Traducida al inglés y al francés, La vida a plazos de don Jacobo Lerner fue seleccionada en 2001 por un jurado internacional de críticos y escritores convocado por el National Yiddish Book Center de los EE.UU. como una de las 100 obras más importantes de la literatura judía mundial de los últimos 150 años.
Recientemente homenajeado en la Casa de la Literatura Peruana con una muestra dedicada a su obra, Isaac Goldemberg (Chepén, 1945) está en Lima para promocionar la reedición de homenaje del clásico «La vida a plazos de don Jacobo Lerner», y estará esta noche a las 7:30 p.m. en la Feria Internacional del Libro (parque Los Próceres, en la Av. Salaverry, frente al Círculo Militar) firmando ejemplares en el stand 18, de Casa Tomada. Ampliamente celebrada por los lectores y la crítica, esta novela es una lectura imprescindible. Algunos comentarios sobre ella:
ISAAC GOLDEMBERG
La vida a plazos de don Jacobo Lerner coloca a Isaac Goldemberg como uno de los más altos exponentes de la nueva narrativa latinoamericana. El humor, la fina percepción de lo cotidiano, la fluidez narrativa y la profundidad de los personajes, hacen de esta novela una experiencia francamente recomendable. —Mario Vargas Llosa
Tal como Flaubert nos reveló por primera vez la esencia de la vida burguesa de la Francia del XIX, así Goldemberg ha recreado la totalidad de la existencia en el Perú provinciano —y por extensión, de Sudamérica en su conjunto. La vida a plazos de don Jacobo Lerner es una enternecedora exploración de la condición humana. —Frank MacShane (The New York Times Book Review)
En 1980 tuve oportunidad de leer La vida a plazos de don Jacobo Lerner. En 25 años la mayoría de los libros publicados en aquel tiempo han desaparecido. En cambio esta novela se mantiene en pie como una de las grandes obras de la literatura peruana, hispanoamericana y de lengua española. No creo exagerar al decir que La vida a plazos de don Jacobo Lerner es ya uno de nuestros clásicos. —José Emilio Pacheco
La vida a plazos de don Jacobo Lerner es unas de las más importantes novelas publicadas en el Perú. Maravillosamente bien escrita, novedosa y muy entretenida. Goldemberg es un escritor realmente singular en el panorama de la literatura latinoamericana. —Alfredo Bryce Echenique
Inscrito en la línea de Philip Roth, de Saul Bellow, de Bashevis Singer, pero también en la de Groucho Marx, Isaac Goldemberg ofrece una bellísima pieza titulada La vida a plazos de don Jacobo Lerner. Goldemberg maneja una multiplicidad de estilos, con una riqueza conceptual y argumental realmente estupenda. Poéticamente, ramplonamente, él crea una obra tierna, verosímil, testimonial y satírica, alrededor de un derrotado que jamás claudica y del que el lector termina siendo un cómplice encantado. —Mempo Giardinelli (Excélsior)
Los detalles de la implantación americana, esa mezcla de Antiguo Testamento y brujería: la Torá envuelta en lianas, ese es el emblema de la novela. Y algo más: estamos hartos de Sinagoga vencida —como en las fachadas góticas— frente a una iglesia triunfante, hartos de judaísmo lacrimoso. En La vida a plazos de don Jacobo Lerner Goldemberg subvierte esa tradición afligida con su humor, con su distancia constante, kitsch hebreo antes del kitsch. —Severo Sarduy
La vida a plazos de don Jacobo Lerner es muestra de que América Latina también puede producir un Bellow, un Roth o un Malamud. —Alice Kaplan (Boston Phoenix)
En 1978 Isaac Goldemberg publicó La vida a plazos de don Jacobo Lerner, que de inmediato se impuso por su carácter múltiple. De hecho, esta novela remetía a la saga biográfica, mordaz y humorística de Saul Bellow, pero evocaba, asimismo, el tipo de migrante pobre retratado en los cuentos de Malamud, donde palpita una humanidad estoica y herida; y, en fin, la ternura más delicada de los cuentos de Singer, que pintan con deleite personajes estrambóticos. Pero era, después, una novela peruana de tema novedoso, donde un Perú moroso y miniaturesco podía verse la cara, con sentido crítico a pesar del buen humor. —Julio Ortega (Prólogo a Peruvian blues)
Quisiera creer que don Jacobo no ha muerto, que sus amantes cristianas lo reencontrarán en cielo pluralista judeo-cristiano y que todos los que tenemos ascendencia judía —que somos más de lo que muchos creen o quieren creer en el Perú, así como los que no— lean este libro de Goldemberg entre sonrisas y lágrimas, como lo leí yo. —José B. Adolph
Figuras tragicómicas y patéticas, los personajes de Goldemberg poseen la magnífica ceguera de los derrotados que se niegan a serlo. La forma como Goldemberg ha captado esta rica problemática es casi siempre impecable, tal vez porque no ha procedido por abstracciones ni ideas preconcebidas, sino por intuición de personajes concretos, bien definidos y entendidos en su compleja dinámica interna… Y sin embargo, el humor (un humor judío, hay que decirlo) recorre este libro como una corriente subterránea y disuelve su amargura. —José Miguel Oviedo (Vuelta)
Isaac Goldemberg es un virtuoso de la observación sicológica y de la experimentación formal. En La vida a plazos de don Jacobo Lerner describe con gran sabiduría la complejidad de la experiencia latinoamericana, reflejada en un puñado de personajes derrotados e inolvidables. —Tomás Eloy Martínez