El viaje de la alcaldesa de Barranco, Jessica Vargas, a Punta Cana en marzo de 2024 se ha convertido en un verdadero escándalo, tras la revelación de un informe de Lima Gris que destapa un trasfondo inquietante. Lo que parecía un viaje oficial para asistir al «Curso de Capacitación» y a la «Reunión Anual de Gobernantes» del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no solo carece de legitimidad, sino que se presenta como una gran mentira respaldada por regidores oficialistas. El Concejo Municipal de Barranco aprobó el desembolso de 3,010 dólares para cubrir los viáticos de la alcaldesa, confiando en una invitación que, según el presidente de ONWARD Internacional, jamás existió.
Es imposible no cuestionar cómo es que un Concejo Municipal, cuyos miembros deberían velar por el bienestar de la ciudadanía, aprueba un viaje cuyo fundamento está basado en un documento inventado. Según la carta presentada como prueba, el BID y ONWARD Internacional habrían invitado a Vargas. Sin embargo, ONWARD, por medio de su presidente, Félix González-Polar, desmintió rotundamente cualquier vínculo con la invitación, aclarando que ni organizó el evento ni invitó a la alcaldesa a participar.
La excusa de Vargas para justificar el viaje fue participar en un espacio de alto nivel para debatir sobre el desarrollo de América Latina. No obstante, la realidad parece ser otra. En primer lugar, la invitación mencionaba una «beca integral» que solo cubría los pasajes aéreos, sin incluir ni hospedaje ni viáticos. Y, aun así, el Concejo Municipal aprobó el desembolso de 3,010 dólares, recursos públicos que, al parecer, no fueron utilizados para un evento que beneficiara al distrito de Barranco.
Es difícil ver en qué medida el viaje cumplió una función que realmente beneficiara a los ciudadanos barranquinos. Ante este panorama, la comunidad barranquina tiene el derecho de exigir una explicación clara y convincente sobre el uso de los recursos públicos.
No puede quedar impune que la alcaldesa haya viajado con dinero de los barranquinos, sin rendir cuentas sobre los beneficios reales que su presencia pudo haber generado para Barranco. Es necesario que el Concejo Municipal tome cartas en el asunto y exija a Jessica Vargas una rendición de cuentas rigurosa sobre este cuestionado viaje. La transparencia y la ética en la gestión pública deben ser prioridad para restaurar la confianza de los ciudadanos en sus autoridades.
(Columna publicada en Diario UNO)