Talk show. Ahora los reflectores no apuntan a los panelistas sino a la presentadora de televisión quien viene afrontando su propio drama. Y es que un juez mexicano dictó prisión preventiva para Laura Bozzo, por una supuesta deuda de 13 millones de pesos, unos US$600,000, que le adeuda al fisco. Según la información, la presentadora de televisión vendió un inmueble que figuraba como garantía -embargo. Debido a una reciente reforma penal, la defraudación fiscal es calificada como grave.
Dicho embargo pretendía garantizar el cumplimiento de un adeudo por 13 769 millones de pesos (690 750 dólares) y al comercializarlo incurrió en el delito de «depositario infiel», según la justicia mexicana.
Laura Bozzo deberá presentarse en la prisión conocida como Santiaguito en Almoloya de Juárez, en el Estado de México, en las próximas 48 horas, ya que no facilitó a la Justicia mexicana una dirección de domicilio permanente y esto podría interpretarse como intento de fuga. Su condena sería entre tres a nueve años en prisión.
Meses atrás, se dio a conocer que la ex presentadora de Laura en América (1998-2008), quien ahora radica en México, había solicitado un acuerdo reparatorio para pagar una deuda fiscal y evitar con ello su llegada a la cárcel.
Pero ese no es su primer conflicto que tiene con el SAT mexicano, luego de que en el 2018 fuese acusada de evasión fiscal por 17 millones de pesos (853.007 dólares) al no haber pagado el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA), y el Impuesto Empresarial Tasa Única (IETU) en el 2012.
En aquel entonces Laura Bozzo aseguró ser «muy bruta para los impuestos» y que se trataba de un problema derivado del mal manejo de algunos de sus contadores.
Laura Bozzo vive en México hace más de 10 años y ha tenido programas tipo talk show tanto como en Televisa, de donde fue despedida en el 2015 después de que el Gobierno mexicano abriera una investigación por una supuesta violación de los derechos de los menores, y en TV Azteca.
Laura en América
Durante la década de los noventa y los primeros años del presente milenio, la televisión peruana es recordada por tener su periodo más nefasto y oscuro, siendo denominada esa etapa como la “televisión basura”. Uno de esos programas lo conducía la polémica presentadora Laura Bozzo, quien semana a semana exponía la peor imagen de la sociedad peruana, mostrando infidelidades, engaños, disputas familiares e intimidades, entre tantos casos que posteriormente se descubrieron era falsos, siendo los protagonistas personas que recibían dinero para armar un espectáculo.
Entre todos esos reprochables programas hay uno que sobresale para la desazón de todos los peruanos. Estrenado en 1999, el tema del programa se llamó “Hago todo por dinero”, y ahí se observaba cómo personas de bajos recursos fueron sometidas a humillaciones y burlas a cambio de un poco de dinero. se recuerda de ese programa a tres personas comiendo rocotos enteros, una muchacha que se desnudaba y a la que Bozzo hacía correr por todo el set, una mujer que debía besar a un hombre desconocido e inclusive una que debía lamer las axilas y los pies de otro, todo por dinero. Alberto Rojas Romero, exproductor de Bozzo, ha declarado que es el único programa que se arrepiente de haber producido.