Social
La carne vende señoritas
Siempre que caminaba de la mano de mi padre por esas calles de Lima de los 80’ donde el centro era un caos, de colores y olores, donde el desorden y la cantidad de letreros publicitarios inundaban las calles, recuerdo claramente la mujer semidesnuda ofreciendo una cerveza. Durante los siguientes años este símbolo femenino como instrumento de venta no ha cambiado, deje de ser niña para convertir en mujer y, lo que antes sólo lo encontraba en las calles, ahora está por todos lados, la mujer se ha convertido para bien o mal en un instrumento sexual, donde mostrar carne es sinónimo de vender, donde unas tetas o un culito carnoso dicen más que mil palabras.
La pregunta es ¿estamos ante una sociedad machista? es fácil acusar y decir que el Perú es machista, pero y nosotras las mujeres que hacemos por cambiar esto, acaso intentamos siquiera girar el timón y cambiar de rumbo, para nada, todo lo contrario aceptamos todo sin levantar la voz de protesta porque para que no exista la crítica se creó una sociedad donde las mujeres solo hablen de la moda, de las cirugías y dietas, una realidad tristemente reveladora que la publicidad de la mano de los medios de comunicación sobre todo la televisión a creado, en las calles sólo se observa mujeres plásticas, vacías y sin deseo de pensar. Permitimos que nos sigan viendo como instrumento sexual, donde los hombres solo ven una vagina caliente, piel para el placer, y no es para nada sorprendente, si no te has dado cuenta es el género femenino el que genera una de las economías mas emergentes en el mundo, hablo de la prostitución, somos tristemente celebres fundadoras del oficio más antiguo del mundo.
Hasta cuando durara eso, cuando será el día que las miradas masculinas cambien cuando camine con una minifalda por la calle, evitando las frases altamente groseras, llenas de deseos sórdidos, caminar por las calles se ha convertido para muchas mujeres en una odisea urbana, donde la necesidad de llevar unos audífonos es un escudo sutil.
Nerina Vargas R.
