un año antes, pero por la epidemia, me vi obligado a suspenderla un año. Esto me permitido definir a los actores y conocerlos mejor. No debemos de olvidar, que hay muy pocos actores quechua hablantes y encontrarlos, es tarea de los que apostamos por uno de los idiomas oficiales de mi país.
Aparte de tu preocupación por la preservación del quechua y anhelo de que sea el segundo idioma oficial del Perú, entiendo que quieres proyectar la visión andina que tuvo el escritor y antropólogo José María Arguedas. ¿Es posible seguir rescatando esos mitos y leyendas, cuando la globalización tiende a erradicarlas y reemplazarlas con creencias y costumbres ajenas a nuestra identidad?
Creo que es posible y se debe rescatar nuestros mitos y leyendas, que forman parte de nuestra identidad. En el mundo como una reacción a la globalización, también se ha producido una suerte de autoafirmación, de nuestras propias culturas, que muestran que no somos una sola masa cultural, sino la suma de muchas, que forman parte de nuestra riqueza ancestral.
¿La comunidad de Matará apoyó la realización de esta nueva producción?
Las comunidades que se nombran en la película y que inspiraron a la historia se encuentran en realidad en otro lugar. Pero sí hubo una colaboración de los ayllus locales, pues participaron en algunas escenas colectivas.
¿Cuánto de auténtico y cuánto de creación propia tiene este argumento? ¿Copia alguna leyenda quizá?
El argumento recoge vivencias personales de mi infancia en Puquio y el mito del “ niño danzaq ”, el cual lo amplio y lo hago parte de la historia, dentro de una trama construida como una tragedia andina, teniendo como testigos a nuestras montañas, nuestros cóndores, nuestros Apus.
La tradición impone que los danzantes de tijeras sean solamente varones, sin embargo se está imponiendo cada vez más la participación de la mujer. ¿Cómo interpretas este fenómeno?
Creo que es importante, mostrar que los seres humanos, indistintamente de nuestro sexo, tenemos los mismos derechos y posibilidades, aun si esto suena a un “cliché teórico”, debemos de insistir hasta convencernos que es cierto.
¿En qué fase se encuentra la producción de «Killaq Wawan? ¿Para cuándo está previsto su estreno y dónde?
El rodaje se terminó el último día de mayo, el material ya está sincronizado y en etapa de edición. Sin pecar de optimismo espero que “Killaq Wawan” salga a la luz, antes de fin de año.