Cultura

Julio Mendoza Díaz: ejemplar luchador aymara

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Julio Mendoza Díaz nació en la hermosa ciudad de la primavera eterna Moho, el 2 de julio de 1914 y murió el 23 de noviembre de 1991, en la revolucionaria ciudad walawala de Huancané, donde entregó su vida y servicio profesional. Es hijo de doña María Josefa Díaz Callo y de don Lucas Elisbán Mendoza Provincia, primer periodista que tuvo Huancané y que publicaba su periódico a puño “El deshojalador de botones”.   

Sus estudios primarios los realizó entre Moho y Huancané. La secundaria en el Glorioso Colegio Nacional San Carlos de Puno en donde publicaba la revista Pukara. Perseguido por sus ideas políticas se refugió en Bolivia, en 1939 se matriculó en la Universidad Autónoma de Cochabamba en la Facultad de Derecho. El 23 de julio de 1940 junto con Federico Belling asistió como delegado de su Facultad al Primer Congreso Nacional de Izquierda en la ciudad de Oruro, siendo uno de los fundadores de la izquierda boliviana.  

En Moho los hermanos Julio y Vicenten Mendoza Díaz fueron recibidos con algarabía.

En 1941 se trasladó a la Universidad Mayor de San Andrés de Bolivia, donde compartió aula con Hernán Siles Zuazo, político boliviano y Presidente Constitucional de la República de Bolivia en dos periodos (1956-1960, 1982-1985). Es hijo del quien fuera abogado, político y Presidente de Bolivia Hernando Siles Reyes. Finalmente optó el título de Abogado en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. En los inicios de su carrera profesional fue nombrado Agente Fiscal del Ministerio Público de la Provincia de Huancané, cargo al que renunció posteriormente por no estar acorde con sus convicciones políticas.  Fue profesor de Historia del Colegio Nacional de Varones de Huancané.  

En Moho fue uno de los fundadores del Colegio Nacional de Moho, conjuntamente con su hermano Vicente Mendoza Díaz, que donaron los terrenos de la familia para la creación de la institución educativa, firmándose un compromiso con los vecinos para que esta institución lleve el nombre de Lucas Elisbán Mendoza Provincia, padre de los hijos más preclaros de Moho, o de Julio o Vicente Mendoza Diaz.  

Los hermanos Mendoza Díaz doraron los terrenos para la creación del Colegio Nacional de Moho.

Con ocasión de celebrarse el Sesquicentenario como Capital de la Provincia de Huancané (1827-1977), Julio Mendoza Díaz, en su calidad de Presidente del Comité de Cultura dirigió el “Libro de Oro de Huancané” con temática diversa, uno de los trabajos monográficos más completos que se publicó en Huancané. Este libro fue publicado con el auspicio del diario Los Andes de Puno y el apoyo constante a la cultura puneña por el doctor Samuel Frisancho Pineda. Sin duda alguna, los trabajos publicados en el “Libro de Oro de Huancané” tiene mucho valor histórico porque abarca el pasado, presente y futuro de la valiente y viril ciudad de Huancané.  

En noviembre de 1991, el renombrado escritor puneño José Luis Ayala Olazával viajó a Huancané para hacer una biografía del luchador social Julio Mendoza Díaz, que lamentablemente dejó de existir en Huancané, víctima de un paro cardíaco en presencia y auxilio del poeta aymara José Luis Ayala, el mismo que conmocionó a la sociedad huancaneña y llegó la noticia a diversos lugares del país. Por eso es que el Congreso de la República del Perú hizo un minuto de silencio por el abogado de los pobres y de los campesinos Julio Mendoza Díaz.  

Personajes ilustres de Puno se reunían en la casa de los hermanos Mendoza Díaz.

Testimonios

Fidel Mendoza Paredes escribió: “Junto a su hermano Vicente Mendoza Diaz, fueron grandes luchadores sociales, compartieron amistad e ideas con Carlos Oquendo de Amat, Rómulo Betancourt (Ex Presidente venezolano), Hernán Siles Zuazo (Ex Presidente boliviano), Jorge del Prado, Sérvulo Gutiérrez, Carlos More y otros grandes hombres. Julio Mendoza Diaz, fue depositario de testimonios de la presencia de importantes personajes, recuerdo con mucha claridad los relatos sobre la vida de la primera maestra campesina Rita Puma, heroína aymara, quien había salido cuando tenía aproximadamente 8 años de edad a la ciudad de la Paz-Bolivia, donde entró de ayudante a una costurería, allí aprendió a leer y escribir en base a periódicos de la época, y cuando tenía aproximadamente 22 años de edad regresó con nuevas convicciones, trajinando entre Moho y Huancané, enseñando a leer y escribir a los niños y adultos de las comunidades campesinas, que luego generarían la gran revolución de Huancho Lima en 1923, Julio Mendoza Díaz posteriormente defendió a los sobrevivientes de la revolución de 1923, a la familia de Carlos Condorena Yujra, Mariano Paco Mamani,  entre otros,  a quienes siguieron persiguiendo los terratenientes, de ahí que se le conoció como el “Abogado de los Pobres”.

Julio Mendoza Díaz, fue un político muy leído, y exigente con la lectura, contaba con admirable capacidad de debate. En mis ojos de niño pude ver en la casa de Julio Mendoza a jóvenes estudiantes, obreros y dirigentes campesinos, asistiendo a clases de política, filosofía, cultura, historia, literatura, formaban parte de una universidad popular, les proporcionaba información, revistas, periódicos, libros y luego de la lectura compartían el análisis del texto con los demás asistentes, empezando cadentes debates”. 

29 años después de la partida de Julio Mendoza Díaz, sigue presente en la memoria colectiva.

José Luis Ayala Olazával dijo: “Conocí a los hermanos abogados y luchadores sociales Vicente y Julio Mendoza Díaz, oriundos de Moho, cuando era un niño. Julio Mendoza Díaz vivía con su familia frente a la casa de mi abuelo llamado Casimiro Ayala Ticona en la calle Lima, en Huancané. Con ocasión de la fundación de la «Promoción Carlos Oquendo de Amat», visité a Julio y le hablé acerca de Gloria Mendoza Borda para que se incorporara y convirtiera en poeta. Y así fue. Con el paso del tiempo fui muy amigo de Julio y cuando viajaba a Huancané me alojaba en su casa. Hasta que convinimos en registrar su memoria y publicar un libro de carácter biográfico, histórico. Trabajamos dos días, pero desgraciadamente falleció de un fulminante ataque cardiaco. Todo se frustró, teníamos a la mano documentos de su biblioteca y un archivo para hablar con propiedad. De ese modo se ha perdido un testimonio valioso, histórico como único. Desgraciadamente todo indica que la biblioteca y archivo de Julio Mendoza Díaz, ha desaparecido. Sería un acto inaceptable, una ofensa a la memoria de una persona vinculada a las causas populares. Sin embargo, doy testimonio que Julio Mendoza Díaz tenía la esperanza y confianza que un libro podía haber sido un testimonio de lucha y esperanza. No obstante, quien tenga en custodia la documentación de Julio Mendoza Díaz, debería permitir que los nuevos historiadores tengan acceso a una información única y valiosa”. 

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