Opinión

Kevin Ortega, árbitro cuestionado y errático

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Por Rafael Romero.

Como en la política económica de un país, el buen gobierno es aquel que menos fastidia o que menos traba la vida del ciudadano; y el buen arbitraje es el que no corta ni interfiere la dinámica deportiva y las jugadas del fútbol.

El buen árbitro es el que no inventa un foul para favorecer a uno de los equipos con una pelota parada, ya que este es el manido recurso de los malos arbitrajes para inclinar la balanza a un lado, obstaculizando la competencia deportiva, por lo que se debe intervenir -en la economía y en el fútbol- sólo cuando es necesario hacerlo.

Mientras Dina Boluarte o el Congreso son arquetipos de la desastrosa política peruana, Kevin Ortega Pimentel lo es para el pésimo arbitraje en el balompié. Ortega tiene nueve años como árbitro, empezó el 2015, y en su carrera dentro de la Primera División los yerros son más que el talento y sobre todo queda en duda su imparcialidad. Un árbitro sin talento puede aceptarse, pero un árbitro parcializado mejor sería que se vaya a su casa.

Actualmente no cabe duda que el exempleado de la SUNAT, Kevin Ortega, resulta ser un árbitro cuestionado, no por lo que pasó en el reciente clásico Alian Lima – Universitario de Deportes, sino por la forma cómo ha venido arbitrando en los últimos cinco años por lo menos.

Sobre el clásico de la semana pasada el análisis, el juicio y la crítica de uno de los mejores periodistas deportivos del Perú, Eddie Fleischman, resulta esclarecedor por su conocimiento del fútbol, su profesionalismo y su preocupación por la objetividad. En ese sentido, para Eddie, tal como lo indicó en su programa Fleischman en Línea, el árbitro Ortega no tomó la decisión adecuada, pues el defensor crema Gustavo Dulanto intervino en la jugada, y al estar en ‘offside’, debió anularse el segundo gol de Universitario.

Fleischman acotó que el pique de este jugador al primer palo, cuando sus compañeros acudían a buscar esa pelota, ya estaban en posición fuera de juego, sin tocar el balón, pero participando de la acción, siendo, por tanto, errónea la interpretación del árbitro Ortega. Aún más, el periodista deportivo explicó muy bien y de forma contundente acerca del porqué el segundo gol de la U debió anularse, por lo que posteó en X lo siguiente: “Claro, Dulanto corre hacia la pelota con intención de impactarla, más allá de que no llegue, participa, distrae y con ello influye en la jugada. Fue fuera de lugar.”

Por tanto, no cabe duda que Kevin Ortega se consagró como el árbitro más errático y el menos idóneo del país, comprometiendo la credibilidad del arbitraje y del VAR en Perú, sobre todo porque sus errores son horrores y vienen de más atrás, quedando descalificado para seguir arbitrando, máxime cuando hay más variables que se prestan a la suspicacia. Recordemos que días antes del clásico un alto dirigente del equipo crema venía lloriqueando por el arbitraje y metiendo presión hasta que resultó llano el camino para que arbitre Ortega, y solo así ese dirigente recién se quedó tranquilo.

El periodismo no es relaciones públicas, el periodismo es incómodo, por eso debe hacer preguntas y Ortega tiene que explicar ¿por qué no expulsó a Andy Polo frente a una agresión en el encuentro Universitario vs. Cesar Vallejo? O ¿por qué en el partido Universitario vs Cienciano, Ortega no cobró un penal a favor del equipó cusqueño?

En esencia, como se refleja en la polémica a propósito de los posts de Eddie Fleischman en X, está claro que hubo “fuera de juego” en el segundo gol de la U y por eso el ex árbitro FIFA argentino, Miguel Scime, y actual director de la IAF, señaló que el gol de Jairo Concha debió anularse porque Dulanto se encontraba en posición adelantada, interfiriendo el movimiento del rival y esto independientemente de si el zaguero ‘merengue’ tocó o no tocó el balón.

Scime detalló que “cuando parte el balón, el jugador, que está en posición adelantada, trata de disputar la pelota porque ese es su propósito e intenta jugar claramente una pelota cercana mediante una acción que tiene impacto”. El exmiembro de la Comisión de Conmebol también agregó que Dulanto “activa su posición prohibida, disputándole el balón e intentando jugar un balón cercano claramente mediante una acción que tiene un impacto sobre el jugador de Alianza”.

Sin embargo, el yerro de Ortega Pimentel se suma a otros, como el de un clásico anterior, donde otro árbitro no cobró un penal a favor de Alianza Lima y encima después le anuló un gol al equipo Blanquiazul con el VAR porque dizque Barcos estaba en off side. De manera que hay mucha tela que cortar en este tema y se espera que otros árbitros no terminen como Kevin Ortega, cuestionados dentro y fuera del Perú.

En suma, cualquiera que no sea juez o árbitro se puede equivocar, pero un árbitro o juez jamás deberían equivocarse alegremente y por eso tendrían que poner más atención y empeño para no equivocarse. Ahora bien, lo que tienen los clásicos es que las cosas del fútbol no solo se quedan en un tablero o score, sino que trascienden a la historia, la que va a decir que en el 2023 y 2024 el arbitraje fue proclive a una camiseta, y en eso los árbitros como Ortega han contribuido con culpa o dolo, pero la historia es dura y crítica.

Si no veamos lo que pasó hace poquito nomás en el partido de la U, Kevin Ortega y Cienciano, equipo cusqueño que está reclamando justicia.  Pues bien, amable lector, ponga atención en la noticia del 21 de mayo del 2024 publicada por el diario El Popular (https://elpopular.pe/deportes/2024/05/21/universitario-cienciano-reclama-injusticia-porque-kevin-ortega-no-cobro-penal-contra-la-u-solicitaremos-sancion-video-1428546), cuyo titular decía:

“Cienciano reclama injusticia porque Kevin Ortega no cobró penal ante la U: Solicitaremos sanción”. El mal arbitraje sucedió el lunes 20 de mayo pasado, en la penúltima fecha del Torneo Apertura, cuando el jugador de la U, Di Benedetto, cometió una infracción contra Carlos Garcés, pero Ortega no cobró el penal causando un serio malestar en el equipo imperial, que emitió un comunicado para rechazar la actuación del árbitro, quien, a pesar de acudir al VAR, no torció su decisión a pesar de que las imágenes hablaban por sí solas.

En este contexto, el Club Alianza Lima también debió reclamar tal como lo hizo Cienciano en su oportunidad. Recordemos el comunicado de la escuadra cusqueña en la siguiente imagen porque es importante pedir sanciones contra la falta de justicia deportiva que se está extendiendo en el balompié nacional con árbitros como Kevin Ortega.

Finalmente, dejamos para la reflexión del lector cinco posts en X de Eddie Fleischman, que esclarecieron la polémica:

UNO:

DOS:

TRES:

CUATRO:

CINCO:

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