Su carrera más larga y complicada. La realidad de miles de atletas en nuestro país es practicar su deporte a espaldas de un país entero, en estricto de las autoridades deportivas, y muchas veces tienen que competir no solo contra sus rivales sino contra la propia indiferencia. De correr con los implementos insuficientes, en ocasiones sin la infraestructura requerida, olvidados a su suerte, los atletas peruanos se las ingenian para no bajar los brazos sin antes haber empezado la carrera.
“A veces una tiene que estar mendigando para una base de entrenamientos, para una competencia y eso no debería de darse”, confiesa la doble medallista de oro, la huancaína Kimberly García.
Y es cierto lo que dice la joven de 28 años, cierto y duro al mismo tiempo, ya que resulta increíble el derroche de dinero que se le da a un solo deporte cuando en realidad existen muchos otros que nos han dado mayores alegrías.
Son miles los casos en donde los atletas peruanos, aparte de practicar su deporte favorito, durante el resto del día tienen que salir a estudiar o trabajar, para tener una fuente de ingreso alterna a su amada vocación deportiva.
Ahora, nuestra mejor atleta deportiva del momento, tiene toda la autoridad para alzar su voz y exigir mayor intervención a los dirigentes deportivos, a las cabezas del Instituto Peruano del Deporte (IPD) y a la Federación Peruana de Atletismo, pues sin ellos la cuesta se vuelve sumamente empinada.
«A mi entrenador ni siquiera le pagan. Es algo que el IPD y la Federación no sé qué piensan”, expresó. «Yo he hecho mi gira por Europa y el apoyo que ellos me brindan no me alcanza ni para un pasaje», agregó.
No solo eso, nuestra bicampeona tiene que soportar en reiteradas ocasiones la mezquindad de la Federación.
«Nosotros estamos ya diez días en el mundial y la Federación de Atletismo solamente nos da un buzo, un polo y un short. Entonces, cómo vamos a estar así. Encima, a veces todavía te dicen que debemos estar uniformadas. Es un evento tan grande, tan importante, entonces no podemos ir cómo sea, pues, no. Al menos deben invertir un poco y darnos al menos cuatro, cinco polos, shorts, licras, para estar todos bien uniformados», relató.
“Este logro es gracias a la empresa privada y mi familia. De la Federación y el IPD, casi nada. Sería bueno que haya un programa de marcha para los chicos que siguen”, sentenció la también estudiante de odontología.