Por Tino Santander Joo
La bancocracia es el gobierno de los bancos. El Estado de derecho es una ficción, porque, la bancocracia controla el origen y la interpretación de la ley a favor de sus intereses. En el Perú gobiernan cuatro bancos (BCP, BBVA, INTERBANK, SCOTIABANK), que monopolizan el 88% del crédito, son dueños de las AFPs, compañías de seguros, centros comerciales, industrias agroalimentarias, laboratorios farmacéuticos, farmacias, clínicas, universidades, colegios, y digitan los medios de comunicación y a la clase política (léase los podridos).
La SBS[1], Indecopi, el Congreso, el Poder Judicial, y la Fiscalía no son poderes autónomos, ni defienden a los peruanos, sino, están subordinados a los intereses de la bancocracia. Los que desafían su poder son amenazados con juicios coactivos, matones, y estudios jurídicos mafiosos que aterrorizan a millones de familias que no pueden pagar sus créditos hipotecarios, de consumo, y de trabajo por la grave crisis económica que atravesamos desde la pandemia.
Por ejemplo, el programa de garantías “reactiva Perú”, se inició con Vizcarra; tenía como objetivo evitar que la cadena de pagos se rompa y estaba dirigido a las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas. Se inició con S/.30,000.00 millones de soles y luego se amplió a S/ 90,000.00. aproximadamente el 8% del PBI con tasas de interés 0.50%[2]; sin embargo, este programa se dirigió fundamentalmente a las grandes empresas y la bancocracia ganó miles de millones de soles con los prestamos reactiva. Mientras, millones de empresas familiares quebraban los bancos las amenazaban con quitarles sus propiedades.
“La Coordinadora de Familias por una Banca Solidaria” (COFABS) y otros colectivos presentaron al congreso, al poder ejecutivo, al BCR, un proyecto de ley para que el Estado implemente un reactiva familiar para los créditos hipotecarios y de trabajo con las mismas tasas de interés y con la garantía de nuestras propiedades. La respuesta fue que era inconstitucional, que era populismo ayudar a los deudores hipotecarios y subvencionar con crédito barato a las micro y pequeñas empresas. Ni las movilizaciones, ni los pedidos, ni los dieciocho peruanos que se suicidaron agobiados por las deudas conmovieron a los gobernantes al servicio de la bancocracia.
Recuerdo a los periodistas, a los oficiales de las fuerzas armadas, a los policías, y a los profesionales que acudían a COFABS, para ayudarlos a responder las amenazas de los bancos. Todos tienen miedo a las voluminosas demandas de ejecución de garantías tramitadas con inusitada rapidez en el poder judicial y por supuesto todas a favor de la banca terrorista. Hemos caminado con ellos, hemos negociado con los bancos sin miedo a sus demandas y con sus abogados y muchas veces ganamos.
Los periodistas de varios medios de comunicación me dijeron que estaba vetado en la prensa y que era considerado un subversivo. Los oficiales del Ejército que me dieron el informe confidencial de la SBS en las que se relata los aportes ilegales del BCP al fujimorismo, tenían temor a las amenazas judiciales y a las sanciones institucionales, por eso, se reunían conmigo y Fernando Casanova, asesor legal de COFABS clandestinamente.
¿Qué hacer para acabar con la bancocracia? El presidente Pepe Mujica, me dijo: “la mejor manera de acabar con el crédito caro es la competencia”. Esa es la ruta, pero, los podridos no quieren. La libre competencia será una conquista producto de la movilización popular; necesitamos más bancos o financieras que den créditos baratos para vivienda, agricultura, y la industria. Esa es la tarea de la revolución social y no de los podridos.
[1] Superintendencia de Banca y Seguros (SBS)
[2] Ver Plataforma del MEF https://www.mef.gob.pe/es/?option=com_content&language=es-ES&Itemid=102667&lang=es-ES&view=article&id=6431