La ley de la selva. Aquí hay diversos factores que vienen fomentando que la ciudad sea tomada prácticamente por la ley del más fuerte, o del más corrupto. Barrios enteros cercados indebidamente por tranqueras, las cuales impiden el paso de los transeúntes, haciendo además que las pistas se conviertan en cocheras para los vecinos, complicando el desplazamiento de otros vehículos. Por si eso fuera poco, también se constata, no solo en San Juan de Lurigancho (SJL), viviendas que con el pasar del tiempo le han ido quitando espacio a las áreas públicas, como pistas, parques o veredas, con una presunta displicencia de las autoridades ediles, pues no es que se construyan de manera clandestina, algunas de ellas ubicadas en importantes avenidas.
En el asentamiento humano Las Terrazas de Canto Grande, en SJL, uno de esos tantos malos vecinos no ha tenido mejor idea que invadir la vereda para construir su cochera, con paredes y portón incluido, los cuales impiden el libre tránsito de los peatones. La construcción finaliza en la pista y hasta un poste de alumbrado público quedó dentro de la edificación informal.
Además, en la improvisada extensión del predio, también funcionan dos negocios de venta de licores y bebidas. Al ser cuestionado por una reportera del programa Buenos Días Perú, el presunto dueño de la casa indicó que no impide el pase de los transeúntes, ya que abre los portones de la cochera durante el día.
“Más luego se abre, esta camioneta sale, la Municipalidad no viene, nadie se preocupa por la limpieza, mire cómo lo mantengo yo”, aseguró mientras limpiaba el área.
Ese mismo argumento viene siendo utilizado por otros sujetos quienes se toman la licencia de cercar veredas o parques con la excusa de que son ellos quienes la mantienen limpia y ordenada, sin embargo, lo único que ocasionan es perjudicar a las demás personas que intentan transitar por ahí, sean del mismo vecindario o aquellos que van a visitar a sus familiares.
Es entendible que el distrito de SJL, al ser uno de los más grandes del Perú y el control urbanístico sea complejo, pero eso no justifica ningún atenuante para los fiscalizadores de ese distrito, los cuales no estarían cumpliendo de manera adecuada su trabajo, o lo que sería peor aún, se presumirían actos de sobornos para dar luz verde a esas indebidas edificaciones.
Mientras eso ocurra, la ciudad seguirá creciendo de manera caótica, sin ningún tipo de planificación, teniendo como consecuencia, tardía o cercana, que ante una catástrofe natural como un huaico o un terremoto se tema la pérdida de miles de habitantes. Evitar eso es responsabilidad de cada uno de los municipios, quienes deben de implementar medidas preventivas y correctivas como la demolición de viviendas construidas a su libre albedrío.
Anteriormente, el alcalde de SJL, Jesús Maldonado, informó que se observó más de 80 viviendas construidas de forma ilegal en el distrito y que se estarían aplicando las multas y sanciones correspondientes. El mensaje lo dio mientras asistía a la destrucción de una casa que había sentado bases en medio de una pista.
«Los vamos a sancionar, los vamos a demoler porque hemos venido a poner orden a San Juan de Lurigancho», manifestó el burgomaestre a América TV.