LA CRUCIFIXIÓN DE LA DEMOCRACIA

Gustavo Zagrebelsky

Esta obra se ha erigido sobre el relato evangélico de la Crucifixión de Jesucristo, y busca en el contenido del texto sucesos y personajes paradigmáticos cuyo significado trasciende la historia sagrada y abarca la experiencia humana actual.

Gustavo Zagrebelsky, es autor de un libro llamado “La Crucifixión y la Democracia”, quien sagazmente y con una capacidad escritural emulable, hizo que seamos parte de los pasajes de la biblia, que causa melancolía, admiración y los más enrevesados sentimientos, conformado por veintiocho títulos. Todos ellos referidos sobre el juicio sumario que sufrió Jesús.

En esta obra, se va cotejar la figura de Jesús con la de Barrabas como una relación entre el bien y mal, y justamente se le va conceder al pueblo, la elección y liberación de un preso.

Y con el grito de elección a favor de Barrabás, es un argumento contra la democracia, según de las escrituras se dice que se planteó al pueblo –Jesús o Barrabás- no debía haber dado lugar a dudas. Y así fue, el pueblo no titubeó, pero la elección que asumió fue escandalosamente otra. En este episodio, desde hace dos mil años, la verdad y la justicia atestiguan, precisamente en contra de la democracia.

Esta elección constituiría una decisión contraria a los ideales de una democracia ahora empalidecida por los años, pero que generó las cruentas discusiones sobre su efectividad. Esa elección de parte de vulgos a un Barrabas por Jesús , hizo que cambiara el esquema de vida no solo de Jesús, sino del mundo entero, más aun teniendo a un acusado que callaba y no refutaba; sumido en un silencio según se dice triunfante, pero inexplicable ahora ya que pudo sostener y argumentar su defensa.

A partir de ese episodio, se ha planteado la pregunta si el pueblo capaz de actuar es el pueblo de la democracia y el que se somete es el pueblo de las autocracias que está llamado a reaccionar. Aquí entraría a debatirse si la multitud es el verdadero responsable y no el individuo, ya que ella actúa como sujeto colectivo. Vox populi, vox dei? Esa sería una pregunta a desarrollar de lo acontecido.

Freud, a este fenómeno lo denomina masa psicológica, el individuo en masa, protegido por la invisibilidad se esconde, así está exento de rendir cuentas .Por ello el pueblo que decidía la suerte de Jesús era una masa, una democracia en la peor de las versiones degenerativas, multitud inculta una plebe inconsciente e irresponsable.

La democracia actual

La democracia se ha convertido en la ideología de nuestro tiempo, tal vez no por convicción y tampoco por rutina, sino por falta de alternativas.

En la actualidad prevalecen las democracias deficitarias, en América Latina, y de buena parte del mundo, pues no pretende desterrar derechos, sino que ellos ni siquiera son tomados en serio, donde hay sectores de la población que padecen de hambre y reclaman que sean considerados como ciudadanos con plenitud de derechos.

Más aun, cuando el mismo concepto de dignidad, es un concepto fundamental sin el cual es imposible teóricamente explicar la relevancia moral de los derechos humanos. Carece de valor y es sumamente controvertido.

Esta discusión también tiene importancia práctica en un mundo signado por la violencia terrorista imperante en poblaciones que claman inútilmente por derechos básicos, que pretenden negar el carácter no negociable de la dignidad humana al crear dilemas trágicos cuales son los que plantean situaciones en las que está en juego el posible sacrificio de personas inocentes a fin de salvar interés económicos.

En la actualidad vivimos en tiempos que se requiere el reconocimiento de derechos de parte de los Estados, y respeto de las máximas básicas del sistema jurídico. Contrario a ello, se produce una exclusión de los derechos fundamentales, se prioriza derechos de seguridad y paz pública, como lo sucedido el 11 de septiembre. Que ha destruido lentamente la esencia del Estado, de garantizar la seguridad dentro del marco del derecho y parámetros legítimos; y ha establecido políticas desproporcionadas a los fines de un Estado de Derecho.

Más aun, prioriza intereses económicos y tratos pactados con terceros que gozan y disfrutan de los beneficios de un gobierno partidario. Olvidando el respeto de los derechos y las políticas de desarrollo e inclusión a favor de la población.

Y lo que sucede actualmente, es el nacimiento de una población consciente, responsable, que cada vez sienten y reclaman, y no van a parar de hacerlo hasta ser escuchados, más aún cuando se trata de la conculcación de sus derechos.

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[1] Zagrebelsky, Gustavo. “La crucifixión y la democracia”. Editorial Giulio Einaudi Editoe S.P.A. .,Torino. 1° Edición: marzo 1996.