Escribe: Gabriel Rimachi Sialer
Hay algunas cosas que no cambiarán nunca cuando estamos en
época electoral: por ejemplo, que la semana previa a las elecciones suele ser
la más tóxica de todas, días donde los candidatos bajan por las escaleras
imitando al Jocker, parejas del mismo partido rapeando sus “propuestas” para
“enganchar con los más jóvenes”, señoras que aseguran que el sexo anal produce
embarazos, señores que apuestan por la pena de muerte aprovechando la triste
coyuntura de violencia contra las mujeres, jóvenes que claman por una
oportunidad congresal pero no saben ni dónde están parados cuando les hacen
preguntas básicas sobre historia del Perú, poetas que ofrecen leyes sobre
“educación en nuevas masculinidades”, etc. Y el deporte infalible en la última
semana electoral es el lanzamiento de caca con ventilador, para regocijo de la
siempre noble, pura y digna comunidad virtual.
Lo que ha pasado con Julio Guzmán, por ejemplo, es tendencia
en las inquisitorias redes. En el video propalado por Panorama el último
domingo, se informa de que el candidato presidencial tuvo un almuerzo romántico
con una colaboradora de su partido, en el departamento de esta. El almuerzo
(tres tapers de tecnopor con arroz chaufa), estuvo cálidamente ambientado con
decenas de velas y globos en forma de corazón: imposible que sea un almuerzo de
trabajo. La mala suerte quiso que el televisor se incendiara y el fuego se
extendiera por el departamento, provocando que Guzmán saliera huyendo del
edificio dejando a la mujer sola esperando a que llegaran los bomberos, y
explicando luego que él se hizo cargo de los gastos y que las explicaciones se
las debe a su esposa, y a nadie más.
Pero mientras todos gritan indignados por la infidelidad del
candidato Morado y cuestionan su incendiario corazón, no reparan en dos hechos
importantes: primero que el vídeo es del año 2018 (y según el candidato
presidencial ya conversó del tema con su esposa), y segundo y más importante
(mientras le echan la culpa al fujiaprismo ¿?), que es más que probable que el
video haya salido del mismo vientre Morado. Es sencillo: hace un par de semanas
la anciana esposa de Daniel Mora, fundador de partido Morado y número 3 de la
lista, lo acusó de haberle propinado una pateadura en el suelo, luego de
haberle roto la nariz de una cachetada. La señora tiene 72 años. Y tiene las
fotos luego de la agresión. Y tiene la denuncia judicial. Guzmán, que es tan
lento cuando las papas queman, demoró días en salir al frente y cuando lo hizo,
dijo que Mora era un tal por cual y que estaba expulsado del partido que ayudó
a fundar, que ya había hecho la petición al JNE (un saludo a la bandera porque
legalmente es inviable que a Mora lo saquen pues ya pasó el tiempo para ello),
y que iban a tomar las medidas correctivas del caso. Mora entonces lo acusó de
desleal. Días después sale el video de Guzmán.
Cuando a Bill Clinton lo acusaron de infiel con el
escandaloso caso Lewinski, salió al frente a decir que sí pues, era verdad, que
había cometido un error. Cuando a Toledo le sacaron su romance con Lady
Bardales, tuvo que asumir que era verdad (luego de que Eliane Karp con toda
seguridad trapeara el piso con él). Cuando Caretas sacó la foto de Alan
cargando a un pequeño Federico Danton, no le quedó más remedio que aceptarlo
públicamente al lado de una desencajada y humillada Pilar Nores. Y así la lista
es larga e incluye a Kennedy y Marilyn Monroe pero este último ejemplo es ya de
otro nivel. ¿Qué hizo Guzmán en “Cuarto Poder” frente a un por demás agresivo
Augusto Thorndike? Perdió la oportunidad de asumir sus culpas y se quedó
callado cuando en dos ocasiones el periodista lo llamó “cobarde”. Guzmán no
está en carrera electoral en este momento, y eso debería tenerlo presente
siempre, pues cada vez que sale y habla, sus candidatos al congreso son los que
sufren las consecuencias. Es falso que con este escandalete los morados vayan a
sumar votos. En el Perú la gente puede perdonar amantes, salidas del clóset,
incluso robos porque hizo obras, pero no que huyas dejando a alguien abandonado
en medio de un incendio. Ni siquiera es una observación «moral», es
simplemente que eso no se hace. Y ahora, por comer chaufa en tecnopor, Guzmán
es incluso antiecológico y “falto de charm”. Las cosas que uno tiene que leer
en Facebook.
Veremos los resultados en las urnas.