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JUAN DIEGO CAPURRO: DEL SURREALISMO AL GORE

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DEL SURREALISMO AL GORE

Escribe Rodrigo Quijano
Fotografía Mauricio Freyre


Pensando a partir del gore y a través de la imaginación de utilería de su simulacro, Juan Diego Capurro hizo de la fotocopia y de su reproducción una maquinaria del recorte y de la alteración. Desde Max Ernst, o más precisamente desde Heartfield y Hanna Höch (y un olvidado crédito nacional, César Moro) el recorte, el fotomontaje y el collage se hicieron, hace casi un siglo, un territorio libre en el espacio detenido de la impresión y la reproducción ilimitada. La suma de las varias alteraciones y apariciones sorpresivas en esa invasión directa a la carne de las imágenes de lo mediático y cotidiano, permitió en su momento abrir una rendija hacia ese otro desconocido que revive y se activa a través del recorte y su desenfrenada pegatina.

En ese proceso de recorte, lo aleatorio y su sorpresa son una fractura crítica en la percepción. JD Capurro hace de esta operación un elogio de la desubicación y una cita de la fábrica de re escenificaciones propias del set de un género cinematográfico de bajo presupuesto. Un contenido de velocidad visceral que hace del montaje y su recorte una parodia de la mutilación en, y de, las imágenes.

Algún tiempo atrás, la teoría crítica dejó en claro que el gesto mutilante y despedazante del cuerpo era el correlato visual de una tecnología de la modernidad cuyo desarrollo implicaba la inevitable dominación y fragilización del cuerpo, mediante la lasceración de la carne. Desde el cine de bajo presupuesto la mutilación explícita y la sangre a borbotones son, precisamente a contramano y por exceso, una negación irónica de la narrativa tecnológica y tecnocrática. En los fotomontajes de JD Capurro, y a diferencia de toda hiperrealidad fotoshopeada, todas las suturas son visibles y al igual que en las reglas básicas de su género favorito, la ausencia argumental hace evidente toda voluntad de simulacro en la contorsión del cuerpo y del medio impreso ya fragilizado, inerte o archivado. Su derramamiento desenfrenado de toner esquiva la exitosa realidad tramposa del retoque digital y a contrapelo, procura un reacercamiento al fotocopiado, en parte gesto de guiño under por lo fanzinero, en parte convención del género por el juego de la pobre utilería (y en parte, aunque esto no hay que contarlo, porque tuvo -brevemente, claro- un empleo en el que tenía a mano una fotocopiadora a la que dejó agotada). Al igual que en los géneros de culto y del margen antes de ser absorbidos por la industria, JD Capurro cita el underground como posible antídoto al entretenimiento, a la vez que deja en claro que su mutilación no es trangresión viscerreal ni función activa de repulsa, sino el puro goce del recorte y de sus manchadas superficies, en donde la imaginación y la mugre son como el noise más puro de la imagen aun sin destilar, en el ya lejano mundo del pre HD. En ese desorden simulado y por eso tan exitoso, el toner de toda esta imaginación espera coagular pacientemente mientras se le mira y luego reanimarse muerto-en-vida, apenas esté uno desprevenido en la contemplación.

SOBRE EL ARTISTA:

El artista Juan Diego Capurro (Lima, 1981) inaugura su primera muestra individual este viernes 20 de enero en Bruno Gallery. La exposición lleva por título “Lugares Secretos” y está conformada por 25 piezas de mediano formato, construidas a partir de collage y técnicas mixtas.

“Desde siempre me ha gustado adulterar la realidad y para mí eso es lo que significa el collage”, señala el artista.

Los trabajos reunidos en esta exposición han sido realizados entre el 2002 y el 2010, y recogen el espíritu anarquista del dadaísmo, como también del automatismo expresionista y se alimentan a su vez del universo visual del cine de horror.

“Hay mucha planificación al armar un collage. Originalmente lo que buscaba era sublimar mi interés por el cine. Particularmente por el cine de horror. Pero siempre he pensado que el horror como género no es un hecho en sí mismo, es más bien una atmósfera. Está más relacionado con la música, que se usa para graficar las emociones de los personajes, o con los ambientes en que estos personajes se desenvuelven, con esa sensación que los mueve hacia el miedo o la fascinación” sostiene Capurro. Y es de eso justamente de lo que trata “Lugares Secretos”.

 

Juan Diego Capurro es conocido además por ser líder de la banda de rock experimental y psicodelia Liquidarlo Celuloide y por ser el encargado de la gráfica de los discos como también de los videoclips de la banda.

 

Lugar: Bruno Gallery – Calle Francia 565B, Miraflores

Día y hora de Inauguración: 20 de Enero – 7.30 pm

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