Opinión

¿La camiseta no se mancha?

Lee la columna de Gabriel Rimachi

Published

on

Todos recordamos la alegría que significó el que Perú fuera al mundial de Rusia: millones de soles se movieron en polos, pósteres, álbumes de figuritas, restaurantes que anunciaban ofertas y promociones durante la transmisión de los partidos, y que se llenaban a reventar en cada fecha, incremento en la cantidad de velas misioneras que se vendieron aquel 2018, en fin, que todo se puede resumir en un solo dato: aquella noche en que gracias al gol de Farfán clasificamos al mundial, el PBI se movió 1.5 puntos en positivo para la economía nacional.

Eso representó la alegría de aquella selección y de aquella camiseta. Una camiseta que hoy coloca en su pecho el logotipo de REPSOL, la empresa petrolera que ha dejado en la ruina a miles de pescadores en la costa central y cuyo derrame de crudo ha significado uno de los mayores atentados contra la ecología del país en los últimos 25 años.

Ante el derrame de petróleo, Rosa María Palacios dijo que “no era para tanto, se veía horrible pero se podía limpiar”. Un total de 11,200 barriles de petróleo se extendieron desde las playas y acantilados de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Chancay y Aucallama, y perjudicó la vida de miles de personas dedicas a las actividades relacionadas con el mar, dejando Pasamayo como una zona muerta donde no se podrá volver a pescar nunca más.

Más de 1500 pescadores se quedaron sin trabajo y recibieron de REPSOL un bono de S/3000 soles por el daño permanente de no poder volver a pescar en el mar donde toda la vida lo habían hecho. Según la información compartida por Repsol, más de 4 500 personas ya recibieron el “adelanto de la compensación”. Respecto a los vales para víveres, aseguran que ya fueron entregados más de 8,500. Pero esta cifra está lejos de alcanzar a todos los afectados y demasiado lejos de resarcir el daño.

En un país que se jacta de su patriotismo, el que REPSOL ponga su marca en la camiseta “debería” ser humillante. Si esto hubiera pasado en alguna costa norteamericana o europea, otro sería el cantar. Pero con las autoridades que tenemos esto es francamente imposible. El petróleo derramado pasa entonces a lavarse con este auspicio históricamente vergonzoso y humillante.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version