Lo tenía todo para ser un ‘crack’: gambeta, quimba, un pase excepcional, chispa, inventiva, ‘chocolate’, o como se le quiera llamar, pero su mala cabeza lo ha llevado por caminos donde es fácil de perderse. Infidelidades, traiciones, mentiras, escapadas, indisciplinas y su debilidad por el licor son algunas de las causas de por qué Christian Cueva, el engreído del ‘Tigre’, se encuentre al borde la quiebra financiera.
Tras su abrupta salida del club Cienciano del Cusco, que solo duró 48 horas, el ‘Cervecero’ no puede, en términos deportivos’, dar dos pases seguidos, pues lo que se le viene es una denuncia penal, y por supuesto, los gastos que eso conlleva.
Lamentablemente, el natural de Huamachuco, no cuenta con los ceros que antes tenía en su otrora cuenta bancaria, pues trascendió que le debe una considerable suma de dinero a la madre de su hasta ahora esposa. Y es que parece que todo ese dineral obtenido en sus mejores momentos se los habría gastado en fiestas, mujeres, caprichos de sus conquistas, viajes, y cómo no en bastantes pomos de cerveza, su licor preferido.
En su mejor momento, durante los años previos al mundial de Rusia 2018, ‘Cuevita’ era cotizado según el portal Transfermarkt con un valor de 5 millones de euros. Sin embargo, en la actualidad esa cifra que aseguraría la vida a cualquier ciudadano de pie, se habría hecho ‘espuma’ por sus malas decisiones.
Con una denuncia familiar a cuestas, su imagen por los suelos y su falta de compromiso, el jugador de 32 años ahora solo cotiza en el mercado futbolístico la ínfima suma de 500 mil euros, la peor cifra en sus 16 años como deportista profesional.
Esa cifra, en comparación con los jugadores que fueron convocados para la Copa América 2024, solo supera a la tarifa de jugadores que juegan en el medio local; tal es el caso de los porteros Carlos Cáceda (450 mil euros) y Diego Romero (475 mil euros), los zagueros Carlos Zambrano y Aldo Corzo (375 mil euros), y el delantero de 40 años Paolo Guerrero, quien percibe la suma de 100 euros.
Tal parece que el destino de Cueva es sumarse a la larga lista de jugadores que tenían todas las condiciones para sobresalir, pero su falta de disciplina es su mayor ‘autogol’ en su carrera profesional.