Las bicicletas son para la radio conversó con el actor, y el más grande Mimo peruano Jorge Acuña Paredes.
Jorge Acuña Paredes, cultiva durante muchas décadas el género de la pantomima, él es el más importante mimo peruano, y es actor egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático.
Estudió además dirección escénica en Buenos Aires, y en el año 1964 fue director de la Escuela de Teatro de la Universidad San Cristóbal de Huamanga-Ayacucho en donde recorrió innumerables comunidades campesinas de toda la región para impartir las artes escénicas en escenarios exteriores y naturales. Asimismo, perteneció al grupo de teatro Histrión, que en 1956 lo formaron los jóvenes actores de esa época, y hoy consagrados: Carlos Gassols, Herta Cárdenas, Lucía Irurita y José Velásquez.
En la conversa el maestro Acuña recalcó que un 22 de noviembre de 1968, luego de que el dictador Velasco Alvarado restituyera las garantías personales en todo el país, él por primera vez irrumpió en la Plaza San Martin de Lima, y se dirigió al público, delimitando su territorio en un gran círculo de tiza para decirles su condición de actor, y que en adelante siempre haría funciones al aire libre, representando un teatro que no usa la palabra, y que es tan antiguo que nació en Grecia.
Dichas presentaciones públicas continuaron ininterrumpidamente durante 12 años. Acuña radica en Suecia desde hace 31 años, país en el que ha trabajado con niños de las escuelas municipales entregándoles el antiguo arte de la Pantomima.
De la forma más inclusiva, Jorge Acuña empezó sus presentaciones de Mimo en comunidades indígenas desde 1961, básicamente a un público que estaba vetado a los clásicos montajes teatrales ambiciosos, que abrían una gran brecha por los precios de sus entradas. Alguna vez su maestro Sebastián Salazar Bondy en una charla le explicó la realidad y la falta de apoyo que siempre existía a los grupos teatrales.
Jorge Acuña habló del mal uso que hacen los grupos de poder con respecto al arte y la cultura, y habló de su niñez en Iquitos, y recordó que fue muchas veces detenido por la policía, y que incluso tuvo que permanecer en el calabozorecurrentemente, pero que finamente, el coronel comisario de la sexta Delegación de la avenida Alfonso Ugarte, se quedó apenado cuando Acuña le mostró su nuevo pasaporte, ya que nunca más iba a pisar la Plaza San Martin porque inmediatamente viajaría a Suecia del todo.
Finalmente reflexiona al decir: “Yo creía que la calle era el final de todo, pero luego entendí que tan solo es el comienzo de todo”. Y concluye diciendo: “Un actor que no conoce el silencio nunca logrará ser un buen actor”. Además reconoció que su trabajo es de distanciamiento, muy al estilo Brechtiano.
Escucha el podcast de la entrevista completa en radio Lima Gris aquí.